Propiedad intelectual

El Instituno Nacional de Propiedad Intelectual de Chile INAPI, la define así: "En sentido amplio, la propiedad intelectual dice relación con toda creación que produce la mente humana; esto es los inventos, modelos de utilidad, marcas, obras literarias y artísticas, etc.", lo novedoso, raro o como quieran llamarlo es que se establece un derecho de propiedad, no sobre una cosa material, sino con una creación de la mente humana.

Es interesante revisar en qué consiste la propiedad, también llamada dominio. Curioso, me fui a buscar donde mi amiga Wikipedia como se define este derecho, donde leo:

Es un poder directo e inmediato sobre una cosa, que atribuye a su titular la capacidad de gozar y disponer de la cosa sin más limitaciones que las que establezcan las leyes. Es el derecho real que implica el ejercicio de las facultades jurídicas que aplican el ordenamiento jurídico concede sobre un bien.​
El objeto del derecho de propiedad está constituido por todos los bienes susceptibles de apropiación. Para que se cumpla tal condición, en general, se requieren tres condiciones: que el bien sea útil, ya que si no lo fuera, carecería de fin la apropiación; que el bien exista en cantidad limitada, y que sea susceptible de ocupación, porque de otro modo no podrá actuarse.
El derecho de propiedad abarca todos aquellos bienes materiales que pueden ser apropiados, de utilidad, de existencia limitada y que pueden ser ocupados.​ Con todo, el dominio no solo se circunscribe a las cosas corporales, sino también recae sobre las incorporales tales como el derecho de propiedad industrial o intelectual.

Algunas palabras clave en esta definición son poder, gozar y disponer, suceptibles de apropiación,. Otra definición más práctica es esta:

Para el jurista Guillermo Cabanellas la propiedad no es más "que el dominio que un individuo tiene sobre una cosa determinada, con la que puede hacer lo que desee su voluntad"

Que tiene otra frase clave que es "con la que puede hacer lo que desee su voluntad", que nos permite ir entendiendo la cosa. La propiedad es entonces el poder que tiene cualquiera para hacer uso arbitrario sobre los bienes que le son propios, limitado solo por algunas leyes específicas. Ejemplo típico de estas leyes son la facultad de los gobiernos de expropiar invocando razones de utilidad pública.

Bueno, el caso es que la propiedad intelectual es cada día menos suceptible de apropiación, entendiendo por apropiarse el acto de ser capaz de defender algo para que nadie te lo quite. Nadie puede apropiarse del aire de nuestra atmosfera por ejemplo, porque nadie tiene la capacidad para tomarlo para si y guardarlo, hay muchos otros ejemplos de cosas que pueden ser útiles o no pero no son suceptibles de apropiación como los cuerpos celestes, la alta mar y otras por el estilo. 

Antes uno podía proteger una idea o un invento manteniéndolo escondido, para que nadie lo pueda copiar. Los oficios en la Edad Media como el albañil, herrero, curtidor, etc. se organizaban en gremios, donde entraban aprendices que tenían prohibido revelar los secretos del oficio, a veces bajo pena de muerte. Pero a medida que la tecnología ha avanzado resulta cada vez más difícil esconder los conocimientos. Para solucionar este problema se estableció el sistema de patentes, como cuenta Ángel Menendez Diaz

El término patente deriva del latín “patens, patentis”, que significa estar abierto o ser accesible, y de la expresión “letras patentes”, que eran decretos reales que garantizaban derechos exclusivos a determinados individuos en los negocios. El propósito de una patente es el de inducir al inventor a revelar sus conocimientos para el avance de la sociedad, a cambio de la exclusividad durante un periodo limitado de tiempo. Así, no se trata tanto de recompensar al inventor por haber encontrado algo nuevo sino, sobre todo, de incentivarle para que no guarde en secreto su invento. De esta forma, a la larga, también se obtiene un beneficio para toda la sociedad.

La patente sería entonces una especie de soborno del estado para que el inventor no guarde su creación en secreto, sin embargo el asunto con los años ha mostrado algunos efectos no deseados. La industria farmacéutica es un buen ejemplo de como el sistema de patentes no cumple con el objetivo social con que fue creado, sino más bien las convierte en monopolios protegidos por el aparato del estado.

Muchos atribuyen la explosión de desarrollo tecnológico desde el Siglo IXX hasta hoy, a las patentes, que "recompensan como corresponde" a los inventores. Eso yo no lo veo tan claro que digamos,. especialmente en el presente siglo donde me prece que el avance vertiginoso del software se ha debido principalmente al Open Source y a que las industria del software se preocupa cada vez menos de la copia. Recuerdo perfectmente que en los años 80 la gran pesadilla, tanto de las empresas como de los que éramos programadores era la "piratería". Nos aterraba la idea que cualquiera pudiese tomar nuestro trabajo y copiarlo.

Sin embargo ya casi no existen los programas con elaboradas protecciones contra copia, incluso los mismos productores de software fomentan la copia para conseguir que sus programas se masifiquen. Y cada vez más los desarrollos de punta son Open Source, solo piensen en Android y los cientos de miles de apps que los desarrolladores regalan para que cualquiera las use. ¿Cuantos usarían Facebook, Whatsapp o cualquier red social si tuviesen que pagarlas? 

Y hasta aquí hemos visto solo bienes que requieren de un conocimiento experto que tienen solo unos pocos ¿Y qué pasa con los productos de arte como la música, cine, literatura, etc.? Yo recuerdo bien que hasta los años 80 si uno quería escuchar una canción estaba obligado a comprar un disco, si quería ver una película no tenía otra que pagar una entrada al cine o comprar un DVD y si quería leer un libro había que ir a la librería a comprarlo. Hoy todo eso se fue al diablo.

Todavía hay gente que compra libros, vinilos o DVD pero son rarezas, compras de lujo en cierto modo, porque casi todas estas cosas se pueden obtener gratis en Internet. La batalla de las compañías productoras de música, entretenimiento y editoriales fue épica, cuando se inventó el MP3 y apareció el peer to peer, Napster y los demás se produjo una guerra mundial en tribunales... que la industia perdió y tuvo que reinventarse para seguir con la cabeza fuera del agua. Hoy los grandes estudios de cine y los sellos discográficos no son ni la sombra de lo que eran, sin embargo a los creadores de contenido no les ha ido nada de mal.

Incluso payasos bien básicos como "hola soy Germán" o "Luisito comunica" se están forrando en plata, con mínimos medios y una inversión ridícula, gracias a los nuevos equipos de mejor calidad e infinitamene más baratos y un gran talento para empatizar con su público objetivo. También hay otros excelentes creadores de contenido que les va bien e incluso los mejores escritores, músicos y gente de teatro han ingresado a este sistema de artistas autogestionados, pudiendo vivir de eso sin problemas.

Yo creo que el sistema de patentes en general está en decadencia porque la tecnología lo está haciendo inapropiable. Y no me extrañaría si antes que yo estire la pata llega a desaparecer tal como desaparecieron las máquinas de escribir y los telefax. Bueno, tal vez se me pasó la mano con el optimismo, puede que estire la pata mucho antes de lo presupuestado. Nunca se sabe.