John Rawls es un nonbre que hace poner los ojos en blanco a todo progresista que se respete, en especial a los 401 progres que pasaron por la London School of Economics, más los que pasaron por Edimburgo, Harvard u otras carísimas escuelas,progres, becados por la involuntaria generosidad de todos nosotros, los giles. Hablo de tipos como Fernando Atria y otros pájarracos de la misma pluma.
La idea fundamental de Rawls era que el deber del estado era compensar la mala suerte de las personas. Se que muchos Rawls-lovers se escandalizarán al leer esto pero eso es, exactamente lo que el propone: castigar a los que tuvieron buena suerte para emparejarlos con los que han tenido mala suerte. Esta idea, absurda como pocas, tuvo una enorme acogida entre los políticos de izquierda, que la han visto como una salvación intelectual frente a la sucesión de fracasos, teóricos y prácticos, que han tenido sus antiguas teorías.
Resulta que la teoría de Rawls, presentada por la metáfora del "velo de la ignorancia" es un fracaso más de los igualitaristas, que tiene como objetivo principal atacar la llamada "meritocracia" . Aunque ha estado de moda desde hace un par de décadas, ya está apareciendo su debilidad intelectual y sus efectos socialmente perversos. La meritocracia es un temazo del cual ya escribí en otra entrada.
Chile ha sido siempre un país profundamente meritocrático, en todas las clases sociales, estamos convencidos que el mayor esfuerzo debe ser premiado y los errores o desidia deben ser castigados, por eso tratar de llevar estas ideas de Rawls a la práctica, por ejemplo al prohibir la selección en los colegios y tratar de eliminar los colegios particulares subvencionados, fueron el primer clavo del ataud político de Bachelet y su gente. Todavía no se nota mucho, pero a medida que pase el tiempo se empezará a ver el rencor y rechazo de la gente hacia los que trataron de implementar esas ideas, que han llevado a un aumento de la mediocridad como nunca se había visto antes. En fin, vamos al refrito, que creo que es un tema actual y muy importante
Todo es cancha
Es una expresión del slang chileno que se refiere a las pichangas o juegos de fútbol en la calle. La diferencia entre el fútbol profesional y la pichanga callejera es precisamente que en la calle todo es cancha, la pelota no se juega solo dentro de un espacio de pasto claramente marcado sino que en las calles existen veredas, autos estacionados, hay gente que pasa durante el juego. se molesta y puede tirar lejos la pelota. Todos estos inconvenientes de la pichanga pueden resultar injustos para uno de los equipos en un momento dado pero con la ley de todo es cancha el juego sigue de cualquier manera, las injusticias tienden a compensarse, de no ser así tampoco importa mucho porque -como son fortuitas- en un juego le pueden tocar más a un equipo y al día siguiente le tocarán al otro. Por algo los aficionados aceptan jugar en esas condiciones.
Así es la ley de todo es cancha y a eso se refiere la expresión. Me acordé de esto a propósito de un comentario al libro Que Gane el Más Mejor de Eduardo Engel y Patricio Navia, del que solo he leído reseñas pero -según dicen- enfatiza la necesidad de un sistema más justo y meritocrático para los estudiantes y, en general, entre los chilenos, donde el estado introduzca más competencia y elimine los privilegios injustos. La idea del libro Que Gane el Más Mejor hace énfasis en la metáfora de una cancha pareja, que iguale las condiciones de juego y que no sea de subida para el equipo de los hijos de los pobres y de bajada para los hijos de los ricos.
Como expresión idealista de deseos, que gane el más mejor jugando en una cancha pareja, de pasto y bien marcada donde los niños compiten en iguales condiciones en base a méritos y esfuerzo personal es una idea muy noble, pero apenas tratamos de llevarla a la práctica aparecen algunos problemas: primero que nada pensemos que implica el concepto de cancha pareja, un niño pobre está en desventaja frente a uno rico, obvio ¿que podría hacer el estado entonces para emparejar la cancha? Muchas cosas, por ejemplo darle becas al pobre, almuerzos sin costo, alojamiento, pagarle su educación -porque la educación gratis no existe- hasta aquí perfecto.
Pero si al niño pobre le va mal a pesar de la ayuda se puede argumentar -con razón- que la cancha todavía no es pareja: porque el niño pobre vive en condiciones de pobreza, así es que sería necesario que el estado mejore su casa y -si vamos a ser justos- la ponga en iguales condiciones que la casa del niño rico. Aquí la cosa se va poniendo más difícil pero no es todo, imaginemos que además le regalamos una buena casa ¿que hay de las escuelas de menor calidad a las que tuvo que asistir? es bien obvio que la familia rica puede pagar una educación primaria de excelencia en colegios caros, el estado entonces, si vamos a hacer justicia, debería pagar lo mismos millones que se gasta en educar a un niño rico para emparejar la cancha.
¿Y todo termina allí? claro que no señores, porque el niño pobre vive con una familia pobre, si pretendemos ser justos deberíamos dar los recursos para que esa familia pobre pueda vivir como ricos y así tenga preocupaciones intelectuales como leer y estudiar, en lugar de pasar el día embrutecidos viendo tele o chupando como esponjas, lo que es otra horrorosa injusticia.
Dirán que exagero, pero no es así, esa es la situación del mundo real donde solo muy pocos juegan en una cancha de pasto bien mantenida, planita y perfectamente marcada. En la realidad casi todas las personas normales jugamos pichanga en la calle, con mínimas reglas. A veces la calle es inclinada y tenemos que esquivar a los autos que pasan, Todo es Cancha en la vida real.
La cancha plana no es un concepto equivocado, lo equivocado es ponerlo como punto central de la política porque genera expectativas crecientes que -a simple vista- siempre serán imposibles de satisfacer. No existe suficiente riqueza en el mundo para construir canchas planas para todo el mundo, entonces cada vez que se promete tal cosa se genera más descontento y más injusticia de la que se quería corregir, porque las soluciones -necesariamente parciales- siempre dejan afuera a la mayoría de ingenuos que fueron ilusionados con la idea que tenían un derecho inalienable y no se lo respetaron.
La cancha plana en cambio es un buen concepto subsidiario, como premio al esfuerzo extraordinario del que se las arregla para que le vaya bien a pesar de la injusticia de las circunstancias adversas. Ayudar a esa gente no solo es un asunto de justicia sino que además un buen negocio porque el retorno social de cada persona que sale de la pobreza es muy grande para la sociedad en conjunto. Sin embargo existe mucha gente que se merece ayuda y por simple mala suerte no consigue salir adelante. En esos casos es necesario tener el corazón duro y no meter plata donde no es viable, tal como en los negocios el capital humano siempre debe estar sujeto a criterios de inversión -con cierta certeza en el retorno- y no de gasto.
Si estamos obligados por la realidad a jugar fútbol en la calle en vez de la cancha 1 del Estadio Nacional, es necesario que reconozcamos que no podemos pensar en las mismas reglas y regulaciones puntillosas que aseguren un fair play, eso lleva a injusticias aún mayores. Mucho mejor es aplicar las reglas de la calle donde todo es cancha, sin árbitros ni regulaciones. A ver si a algún economista se le alumbra y desarrolla esta idea en extenso, estoy seguro que encontraría muchos buenos argumentos para proponer un sistema mixto, donde en la base de las políticas Todo es Cancha y llegado a cierto nivel se comienza a regular para Que Gane El Más Mejor, ambas ideas no son excluyentes, al contrario, se complementan.
Si yo entendí bien, los reformistas acusan al sistema universitario de ser una prolongación de una sociedad clasista, donde ingresan los ya privilegiados para seguir perteneciendo a lo privilegiado.
ResponderBorrarPero embestir contra esas mismas instituciones para forzarlas a democratizarse y abrirse es necio.
1 - Estás reconociendo que ellas SON LO MEJOR y que necesitas asaltarla con la plebe porque tu no tienes algo similar,
2 - Los así "infiltrados" no serán socialmente aceptados nunca,
3 - Las elites que quieren y pueden seguir siendo elites se mudarán adonde sea y donde vayan serán la crema. Como cuando una playa en el océano que era exclusiva de ricos se masifica y la invade la grasa de la clase media. Pues los ricos se toman el avión a otra parte.
El mejor esfuerzo es crear una nueva mística en torno a universidades estales o no tan exclusivas, con carreras buenas, En Finlandia la clase media alta no se preocupa de poner a sus hijos en una escuela diferente porque la escuela pública es bastante buena. Y si concurren a una escuela de clase alta les queda claro que es para mantener vínculos sociales con su clase, no por calidad educativa.
Por lo demás el sistema público hizo agua en Latinoamérica hace rato. Mi mujer y yo somos primera generación de universitarios en cada una de nuestras familias; a nuestro segundo hijo ya le dijimos que acelerase su proceso pasándose a la "católica" y al último pensamos mandarlo a una privada, si es que podemos, desde el primer día. Nos convencimos que la estatal es un hormiguero de gente con mal servicio, sobre todo porque la política "inclusiva" obliga a dar cursos básicos y de nivelación a miles de aspirantes, la mayoría de los cuales queda en el camino tras unos años en vez de quedar liberado tras un examen de ingreso fallido como era antes.
Entonces, los hijos de la clase media que se educó en el Estado son enviados por sus padres al sistema privado. Cierre de un ciclo. Uls
Leyendo la columna de hoy, que está más que vigente, me recordó las palabras de Nicolas Eyzaguirre y su frase "hay que bajar de los patines a uno para que ambos corran en igualdad de condiciones". Esta claro que eso no es emparejar la cancha, sino que nivelar para abajo, como lo hacen los progretontos, para arrastrarlos hacia su mediocridad.
ResponderBorrarEl mundo nunca fue parejo para todos ni jamás lo será, aunque hagan millones de fantastillones de leyes que quieran regularlo.
Quien quiera usar como "modelo socialista" a los países nórdicos es simplemente pecar de ignorante, pues estos países, todavía son monarquías.
Así es Ulschmidt, en Chile el análisis no solo se hace en las universidades sino respecto de todo el sistema, partiendo por la educación primaria que se presenta como "un sistema para perpetuar las estructuras de clase, que asegura que los pobres sean cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos".
ResponderBorrarEs un análisis absurdo que cierra los ojos a la realidad. En USA también han tratado de hacerlo obligando a los niños a ir a escuelas públicas mezcladas a la fuerza y el resultado siempre ha sido espantoso: se derrumba todo el sistema, la calidad de la educación se va al suelo, etc.
Cualquier educación que se use como herramienta igualadora siempre fracasa, porque nos educamos para DIFERENCIARNOS, para ser mejores que los demás, no iguales. Si en la escuela o en la universidad nos garantizan que todos seremos iguales, entonces ¿para qué diablos estudiar? Es evidente que bajo una educación igualadora ni los alumnos tienen razón para estudiar ni los profesores tienen razón para enseñar, la igualación siempre lleva a la mediocridad general y a la inutilidad del estudio.
Si la educación no nos diferencia entonces no sirve para nada, no nos agrega valor y no vale la pena estudiar. Eso es lo que está pasando ahora, que la educación formal no tiene valor y es una enorme pérdida de tiempo y plata porque no cumple con el propósito de desarrollar las potencialidades de las personas.
Excepto, claro, la educación privada, exclusiva y carísima, adonde todos los progres mandan a sus hijos. En el fondo la educación igualadora es la que eterniza las estructuras de clase, porque crea un sistem gratis completamente inútil y uno pagado, carísimo, para los que quieren educarse de verdad.
José, Nicolás Eyzaguirre se ha mostrado como el boludo más grande que ha pasado por nuestra política. Un ejemplo perfecto del incapaz que por sus conexiones familiares y políticas ha llegado a puestos que jamás debió ocupar.
ResponderBorrarNo es por defender a Eyzaguirre, ni a los progres, pero es probable que no se trate de cretinismo sino de estrategia deliberada. Destruir las opciones de los mas capaces, achatando a todos, los preporcionaria el pais de popularicos sin esperanza, resentidos y furiosos que necesitan.
ResponderBorrarTatan mando un proyecto para reponer una timidisima seleccion, y una minima opcion a los padres; veremos si logra algo, aunque conociendo al personaje y su gobierno lo dudo.
Wilson, es un ejemplo típico de opciones declaradas vs. opciones reveladas
ResponderBorrarLa opción declarada es la justicia social, ayudando a los más pobres y perjudicando a los más ricos (fin de selección en escuelas gratuitas del estado)
La opción revelada es que mandan a sus propios hijos a colegios selectivos, particulares y carísimos.
Los que hacen encuestas saben de eso.
La educación tiene ser selectiva, tanto en los colegios, liceos o escuelas y las universidades. Con la tontera la gratuidad, la mayoría de los estudiantes no terminan la carrera, lo que crea un barril sin fondo o deuda a las universidades.
ResponderBorrarUn profesor comentó que en el siglo XIX a los estudiantes de derecho debía saber latín. Alguien dirá que servirá o no, pero era la exigencia.
Otra que está al mismo nivel de Eyzaguirre, es la propia Bachelet, quien dijo desde su alto puesto de Comisionada de los Derechos Humanos, que los estudiantes no debían preocuparse por pagar, como si nadie pagara.
Hay miles de historias en que personas con pocos nivel de estudios han salido adelante, sin entrar a la universidad y, otros con estudios han fracasado.
Ahora Chile tenemos una compañía de doctorados que no encuentran trabajo.
Javier, uno de los grandes errores de los políticos y mucha gente común es creer que masificando la educación iba a subir masivamente el nivel económico de las personas, esa fue la "teoría Brunner" por efecto de esto la educación ya no agrega valor, porque solo lo escaso es valioso.
ResponderBorrarEn Chile vimos el efecto de masificar la educación y precarizarla, porque ambas cosas van de la mano, al punto que la educación formal se está convirtiendo en una estafa: venden papeles a precio de oro llamados "títulos" que no valen ni una fracción de lo que cuesta obtenerlos. Y lo peor es que no estafan quitándole plata al estafado, sino que a todos nosotros. Se está arruinando al país para pagar la estafa llamada "educación gratis para todos", que ni es gratis ni educa en lo más mínimo. Es toda una simulación para cazar incautos