La fe y los milagros

Resulta que algunas veces la lógica no funciona y parece que esto pasa más en los asuntos cruciales, que pueden tener consecuencias muy graves. En las cosas de poca importancia sucede lo más lógico, no así cuando hay mucho en juego.

Por ejemplo en febrero de 2022, cuando Rusia empezó a juntar una cantidad gigantesca de soldados y material de guerra en la frontera con Ucrania. Todos los expertos daban por hecho que sería un paseo victorioso, como fue la invasión soviética a Checoslovaquia en 1968. 

Bastaría que la columna de blindados empezara a avanzar para que Zelensky saliera arrancando. Luego lo reemplazarían por un títere sin necesidad de disparar un solo tiro. 

Eso era lo lógico. Lo inesperado ocurrió cuando Zelensky se sacó una foto en la Plaza de Kiev llamando a resistir la invasión. Los expertos pensaron que estaba loco y que la cosa no pasaría de ser un sacrificio inútil.

Pero desde que se difundió esa foto, las fuerzas de Ucrania empezó a atacar al enorme convoy de blindados rusos con todo lo que tenía a mano -que no era mucho- convirtiendo ese despliegue en un desastre. Contra toda lógica, los camiones, carros blindados y tanques rusos caían como patos en una galería de tiro al blanco, uno detrás de otro.

El 25 de febrero la fuerza de paracaidistas más poderosa del mundo -los VDV- cayeron sobre el aeropuerto de Hostomel, a menos de 10 km de Kiev, con 30 helicópteros transportando tropas escoltados por otros de ataque regando de bengalas y misiles. 

La misión de la fuerza de paracaidistas era establecer allí un puente aéreo y luego una cabeza de playa para el ataque definitivo.

El ataque empezó el 24 de febrero y el 5 de marzo las fuerzas rusas capturaron la ciudad de Hostomel, donde empezaron a hacer barbaridades como asesinar al alcalde y civiles entre otras cosas. Entonces vino en contraataque ucraniano. 

Las fuerzas rusas de paracaidistas -la flor y nata que respondían diréctamente ante el Kremlin- fueron destrozadas y el 1 de abril, aprovechando la noche, lo que quedaba de los atacantes rusos se retiró de todo ese territorio. 

Aunque la invasión había sido exitosa en otros lugares, el fracaso de la toma de Kiev fue un golpe definitivo para Rusia, del que ya no pudo recuperarse. Todo lo demás han sido carnicerías inútiles porque la invasión fracasó cuando fueron rechazados en Kiev.

Bueno, todo esto es archiconocido. Por más de un año Rusia ha ido desangrándose gota a gota en una sucesión de reveses tan inexplicables como humillantes, no solo en lo militar sino también en lo político y económico. Esto ha sido contra todo lo que habían proosticado los expertos, especialmente los militares.

Todo este largo preámbulo es para mostrarles que los milagros existen y que muchas veces lo que debería pasar no pasa y ocurren cosas que van contra la lógica y las probabilidades. Claro que después que pasan todo se racionaliza y aparecen las explicaciones.  

Son explicaciones materialistas, mecánicas, que creen que el mundo funciona como un complicado mecanismo de relojería, una sucesión inevitable de causas y efectos, pero ya son inútiles porque se dan ex post, no sirven ni siquiera para aprender porque además de la lógica existe el azar, que son los efectos sin causa conocible.

La Batalla de Inglaterra estuvo a punto de perderse de no ser por una inexplicable decisión de Goering. Kiev estuvo a punto de caer, estaban todas las condiciones materiales para que eso ocurriera pero no fue así. Yo estuve a punto de convertirme en un alcoholico, muerto de hambre y amargado de no ser por un contacto extraordinario que me hizo un amigo. 

Está lleno de milagros, cosas que van contra toda la lógica y parecen físicamente imposibles cuando las pensamos con la cabeza fría. Por eso se necesitan los locos, o por lo menos alguien que tenga un arranque de locura y fe cuando todo parece perdido..

Churchill en su peor momento andaba con una pistola cargada para pegarse un tiro si las cosas salían mal. Zelenski que se pudo arrancar a Polonia o cualquier país occidental sin problemas tuvo su minuto de locura y decidió quedarse y aguantar una invasión, inminente y aplastante.

Como existen los milagros en esos momentos decisivos es cuando son indispensables los locos -o estúpidos, según como se vea- porque para que ocurra un milagro tiene que haber alguien con fe y que actúe de manera estúpida, en lugar de minimizar los daños jugar al todo o nada.

Y ojo, porque los milagros existen pero no siempre ocurren, incluso si uno tiene mucha fe. Yo siempre tuve una confianza ciega en mi futuro, y nunca llegué a pensar que sería un "fracasado", hasta cierto punto la fe me funcionó, pero por pura suerte ya que los milagros no podemos manejarlos:a veces pasan y otras veces no.

Putin tuvo una fe grande y apostó todo, igual como lo hizo Hitler muchos años antes o como el propio Zelensky y en lugar de milagro tuvo un enorme fracaso. Nunca se sabe, porque es algo que no se puede controlar,. Las cosas menos importantes podemos controlarlas hasta cierto punto, pero lo fundamental no hay como. Todo es pura suerte, nada más.