04 agosto 2023

Refrito del sábado: Todo vale y cualquiera puede


Todo vale y cualquiera puede (publicado originalmente el 7 de agosto de 2021)
Una buena amiga me comentaba que le ofrecieron ser candidata en las elecciones que vienen, preguntándome que pensaba de eso. Tengo amigos que ya se inscribieron como precandidatos y en el Partido Republicano ya hay varios que han sentido el llamado del servicio público y han inscrito su precandidatura.

Es un asunto con varias facetas, la primera es la que se puede ver en una imágen, que vale por mil palabras, por favor vean esto

La barra más larga de todas, que encabeza el gráfico es la de Chile, por encima de Estados Unidos, Italia, Japón y el resto del mundo. Ese gráfico muestra los ingresos de los parlamentarios de la Cámara Baja, comparados en dólares ajustados al poder de paridad de compra. Es solo un botón de muestra que en Chile la política es el negocio más lucrativo que existe. Muy pocos chilenos tienen un empleo con ese nivel de ingresos, si tomamos en cuenta que el nivel de obligaciones, la responsabilidad y las calificaciones requeridas son mínimas, nos queda claro cual es la primera motivación de la mayoría, si no todos, los que ingresan a la política en Chile.

También tenemos una enorme cantidad de privilegios adicionales ligados al cargo como el fuero parlamentario, espléndidos sistemas de seguros, prestaciones de toda clase que van desde la alimentación, hoteles, movilización. Todo de lujo obviamente, por la necesidad imperiosa de mantener la dignidad del cargo como dijo una vez un diputado DC, ese con aspecto rechoncho de pulga hinchada cuyo apellido no quiero recordar

Otra faceta interesante es esa sensación de que "cualquiera puede". Con el colapso de los partidos tradicionales ha comenzado el auge de los candidatos independientes, que ni siquiera necesitan ser figuras carismáticas como eran los independientes de antes. Hoy cualquier desconocido, don nadie, fracasado en los estudios, cesante, ridículo bueno para nada, en fin, cualquiera puede llegar a ser elegido. Ni siquiera necesita tener arrastre popular, porque los políticos, en su afán de perpetuarse, han creado un sistema de cuotas, paridad, proporcionalidad que son simplemente trampas para que alguien que saca menos votos salga electo y le gane al que sacó más votos.

Así tenemos a una cantidad de don nadie con resultados cercanos al 1% de las votaciones que han llegado a forrarse y a hacer lo que se les antoje sin responsabilidad ninguna por sus barbáricos actos. Entonces cualquiera piensa hoy "si ese cretino que sacó mil votos es diputado ¿por que no puedo ser yo? A lo menos no soy tan bruto". Incluso hay gente que claramente tiene problemas mentales e igual la hicieron. Esa sensación de "todo vale" y "cualquiera puede" es lo que ha dado origen a esta gran cantidad de vocaciones de servicio público que aparecen por todas partes.

También está la egolatría, mucha gente con poca autoestima o con problemas de personalidad por el estilo pueden encontrar atractivo que cientos de miles de personas se preocupen de ellos, aunque la proporción de los admiradores sea increíblemente baja en comparación con los detractores, ser objeto de atención ya es un incentivo para muchos "no me importa que me odien, me desprecien, se burlen, pero igual hablan de mí". Creo que esta es la motivación de muchas personalidades falladas que buscan validarse en la atención de los demás.

Un buen amigo mío que también conoce al diputado comunista Hugo Gutierrez -esa especie de Ralph Rotten de nuestra política- me comentaba "Hugo es un personaje, si lo conoces en persona verías que no tiene absolutamente nada que ver con el personaje que interpreta, es super cordial, amable, buena gente...", puede ser, lo mismo muchos otros que juegan a ser archivillanos o locos de remate, pero simplemente están interpretando un papel que los mantiene en la escena. Es su manera de lograr que les presten atención, aunque patética cada cual usa las herramientas que tiene nomas.

Dicho todo esto, se podría pensar que dedicarse a la política es la profesión ideal, y tal vez lo sea para cierto tipo de personas, esos que están dispuestos a hacer sacrificios enormes para conseguir cosas que siempre han ambicionado.

Porque la política no es de costo cero. Desde el momento en que te metes debes estar dispuesto a enfrentar toda clase de insultos, odio y humillaciones. Toda la vida queda sujeta al escrutinio público y -tarde o temprano- el lado B que tenemos todos sale a la luz. El político duerme a saltos pensando en el secreto vergonzoso que cualquier pobre diablo le puede enrostrar en público el día menos pensado, la vida privada se le va al diablo y puede tener la más completa seguridad que cada vez que dice algo muchos van a pensar "a este maldito hijo de perra ojala alguien lo matara".

Tiene que obedecer estrictamente la ley del gallinero, humillándose servilmente ante los que están por encima de él y haciendo todo lo que pueda por humillar y aplastar a los que están un escalón mas abajo. Tiene que tragarse miles de sapos, decir cosas que sabe que son mentira, afirmar lo que no cree como si fuera cierto, olvidarse de sus valores para profesar el oportunismo. 

Esa es la realidad de casi todos los políticos electos, el sistema se ha ido construyendo desde 1990 de esa manera, paso a paso y hoy son muy pocos los que pueden escapar de él, si es que hay alguno. La construcción ha sido prolija, metódica y sin pausa, todo este andamiaje de privilegios, que a estas alturas ya son ridículos, tienen a la gente normal tan enfurecida como estaban los franceses bajo Felipe de Orleans, es una caldera a la que cada día le agregan más presión y nadie levantará un dedo si cualquier día de estos aparece la guillotina -o algún moderno equivalente- y les empiecen a cortar la cabeza. Yo creo que es cuestión de tiempo.

Y no puedo terminar esta entrada sin referirme a mi propio caso ya que soy militante de un partido político nuevo y algunos amigos entusiastas me han dicho que por qué no me tiro a candidato de algo. Tengo muchas razones para no hacerlo, desde luego todo lo que ya he dicho, no solo no me gustaría que me anden olfateando mi vida privada -llena de oscuridad y truculencias- o que cualquier pobre diablo salga públicamente a enrostrarme algo que me avergüence, creo que nada valdría -para mi- el sacrificio de andar humillándome ante los poderosos y cagando a los débiles, que es lo que hace todo político.

Pero sobre todo tengo dos razones muy poderosas para evitar la tentación de candidatearme. La primera es que soy muy fácilmente corruptible, no me cuesta nada y si tuviese la oportunidad de hacer una jugarreta -que no perjudique a nadie, claro- lo haría sin pensarlo dos veces. Soy un corrupto en potencia que afortunadamente no he tenido la oportunidad de tirar las manos, espero seguir así y mi ambición máxima es que después de estirar la pata mis amigos digan "este no cagó a nadie en su vida", es una ambición difícil pero hasta ahora lo he conseguido.

La otra razón es todavía más poderosa. Resulta que el servicio público me importa un pepino y la suerte de los demás me deja totalmente indiferente. Solo por amistad personal a veces ayudo a alguien, o por simpatía, pero no tengo ninguna compulsión por salvar el mundo, el país ni a nadie, me da exactamente lo mismo la suerte de los demás y sería el hipócrita más grande si apareciera como alguien interesado en ayudar a la gente, lo podría hacer como un trabajo, por lucas, claro. Pero jamás podría ser tan mentiroso como para decir que lo hago por vocación.

9 comentarios:

  1. Excelente tu artículo Tomás. Tal cual, es nuestra realidad....creo, que es un tema universal. La codicia por el poder, que no sólo les dará "status" sino el provilegio de disponer de las dietas MAS ALTAS DEL MUNDO...A ESA MANGA DE SIN - VERGUENZAS!...Saludos Tomás.

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    1. Si Sergio, son unos canallas y una verguenza para el país, les deseo lo peor

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  2. No te olvides de llevarte hasta el gato. Yo llegué a tener 18 mininos en la casa cuando soltero y eso que nunca tuve cargo alguno. Después llego la señora y los echó a todos, jajaja.

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    1. Dios me libre de tener la oportunidad de robar y abusar del poder porque lo haría con tuti, además ya tengo una gata así es que no necesito ningún cargo, menos mal.

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  3. Trabajo en el sector publico, eso ya todos los que me leen acá es archiconocido. Lo bueno desde mi posición es que he visto cosas que no siempre se ven por la prensa y que incluso serían hasta increíbles pero pasan.

    El hecho de pasarse por la raja la legislación vigente, abusar de ella hasta el cansancio, se debe precisamente a las "trampas y vacíos" que deja la misma. Por ejemplo el caso fundaciones en donde los traspasos que debían ser monitoreados por la CGR eran por una cantidad y lograron bypassearla al traspasar montos menores a esa cantidad. Otro ejemplo está en el art. 56 de la ley 18575 en el que se debe inhabilitar del cargo en la administracion publica a quienes tengan contratos o cauciones que excedan los $12.639.800CLP (200 UTM a la hora de mi comentario).

    La lista de trampas que tiene la legislación es larga y siempre será aprovechada por los que puedan hacerlo, con excepcion de los merlucianos que hasta para eso son weones. la generacion que le antecedió al menos tenían algo de dignidad.

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    1. Si Jose, me imagino que ves todos los días las jugarretas de estos señores políticos en tu pega, rs común pensar que las leyes y reglamentos tienen "forados" y resquicios por donde los políticos roban, pero no es solo eso, resulta que cuando no pueden robar legalmente lo hacen de frente de manera ilegal, no les importa.

      Asi es que aunque tengas las leyes más perfectas, si tienes malandras van a robar igual, confiados en que el asunto pasará colado o que si los pillan su gente que está en fiscalía, contraloria y el poder judicial los sacarán del paso.

      Cuando son pungas como los merluzos no hay nada que pueda detenerlos, lo único que se puede hacer es dejarlos convertidos en unos leprosos políticos, eso es lo único que funciona con ellos

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  4. EL choreo politico, como dices, es desde siempre, es ingenuo esperar otra cosa.
    Pero es diferente desmalezar Enap-Aylwin, abrirse piernas a españoles-Lagos, a la industrializacion del robo al estado de los merluzos. Una ojeada a Mosciatti.melipass que hace cualquier cosa menos tranquilizar, muestra parte de la magnitud del robo, las trenzas armadas para robar y la indiferencia a las consecuencias, ni siquiera simularon.
    Se que los chilenitos tenemos poca memoria, pero estas cosas se acumulan, y la rabia con una empresa española apitutada, es mucho menos intensa que la personal con gente y partidos con nombre y apellido, y que hasta hace pocos dias se auto presentaban, y eran creidos, como confiables y super honestos Yo creo que los merluzos no captan el daño que se hicieron a si mismos y de rebote al sistema politico

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    1. Yo me acuerdo cuando era chico tenía un tío muy querido que era director de bienes nacionales, como su cargo era alto tenía camioneta y a veces nos sacaba a pasear algún fin de semana al campo. Recuerdo que íbamos muertos de miedo por que si lo pillaban usando el behículo fiscal fuera del horario de trabajo estaba hasta las masas.

      Como dices, siempre han habido triquiñuelas, pero poco a poco ha ido creciendo el descaro y se ha ido perdiendo el miedo.

      Aquí la clave -además de la Fiscalía- es el Servicio de Impuestos Internos, que tiene todas las herramientas para captar cuando empiecen a gastarse la plata.

      Al parecer ambas redes de protección les están funcionando a los merluzos, el fiscal habla muy bonito pero al único que han metido preso es a Ancalao, que está en el nivel del pelao Rojas Vade más o menos. A los que tienen un mínimo poder no los hantocado y eso dice mucho del trabajo de Fiscalía y Contraloría.

      Para que hablar del Servicio de Impuestos Internos que no han dicho esta boca es mia. Creo que hay una enorme red de protección que está funcionando a toda máquina

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    2. Fe de ratas: behiculo está mal escrito, es behikulo

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Yours sincerely, wasting away
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