Ensayos impopulares: el humedal del Río Lluta

Me acordaba de los "ensayos impopulares" de Aldo Mariategui en la prensa peruana, no es que le esté copiando la idea, pero cuando gran parte del mundo se vuelve tonto y loco es inevitable tener opiniones impopulares. El negocio de las acusaciones sexuales es un asunto impopular que poca gente se atreve a mencionar, no es políticamente correcto decir que todo acusado -cualquiera sea el delito- tiene derecho a un juicio justo y solo puede ser condenado cuando se demuestra su culpabilidad más allá de toda duda.

Nuestra sociedad millenial, manejada por infantiles, donde una niñita sueca que recita estupideces es enaltecida por los medios de comunicación y tiene tribuna en los foros de las Naciones Unidas como si fuese una autoridad, siendo que no tiene los más mínimos conocimientos sobre lo que está hablando. En la sociedad millenial no es necesario argumentar ni tener conocimientos ni analizar, basta con recitar clichés en discursos cargados de emotividad y absurdo, ese es el nuevo paradigma.

Los niños mandan ahora y hacen una estupidez tras otra, pero como son niños, hay que entenderlos y soportarlos. En Arica tenemos un diputado millenial, elegido gracias a que gastó mucho más en la campaña que sus competidores cercanos, aplicó la receta de su tutor Fernando Flores quien para la campaña trajo un circo que daba funciones gratis y se ufanaba que el puesto de senador le había costado un millón de dólares, solo le faltó el pan. Nuestro millenial siguió la receta, financiado por quien sabe quien y la repitió colocando al alcalde millenial, bajo el mismo esquema de una costosa campaña. Con plata se compran huevos dice la sabiduría popular. En nuestra ciudad también mandan los niños.

Estos niños no son necesariamente jóvenes, en el consejo municipal también hay gente madura y hasta ancianos con el cerebro de un niño, es muy divertido ver las sesiones del consejo, me hacen acordar esos "consejos de curso" que se hacen en las escuelas donde los infantes ventilan sus peleas y exhiben sus egos. Cada cosa que se discute en la municipalidad es un espectáculo penoso pero también divertido.

El último capítulo de esta ópera bufa es la "discusión" del plano regulador de la ciudad donde, como es costumbre en Arica, todos tratan de hacer su negociado particular disfrazando sus intereses personales como políticas de "bien común", cuando esto lo hacen políticos astutos es interesante, pero cuando es protagonizado por bobos el espectáculo es penoso.

Los planos reguladores en el fondo son un conjunto de prohibiciones, que impiden hacer actividades en ciertas partes de la ciudad y si bien tienen algún sentido en teoría -a nadie le gusta que al lado de su casa o en medio de su barrio le instalen una fábrica- normalmente se prestan para toda clase de cuchufletas para forrarse de plata, especialmente inmobiliarias.

También los planos reguladores sirven para objetivos políticos, porque nuestros millenials usan las banderas ambientalistas para cazar giles. Y  eso justo es lo que están haciendo ahora, cuando el Concejo Municipal acaba de aprobar en su último calducho, por votación unánime agrandar el área de protección del Humedal de Lluta desde las 30 hectáreas actuales a 511 hectáreas, total, votar es gratis. Tal como los niños, pueden decidir a su antojo lo que crean que les va a traer votos, que diablos importan las consecuencias.

Con esta decisión en tres años más el uso del suelo en estas 511 hectáreas se va a gravar como parque urbano. Pero hay un detalle, y es que buena parte de estos terrenos tienen propietarios y estos tienen tres años para subdividir y vender lotes de media hectárea.

Estos terrenos privados no hay posibilidad de expropiarlos en el actual marco regulatorio, los movimientos ecologistas no tienen ni la más remota intención de meterse la mano al bolsillo para comprar los terrenos y el estado no consulta la adquisición de terrenos particulares.

O sea los terrenos particulares, seguirán en manos de particulares pero bajo un esquema de "protección", que demarcará un parque urbano al cual nadie podrá entrar, porque los dueños, en atribución a su derecho de propiedad podrán cercar sin ningún problema, cosa que sin duda harán.

En el fondo la situación es esta: el honorable (?) Concejo Municipal, por simple votación decidió que terrenos con propietarios particulares deben ser parques urbanos ¿que pasaría si me dicen que mi casa de aquí a tres años será un parque urbano y no podré construir nada en ella? Primero que nada no permito que nadie ponga un pie dentro, luego veo la forma de venderla o liquidarla, es lo lógico ante esta expropiación encubierta. Ojo, que los "parques" seguirán siendo propiedad privada.

La verdad del humedal la conté hace tiempo, en mi entrada Los pajaritos, los amantes y el santuario. el humedal dejó de ser un "santuario de la naturaleza" desde mediados de los años 90. En 1993 (si la memoria no me falla) se constituyó CORDESERVIU, una sociedad formada por la corporación privada Cordenor y el estatal Servicio de Vivienda y Urbanismo para desarrollar la costanera norte de la ciudad a lo largo de la playa de Chinchorro

Hasta entonces las Playas Chinchorro y Las Machas,de varios kilómetros de largo eran arenales abandonados, con un camino pavimentado que llegaba apenas a la Avenida Antartica y que muchas veces desaparecía cubierto por la arena. Más allá hacia el norte y no se podía entrar a riesgo de quedar enterrado en la arena, excepto por una entrada que había hacia el hipódromo y otra por Villa Frontera (que en esos años se llamaba "Gallinazos"). Por esa última entrada, después de un retorcido camino donde transitaban muy pocos, se llegaba a la desembocadura del Río Lluta, que era un lugar muy aislado de la ciudad.

Allí anidaban miles de pájaros, ese era el verdadero santuario donde unas nubes impresionantes de aves tapaban el cielo volando en perfecta coordinación, era un gran espectáculo. Pero inevitablemente llegó el momento de desarrollar las playas de Chinchorro y Las Machas, la sociedad CORDESERVIU loteó los terrenos, se construyron algunas casas de lujo y los tres edificios altos que hoy existen en esa playa: Tiawanaku, Skorpios y Orotambo.

Todo se transformó para mejor y las playas se convirtieron en las mejores de la ciudad, pese a que Las Machas es peligrosísima para entrar sin chaleco salvavidas, en Chinchorro uno se puede ir hasta adentro del mar caminando sin hundirse, son playas espectaculares y de varios kilómetros de largo.

El camino pavimentado siguió hasta un poco más allá de la desembocadura del río, conectándose con Villa Frontera, ese proyecto fue una de las obras de urbanismo más valiosas en la historia moderna de la ciudad, a pesar que quedó trunco por problemas legales y de plata, pero creó un valor enorme y hoy está repleto de bloques de edificios de cinco pisos en condominio a cierta distancia de la costa, que constituyen un buen rompeolas para cuando llegue el próximo tsunami.

Con ese camino se terminó el santuario, se fue al diablo porque el paso de los vehículos, la gente y sobre todo los perros semi salvajes que dominan ese terreno hicieron desaparecer a gran parte de las especies de aves que allí anidaban. Hoy todos hablan de un supuesto "santuario de la naturleza" que no existe, es un invento que da de comer a políticos y ambientalistas sinverguenzas.

Claro que quedan aves, poquísimas en relación a las que habían antes que se hiciera el camino y se poblara la zona. Son las aves que se han adaptado para convivir con el tráfico de vehículos, veraneantes y con los perros asilvestrados. Las aves se fueron a anidar hace años a las abundantes bocas de río que hay en las costas del Perú, simplemente se cambiaron de casa a otro lugar más tranquilo e inaccesible. Donde si hay una especie de santuario de la naturaleza en Arica es en el Vertedero Municipal, donde se bota la basura, que s visitado por abundantes especies que se alimentan de los desperdicios. Claro que es mucho menos glamoroso que el antiguo.

Es la historia del mundo, unas especies desplazan a otras, lo más normal que vine ocurriendo desde que existe vida en la tierra. En mi opinión el desarrollo de la Costanera Norte fue de extraordinario valor además de inevitable, porque la ciudad tiene poquísimo terreno apto para construir y los humanos tenemos apego a vivir junto al mar pese al riesgo de tsunami, cuando pasen las desgracias, ahí vemos.

Por mientras los políticos, millenial y viejos-niños con demasiada solución salina en el cerebro, siguen hablando de un "humedal" que es apenas un pequeño charco barroso y de un un "santuario natural" que dejó de existir hace como 25 años atrás, todo para cazar giles -es decir votantes- que son más tontos que ellos y les creen. De paso toman decisiones estúpidas e inútiles que sin duda van a acelerar el deterioro.

Si de verdad les interesara hacer un parque natural bien cuidado, lo obvio es que negocien garantías y condiciones con los privados para que combinen el negocio inmobliario con la protección de una franja acotada. De esa manera hasta se podría crear un verdadero parque natural, protegido y cuidado gracias al diabólico lucro, porque todos sabemos que cuando los angelicales funcionarios del estado se hacen cargo, lo único que son capaces de producir es robos, negociados y terrenos baldíos. Que es lo que va a pasar gracias a la estúpida votación del Concejo.