28 diciembre 2022

Raya para la suma

Como es costumbre en este Templo del Ocio aprovecho de hacer mi balance del año 2022 donde haré el recuento de lo bueno, lo malo y lo feo que me ha pasado.

Dos muertes al hilo
En un día 29 de diciembre del año pasado, se murió el Tom McDonnell, uno de mis mejores amigos. Personalmente fue un alivio, porque en los últimos cinco días lo estaba pasando mal y yo no había podido ir a verlo al hogar de ancianos por el asunto del Covid. Hsta llegué a ponerme una vacuna para ver si me dejaban entrar. 

Ese día me llamaron las monjitas para decirme que había muerto de madrugada, escuchando música que pidió que le pusieran. Bueno, así se le terminaron todos los problemas.

Entonces partí el año con un solitario funeral por primera vez en mi vida. Fue en el cementerio de Azapa. Iba yo, tres enterradores y un perro, parecía una película. 

Yo no tengo problema con la muerte pero si tengo cierta fobia a los ataudes y los entierros, me la aguanté igual y estuve allí rindiendo los honores del caso vestido con una de sus poleras de Playboy Enterprises que me dejo en herencia.

Después siguió el año con todo normal, hasta que inesperadamente, mi querida suegra se cayó en el patio por enésima vez. La llevaron al hospital donde estuvo unos días pero salió muy mal porque tenía problemas para tragar. Empezó a bajar de peso muy rapiaamente y en pocos días le encontraron un nuevo cáncer (se había recuperado de dos antes), esta vez era en el esófago.

Tuvo uno o dos meses muy malos. Un día desperté y -como yo estaba durmiendo con ella por esos días- me di cuenta que había muerto. Dos muertes seguidas, una tras otra. Ambos fueron cáncer gástrico, ninguna dolorosa pero con unas molestias que ni les cuento. 

Mis respetos para todo el sistema de salud pública y en especial para la Unidad de Cuidados Paliativos, que se portaron maravillosamente en ambos casos.

En fin, las muertes no debería contabilizarlas como cosas malas, al final es el destino que nos espera a todos y si bien hubo incomodidades y algo de sufrimiento en ninguno de los casos fue demasiado trágico, a cada rato nos acordamos de ellos y hasta brindamos con cola de mono para la pascua a su salud "por los que están y los que no están" como dijo la Pilar.

Si Dios quiere darme...
Este año también me consolidé con una situación económica estable, después de haber pasado toda mi vida al salto de la mata. Ya no tengo ese problema, además en la casa el Tomás Jr. empezó a trabajar en la universidad y está ganando buena plata que derrocha alegremente. Ya le tocará pasar hambre, solo la experiencia puede enseñar. 

Para más INRI, como les contaba ayer estoy cerca de recibir un buen billetón que pienso gastar en seguir arreglando la casa, lo que me dará diversión por un buen tiempo.

O sea en lo material, este ha sido el mejor año de mi perra vida, los dos refrigeradores están bien llenos y puedo comprar cerveza ciando me de la gana, aunque no soy millonario ni mucho menos, vivo como si lo fuera, porque me levanto y quedo desocupado. 

"Si Dios quiere darme ya sabe donde vivo", parece que era verdad el dicho ese, del que yo desconfiaba. Ya me estaba resignando a que me iba a morir botado en la calle. Claro que el futuro nunca se sabe, aunque espero que todo siga así hasta que estire la pata.

Es curioso porque durante muchos años yo me quebraba la cabeza tratando de ganar plata de una u otra manera y nada me resultaba, la mala suerte me seguía como una sombra. Cuando dejé de preocuparme por eso las cosas se empezaron a arreglar solas. Reitero que lo mejor es no preocuparse por nada y no pagar intereses por un préstamo que no hemos recibido, como definía el McDonnell a las preocupaciones.

Una buena historia
Un buen amigo me contaba que, las mejores inversiones de su vida habían sido -siempre- inesperadas, por pura casualidad. En cambio cuando intentaba ganar plata con decisiones premeditadas le iba pésimo. Y me contó esta historia:

Como le gustan los ferrocarriles, muchos años atrás compró una acción del Ferrocarril de Antofagasta a La Paz, cuando era una empresa en ruinas y el precio de la acción era casi nada. Compró esa acción solo para recibir la memoria anual de la sociedad, o sea como para subscribirse a una revista, jamás se le pasó por la cabeza que iría a ganar un peso con esa "inversión"

Pasaron los años y la familia Luksic, que eran los socios mayoritarios, incorporaron la empresa a sus negocios porque eran acciones que se cotizaban en la Bolsa de Londres desde el año del Rey Perico. De un día para otro su "suscripción" tomó un valor muy importante. Como no le interesaba el valor monetario, la dejó allí durmiendo para seguir recibiendo la memoria. 

Hoy recibe cada año su turrón de plata por la repartición de dividendos. Cuando tiene tiempo y ganas viaja a Londres a la Asamblea General de socios, donde incluso puede meter su cuchara en las discusiones con el derecho que le da ser uno de los propietarios minoritarios.

Eso de "si Dios quiere darme ya sabe donde vivo" no significa que debemos vivir esperando un milagro que nos hará millonarios de la nada. Todo lo contrario, la verdadera enseñanza es que no vale la pena preocuparse por la riqueza porque da exactamente lo mismo. Mucho más lógico es tratar de vivir modestamente pero bien, haciendo lo que nos gusta. Si perdemos todo, bien y si nos enriquecemos bien, al final es más o menos lo mismo.

Así es como yo lo veo y es la raya para la suma que he podido sacar de este: la plata no significa nada, con o sin plata podemos vivir igual de felices y si no nos obsesionamos con eso, vivimos con pocas necesidades y menos ambiciones, es más posible que los billetes empiecen a llegar solos. Y si no llegan da igual, si al final hay cosas mucho más importantes. Ese sería el bottom line de mi balance de fin de año.

8 comentarios:

  1. Este año fue agridulce en términos de satisfacción fue como un almuerzo que te deja sin hambre pero igual queda con gusto a poco

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    1. Ah Anónimo, me acordé de la canción de los Rolling Stones "no puedo obtener satisfacción". Si controlas tu ambiciones nunca quedarás con gusto a poco. Estar vivo ya es bueno y estar sano para qué decir. Si además no tienes problemas demasiado angustiosos creo que no hay razón para no estar muy re contento

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  2. A mi me gusta el billete, y sobretodo, las cosas que hago con el.
    Así que seguiré en su búsqueda "hasta que el tiempo y los tiempos, agoten las plateadas manzanas de la luna, las doradas manzanas del sol"
    Un gran saludo de fin de año estimado Tomas.

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    1. Bien por eso Marcelo, tu que eres de campo conoces eso de "cada uno se apea como le conviene: unos por la cola y otros por el estribo. Yo creo que depende mucho de la situación en que uno esté: si alguien tiene bastante billete es natural y correcto que lo disfruto. En cambio si otro ha pasado toda su vida pato creo que sería antinatural vivir angustiado por ñas cosas que no puede tener, o peor que haga sacrificios para conseguirlas. Depende de la situación de cada cual.
      ¡Felicidades Marcelo, que tengas unas buenas fiestas y que el 2023 venga con tutti!

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  3. Como dicen, todo lo pasado pisado; chao 2022, chao Merluzo, chao convencion ql, como decia la sabia Teresa, chao a los 363 dias y los dos que faltan.
    Hola 2023 se que no puedo cambiarte para mejor, solo puedo tomarte como vengas, eso si puedo controlarlo.
    Que tengan un buen año estimados contertulios, desear algo si puede. Que se produzca depende del Pulento, que como dicen los qwe creen, proteje a los malos cuando son mas que los buenos...

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    1. Buen punto Wilson, que venga lo que venga y a aguantarlo con la mejor cara. Esta entrada fue muy yo-yo, con cosas que no tienen mayor interés y me faltó comentar lo que pasó en el mundo y en Chile, tendré que hacerlo hoy entonces. Los buenos no somos muchos pero somos machos jaja

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  4. Realmente cinematográfica la sepultura de su amigo Tom, un momento de los que no se olvidan.
    Aquí hemos pasado un año normal, diría que bueno. La economía de este país es lo suficientemente caótica como para que todos los planes se vayan al diablo y luego la suerte te compense. O que los planes se cumplan pero luego algo lo arruine. Cada vez más acepto el vaivén de las olas y el factor azar.
    Saludos para todos los contertulios y chin chin. Uls

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    1. Es verdad, cuando iba a enterrarlo pensé que era como una película italiana, pero nada de viejas llorando ni cosas por el estilo, todo fue muy sobrio.
      A mi me pasa lo mismo, que mientras más mal anda el país mejor me va a mi personalmente, es muy raro, debe ser algo común a los que no somos asalariados. Hay que aceptar lo que venga nomas y no dejar de brindar ¡salud por eso!

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"