Bueno, ahora son dos de mis cuentas de Google que están bajo ataque. He estado cambiando contraseñas y todo eso, en fin, actividad rara por todas partes. Además anoche fui a un asado con mis compañeros de universidad y ando con una resaca espantosa. Todo mal, bueno, aquí va el refrito, aunque un poco atrasado
La nueva frenología (publicada originalmente el 8 de octubre de 2013)
Una de las decisiones más inciertas que la gente toma en su vida, es la de escoger pareja. No es raro que después de varios años de casados, las personas empiecen a encontrar características que ni sospechaban en su media naranja, lo que puede ser bien traumático cuando -de un día para otro- alguien se encuentra con un pastelazo en quien creía conocer "como un libro abierto". Tengo amigos que se han separado y vuelto a casar varias veces por esta razón, pensando una y otra vez que esta si que es la definitiva.
Pero nadie es un libro abierto, la gente ante diferentes situaciones se comportan como personas distintas y eso no tiene nada de raro. No existen las personas buenas o malas, leales o traicioneras, somos un poco de todo según el momento y la ocasión. Yo, que he pasado por momentos realmente apurados, conozco bien esa especie de instinto judío (que me perdonen mis amigos rabinos) que nos lleva, en cierto punto de necesidad, a cometer las canalladas más grandes cuando lo estimamos necesario.
Y esto que vale para las parejas tiene muchos otros campos de aplicación, por ejemplo para los amigos. No existe nada más ilusorio que esperar lealtad incondicional de un amigo y es mucho más realista pensar que serán leales mientras puedan y sobre todo mientras no les cueste mucho, al final siempre hay un asunto de costo y beneficio en medio. Es muy inocente pensar en amor, amistad o lealtad eterna porque al final del día es el amor propio y la lealtad consigo mismo lo que manda.
Yo creo que la gran mayoría somos básicamente buenas personas -en promedio- nunca he conocido a alguien realmente malvado -24x7- y mucho menos alguien completamente bueno, me parece que todos somos más o menos buenas personas en tanto no nos cueste y que algunos -como yo, que soy casi un santo- nos comportemos mejor que otros es porque no hemos tenido suficiente necesidad de ponernos malos.
Curiosamente todos estos lugares comunes se me ocurrieron a propósito del artículo de Ron Backer Personality Tests: Modern-Day Phrenology, donde critica el uso de los test de personalidad para contratar personal, promoverlos en su trabajo, fomentar el trabajo en equipo y cosas por el estilo.
Dice Backer en su artículo que son dos test los que se usan mayoritariamente en las principales mepresas del mundo: el Myers-Briggs Type Indicator (MBTI), creado por Isabel Myers, una ama de casa de Pensilvania y el Minnesota Multiphase Personality Inventory (MMPI) desarrollado en 1946 para clasificar a los pacientes mentales en diferentes categorías y que luego fue expandido en un intento de describir a personas normales.
La crítica, según Backer, es que confunden etiquetar la personalidad con entenderla. Dice que juntar a las personas en torno a una tabla de Huija tendría más o menos la misma validez científica y daría resultados similares, "si quieres realmente conocer a una persona, cásate o trabaja con ella". Yo diría que ni eso.
La personalidad y el comportamiento humano a futuro es imposible de pronosticar, por eso me parece tan absurdo eso de las expectativas racionales o su absurda contraparte, los animal spirits keynesianos, las personas no tienen un solo molde de comportamiento y reaccionan de muy distinta manera en diferentes ocasiones, por eso hay que estar siempre preparados para lo peor de los demás, y de nosotros mismos.
Muchos años atrás, en los ochentas me mandaron a abrir un negocio comercial en Santiago, eran tiempos de crisis económica y para dos puestos de vendedor me llegaron casi trescientos currículum, me pasé dos dias completos pasando el filtro y seleccionando una y otra vez hasta que llegué al señor perfecto: tenía exactamente todas las características que yo buscaba. En la entrevista personal fue mejor todavía.
Al segundo día de trabajo llego golpeado como saco de papas, diciendo que lo habían asaltado. Pocos días después llegó a trabajar casi al mediodía borracho como cuba y agresivo, bueno, a mi pesar hubo que echarlo y varios años después, cuando fue el asesinato de Jaime Guzman, apareció implicado, era un delincuente internacional que tenía un prontuario más largo que la Carretera Panamericana. Caras vemos, pensamientos no sabemos.
Pero nadie es un libro abierto, la gente ante diferentes situaciones se comportan como personas distintas y eso no tiene nada de raro. No existen las personas buenas o malas, leales o traicioneras, somos un poco de todo según el momento y la ocasión. Yo, que he pasado por momentos realmente apurados, conozco bien esa especie de instinto judío (que me perdonen mis amigos rabinos) que nos lleva, en cierto punto de necesidad, a cometer las canalladas más grandes cuando lo estimamos necesario.
Y esto que vale para las parejas tiene muchos otros campos de aplicación, por ejemplo para los amigos. No existe nada más ilusorio que esperar lealtad incondicional de un amigo y es mucho más realista pensar que serán leales mientras puedan y sobre todo mientras no les cueste mucho, al final siempre hay un asunto de costo y beneficio en medio. Es muy inocente pensar en amor, amistad o lealtad eterna porque al final del día es el amor propio y la lealtad consigo mismo lo que manda.
Yo creo que la gran mayoría somos básicamente buenas personas -en promedio- nunca he conocido a alguien realmente malvado -24x7- y mucho menos alguien completamente bueno, me parece que todos somos más o menos buenas personas en tanto no nos cueste y que algunos -como yo, que soy casi un santo- nos comportemos mejor que otros es porque no hemos tenido suficiente necesidad de ponernos malos.
Dice Backer en su artículo que son dos test los que se usan mayoritariamente en las principales mepresas del mundo: el Myers-Briggs Type Indicator (MBTI), creado por Isabel Myers, una ama de casa de Pensilvania y el Minnesota Multiphase Personality Inventory (MMPI) desarrollado en 1946 para clasificar a los pacientes mentales en diferentes categorías y que luego fue expandido en un intento de describir a personas normales.
La crítica, según Backer, es que confunden etiquetar la personalidad con entenderla. Dice que juntar a las personas en torno a una tabla de Huija tendría más o menos la misma validez científica y daría resultados similares, "si quieres realmente conocer a una persona, cásate o trabaja con ella". Yo diría que ni eso.
La personalidad y el comportamiento humano a futuro es imposible de pronosticar, por eso me parece tan absurdo eso de las expectativas racionales o su absurda contraparte, los animal spirits keynesianos, las personas no tienen un solo molde de comportamiento y reaccionan de muy distinta manera en diferentes ocasiones, por eso hay que estar siempre preparados para lo peor de los demás, y de nosotros mismos.
Muchos años atrás, en los ochentas me mandaron a abrir un negocio comercial en Santiago, eran tiempos de crisis económica y para dos puestos de vendedor me llegaron casi trescientos currículum, me pasé dos dias completos pasando el filtro y seleccionando una y otra vez hasta que llegué al señor perfecto: tenía exactamente todas las características que yo buscaba. En la entrevista personal fue mejor todavía.
Al segundo día de trabajo llego golpeado como saco de papas, diciendo que lo habían asaltado. Pocos días después llegó a trabajar casi al mediodía borracho como cuba y agresivo, bueno, a mi pesar hubo que echarlo y varios años después, cuando fue el asesinato de Jaime Guzman, apareció implicado, era un delincuente internacional que tenía un prontuario más largo que la Carretera Panamericana. Caras vemos, pensamientos no sabemos.
Hay gente que forma una cara pública de ser buenos, que nunca desean el mal pero en su vida privada son unos canallas y más aún hay que decirles "si", "si", "bien", "perfecto" a todas sus adecuaciones de la realidad. Desprecio los y las narcisos. Odio el término "las y los" ¡Qué artificio del lenguaje!
ResponderBorrarHay amistades breves pero significativas como largas amistades con anemia.
En otras entradas, contó que a las personas muestran su cara estando curadas, comparto en parte, he conocido la verdadera faz cuando andan con caña. Jamás me acostaría con una mujer en copas, ni aunque fuera mi pareja estable.
Debió serle una terrible experiencia trabajar y elegir gente con quien trabajar. Agrego que por el año 1981, el sector público despidió como 100 mil funcionarios - significativa reducción del aparato estatal - no recuerdo el número del decreto, pero seguramente varios de esos trecientos currículums vitae que seleccionó fueron mecanografiados por tales ex burócratas e igual tuvo la mala suerte de elegir al más inusual de todos.
Para una pequeña empresa elegir 5 malos trabajadores puede ser la debacle.
Ni cuento la horrible experiencia de los concurso públicos, la chance es
en postular en un puesto a 700 kilómetros de tu computador y en el grado más bajo, sin contar el gasto de certificar papeles.
Alford, yo tampoco, JAMÁS me acostaría con una mujer en copas, NI LO VOLVERÉ A HACER ¡hasta cuando, ya está bueno ya! Me hiciste acordar de una amiga muy divertida que tenía el lema "curada no vale".
ResponderBorrarSi, las personas tienen tendencias más marcadas para algún lado, pero hasta los más canallas tienen su lado bondadoso y viceversa, al menos eso es lo que yo pienso.
Entre los currículum me llegaron montones de gente rara, un ex fincionario de la Marina que tenía muchas certificados en sistemas de armas, un karateka que mandó su foto vestido de karateka, habían cosas increíbles y el puesto era para vendedor en mostrador nomás. El único currículum perfecto fue el de ese tipo, tenía una gran historia y excelente labia, menos mal que se mandó el condorazo bien al principio.
Trabajar es una porquería, estoy muy de acuerdo con eso
Ni pagada, ni curada, ni francesa.
ResponderBorrarEsas no valen porque es como jugar tenis sin red.
Afortunadamente -o no- tengo muchos menos filtros, aunque sigo una sola regla de oro "ni en la oficina, ni en la cocina, ni con la vecina". Debe ser lo único que la amarga experiencia me ha enseñado.
ResponderBorrarLas relaciones de largo plazo no se basaron nunca en algo tan endeble como la explosión hormonal inicial de unos jóvenes, las primeras impresiones, etc... Los padres arreglaban los contratos matrimoniales, en culturas primitivas el joven pagaba a la novia en vacas - cualquiera quiere sexo rápido, pero, ¿darías tus mejores vacas por ella? El pago en especie garantizaba la seriedad de las intenciones.
ResponderBorrarHasta que Leonor de Aquitania contrató a Chretien de Troyes para que escribiera novelas conque entretenerse en la Corte, Cretién empezó con el "amor cortés", los caballeros galantes que seducían a las damas casadas con su propio Rey - Cretíen, evidentemente, sabía quién le pagaba y que tipo de aventuras debía edulcorar - Para que no fuera la cosa tan sórdida todo derivó en el romanticismo.
Desde entonces la gente se casa con perfectos desconocidos a los que creen amar locamente y conocer como a un mismo.
Y ahora, como el mito ya está aflojando, se divorcian a cada rato. Y una de las principales razones por las que no se divorcian es la partición de bienes cuando resultará onerosa para una parte. Como dijo un conocido mío después de ver los números que le hizo su contador "Ahora tengo medio millón de razones para no divorciarme".
En una palabra: lo de las vacas no estaban mal pensado. Uls
No cabe duda Ulschmidt que la valuación en vacas era una sabia costumbre. Yo tenía, años atrás, un amigo hindú de mucha plata y me contaba que él se había casado por arreglo, que habían viejas encargadas de eso y no solo veían el billullo sino que estudiaban la personalidad, los astros en fin, todo por una módica suma. Decía que los que se casan "por amor" son los pobres diablos que no tienen donde caerse muertos, pero las "buenas familias" todas arreglaban su matrimonio con una buena casamentera y decidían los padres. A mi me parece perfecto.
ResponderBorrar¡Chretien de Troyes! Se me habían olvidado las novelas galantes, no he leído nunca una pero si he leído sobre como eran, supongo que no me perdí de mucho jaja
Claro que mi mamá con lo bromista que era me habría arreglado un pésimo matrimonio, mejor que no.
ResponderBorrarA todo esto me acordé que la novela (roman) fue otro invento del romanticismo francés, Victor Hugo y todo eso
Despues de leer tu refrito llegué a esta conclusión: Todos tenemos un Dr. Jekyll y un Mr. Hyde. Solo es cuestión de tiempo cuando salgan.-
ResponderBorrarSin duda José, son las circunstancias las que nos hacen sacar lo mejor y lo peor que tenemos "yo y mis circunstancias" cpmp decía el pedante Unamuno
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