21 enero 2023

Refrito del sábado: viejos verdes

Viejos verdes (publicado originalmente el 29 de marzo de 2006)
 Pasan los días plácidamente en sleepytown, nada muy interesante que contar. Anoche vino a buscarme un amigo para pedirme consejo en un enredado problema sentimental, me coloqué mi túnica de gurú, hice mis abuliciones de cerveza Becker y entre broma y broma le tiré dos buenos consejos:

El primer consejo fue "una cosa es lo que la gente dice pero lo que vale es lo que hacen". Mi otro consejo fue sobre un asunto bastante grosero así es que es impublicable, lo siento porque era de lo mejor y estoy seguro que le va a servir mucho. En fin, nos reímos hasta quedar atorados, lo pasamos muy bien y fueron apenas 6 latas de cerveza. Todo muy bien y mi reputación de doctor corazón quedó en alto una vez más.

Y a propósito de romances el viernes pasado fuí a conocer a la futura de mi amigo Rucha, una morenaza espectacular, ahora entiendo por que al ex solterón eterno ya no le interesa salir con los amigos, hay tipos suertudos, muy suertudos y el Rucha, felicitaciones y suerte para ambos. Menos mal que el Matute no alcanzó a conocerla. Y mejor cambio de tema antes que el Matute se enoje de nuevo conmigo.

Que complicados estos asuntos sentimentales, la cosa es que yo, muchos años atrás cuando era más idiota que ahora pensaba que había que "hacer currículum" y me metía -mas bien dicho trataba de meterme- con cuanta mujer se me cruzara, no importa cuan fea, vieja, gorda o lo que fuera; si era para el currículum todas servían, era por un lado como un deporte y por otro un asunto de vanagloriarse, me imaginaba que los hombres tenían una especie de obligación de ser mujeriegos.

Claro rara vez resultaba algo así es que todo quedaba en las puras intenciones y en tentativas más o menos chuscas.

Producto de todos esos años de inútiles esfuerzos escribí el Manual del Cazachicas, que pensaba hacerlo mucho más completo pero después todo el asunto me aburrió. En fin, el currículum nunca me sirvió para nada aparte que cuando alguna mujer se entera me empieza a mirar con repugnancia.

Que hacer, tantos años y tanto esfuerzo para nada. Algunos al pasar los años se colocan viejos verdes y tratan de recuperar todas las ocasiones que perdieron en la juventud. A mi me pasa todo lo contrario, cada día más más tranquilo, especialmente por flojo. ¡Ya no soy fácil como antes! lamentablemente.

P.D ¡Aleluya!
La Fundación "Convirtamos al simpático Tomás en un hombre rico" agradece de verdad a quien se tomó la molestia de aportar para esa noble causa, una vez más; gracias, chas gracias. Lo malgastaré como corresponde.

9 comentarios:

  1. A mi me ocurre todo lo contrario. Antes no era tan agraciado, pero era caballero, atento y muy sociable entre las chicas, aparte de cantar bien y tener algo de talento escenico que me valió más de una anécdota en mi adolescencia. Mi unico defecto era ser feo. "Era feo pero sabrosón", algo así como un Tom Cruise pero versión Acuenta (jajajjajaja). durante mi paso por la media, me colgaron algunas relaciones debido a mi cercanía con algunas compañeras de curso y eso me significó la envidia de algunos de mis amigos que a dia de hoy me no me perdonan el hecho de "haberme comido" (según ellos, siendo que la verdad, no pasó nada) la bonita del curso.

    Ahora, que a uno lo ven más maduro, no faltan las jovencitas que te miran de una manera distinta, es que las canas te dan cierto atractivo.

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    1. Eso de las relaciones "sentimentales" en todo el espectro, entre hombres y mujeres es un asunto muy enredado. Cuando yo era joven y pobre llegué a resignarme a que me iba a morir solo y sin haber gritado nunca ¡viva Chile! Pero a nadie le falta Dios, parece...

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  2. Jajaja. De verdes nada. Los que se ponen verdes y de envidia mal disimulada, son los que te ven con mujeres de la mitad de tu edad. Y la gracia es que sea sin pagarles ni francesas. Esas últimas son más fáciles que la tabla del uno.

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    1. "No existe nada más caro en este mundo que el sexo gratis" ¡me faltó poner eso en el manual del cazachicas!
      A propósito en Francia creo que no vi ni una que me gustara, al menos en Paris que es lo único que conocí por un par de días.
      No quiero ser indiscreto ni menos ofender, pero en la cultura de varios países son las mujeres las que engrupen a los hombres, algo que acá en Chile es medio mal visto.
      A mi me gustan las mujeres fáciles porque son las únicas que están a mi alcance, no tengo ni los medios ni la paciencia para andar engrupiendo.
      Cuando estudiaba el MBA, en el módulo de psicología la clase derivó hacia que clase de mujeres prefieren los hombres y viceversa. Yo dije "a mi me atrae cualquier mujer que me de la pasada", saqué aplauso y el profesor me felicitó de mano. Fue una de las pocas veces en mi vida que he dicho algo ocurrente, y además era cierto

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  3. A mi me ocurre algo curioso. El tiempo y el dinero que invierto en el sexo gratis, me parecen poco tiempo y poco dinero, para la meta que estoy tratando de lograr. Cinco minutos después de logrado, toda esa inversión me parece inmensa y me considero un total idiota y me digo, nunca más. Eso me dura tres días y vamos de nuevo.
    Realmente el sexo pagado, es un regalo al lado del sexo "gratis". Pero es aburrido.
    Cada ser humano es distinto, pero en estos temas todo es muy raro. Yo el primero.

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    1. jajaj exactamente Marcelo, todo eso es muy raro y en ese asunto somos todos únicos. Eso del "nunca más" se llama "promesa de mujer pariendo"!!!!
      Yo soy muy aburrido en esasd cosas, claro que no siempre fue así, antes pensaba exactamente igual que tu, pero como nunca he tenido los medios, con el tiempo me he ido moderando solo.

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  4. Una de las cosas que me sacan de órbita es no tener tiempo para comentar cuestiones que parecen triviales y, sin embargo, creo que puedo dar una vivencia complementaria.

    Del “manual del caza chicas” lo único que rescato es que en un “viaje al sur”, con ~15 años, mi acompañante femenina se arrimó demasiado y comenzó a correrme mano (y ahí lo dejo). Nos besamos y etc. Cuando me bajé le dije “chao que llegues bien”… Claro, yo no era tan feo como José (jaja); según mis abuelas era una mezcla de Marlon Brando con Elvis Presley… debería haber sido un matador, pero no fue así.

    Lo otro que no corresponde al manual, es en el caso de “Bares y discos”; al contrario, había que ir a sacar a bailar; claro que en una discoteca normal. Si lo hacías en una de “música alternativa” lo más probable es que las minas se rieran en tu cara... “Ché, esto se baila solo” como le dijeron unas argentinas a mi yunta, el matador de Calera de Tango. Era primera vez que iba a la Blondie…

    Con todo, mi perspectiva respecto al sexo opuesto nunca fue predominante; yo era el sujeto que no dejaba a los amigos atrás por una mina. No lo cuento como una virtud, sino como algo que simplemente fue así. En tiempos en que quedar botado significaba caminar kilómetros o a merced de la caridad de un micrero, puedo decir que nunca dejé a un amigo botado; por nada del mundo. Si tenía que despachar a la “conquista de la noche”, lo hacía.

    Hoy en día, me rijo por esta demostración

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    1. Challenger, el Manual del Cazachicas es un chiste, no son recetas en serio y no hay que tomarlas así, aunque entre broma y broma...
      Las mujeres son un problema para los hombres y videversa, que duda cabe

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    2. Si sé que es un chiste; tan huevón no soy.

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"Send me a postcard, drop me a line
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Yours sincerely, wasting away
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