¿Vale la pena participar en política?

Conversaba ayer con un muy buen amigo, que me comentaba que está pensando militar en un partido político, él es un socialdemócrata convencido y me decía que su duda es si firma por el partido de Los Amarillos o por el Partido Demócrata, ambos en formación, no supe darle una respuesta clara porque estábamos tomando una botella de buen vino que llevó a la oficina y terminamos conversando de cualquier otra cosa, como pasa casi siempre.

Esa noche me puse a ver el canal de entrevistas 4120 de Rusia, donde le preguntaban a la gente si se arrepentían de no haber participado más en política. 

Las opiniones estaban divididas en esto. La gente mayor y los que parecían menos educados contestaban mayoritariamente que no, decían que la política era sucia y muy complicada, mejor dejarla a los profesionales que han pasado su vida en eso y tienen más experiencia, por último decían que era un gasto de tiempo inútil porque sin importar quien gobernara ellos igual tendrían que trabajar para vivir.

Los que opinaban así estaban muy seguros de lo que decían, hablaban como dando una clase de sabiduría a los demás, enfatizando sus palabras y algunos afirmaban que estaban bien informados, mejor que los demás porque compran el diario y ven la tele todos los días. Esa era la opinión de más o menos la mitad de los entrevistados, que aseguraban ser neutrales o apolíticos.

En la otra mitad estaban los que si se arrepentían de no haberse interesado lo suficiente en la política, casi todos decían que esa era la causa de haber llegado al punto en que estaban, donde todo el mundo odia a los rusos, los consideran un país bárbaro y que el desinterés por la política es lo que ha permitido a un pequeño grupo tomar el control y llevarlos como corderos al matadero para conseguir su propio beneficio, yates, mansiones y todo eso.

Encontré muy interesantes las emtrevistas, algo que he notado es que la gente más educada piensa más antes de hablar y nunca parecen estar muy seguros de lo que dicen, los otros en cambio, del pueblo llano o la masa, se nota que están absolutamente seguros de sus opiniones: son true believers.

Algo le conté a mi amigo sobre mi experiencia como militante del Partido Republicano. Yo soy de los que opinan que en ciertos períodos es importante meterse en política por nuestro propio bien, por eso cuando apareció el Partido Republicano fui de los primeros en inscribirme y para la recolección de militantes desgasté a todas mis amistades haciendo algo que odio -pedir favores- para que se inscribieran y pudiésemos juntar las firmas.

Creo que esa fue la parte buena, conseguí como 20 amigos para las 500 firmas que se necesitaban en Arica, no fue gran cosa pero algo es algo dijo el diablo. Después fui como apoderado de mesa en las dos o tres elecciones siguientes y me convencí que eso era una actividad perfectamente inútil, porque de haber fraude se hace en otro lado, no en las mesas.

La "vida partidista" me apesta. Me llegan regularmente boletines de adoctrinamiento político que me importan un pucho, la doctrina del partido no es lo mio, seré militante y coincido con ciertos principios pero no soy ningún cordero para que me estén aleccionando sobre la verdadera doctrina, no me gusta juntarme con otros militantes republicanos y veo con horror eso de salir a la calle a hacer proselitismo, no lo haría ni a punta de bayoneta. En fin, creo que no soy un militante muy ejemplar que digamos.

Sin embargo creo y apoyo muchas de las ideas y principios del partido, me parece que en estos tiempos es importante apoyarlo porque sin partido nuestras ideas no sirven para nada, me cae muy bien José Antonio Kast y creo que entre la increíble coleccion de ladrones, chantas y verseros que pueblan nuestra política es lo más decente que hemos visto en décadas, razón demás para apoyarlo.

Pero aparte de apoyar y escribir mis opiniones de vez en cuando en este Templo del Ocio, creo que no es mucho más lo que puedo hacer como militante. Pero concuerdo con lo que decían algunos rusos en la encuesta: si no participamos y nos mantenemos al margen eso le va a dejar el camnino libre para que empiece -una vez más- el festín de los audaces en Chile. Hay que participar de alguna manera, la cuestión es como.