24 enero 2021

El estado físico


Me da
vergüenza escribir esto. Durante toda mi ya larga vida yo me había burlado de las personas que se preocupan por su salud y por su "estado físico", siempre consideré un poco gay eso de hacer ejercicios, y para qué decir ir a un gimnasio, en el mejor de los casos lo consideraba como cosa de narcisistas, para no decir derechamente de yeguas sueltas, para que hablar de eso de ir a saunas o "baños turcos" como se llamaban en mis años: hasta el día de hoy nadie me saca de la cabeza que van para allá a puro "vitrinear". En fin, que me digan maricón reprimido o lo que quieran, pero así es como yo lo veo.

Claro que he tenido mis renuncios y excepciones. En el primer año de universidad, como no sabía hacer ningún deporte me tuve que inscribir en atletismo, esa vez nuestro profesor fue Jorge Diaz, entrenador de los atletas más exitosos que hemos tenido como Emilio Ulloa y muchos más. Yo tenía terror de hacer el ridículo el primer día, cuando nos hicieron el test de Cooper, pero justo un compañero era atleta de nivel nacional y me empezó a ayudar. 

Cuento corto, me empecé a aficionar con las carreras de fondo y después nos enviciamos, los que lo han hecho saben lo adictivo que puede ser correr, estuve un año en eso y después -menos mal- se me pasó, de otra manera hoy sería un maldito Forrest Gump y andaría corriendo entre Alaska y la Patagonia, ida y vuelta sin parar. Correr es un verdadero vicio, tan adictivo como una droga para algunas personas. Muchos años después Tom Wilke, que fue psicólogo de atletas de alto rendimiento me explicó que no era una locura mía sino un efecto muy real de las endorfinas en el cerebro.

Después de eso retorné a mi habitual molicie durante muchos años, aunque alrededor del año 2000, cuando tenía 45 años y sentía terror por el agua me hice amigo del gran Pablo Pino, el mejor entrenador de natación que ha tenido Arica y uno de los más grandes de Chile. "¿Así que le tenis miedo al agua?" me dijo "ponte short y ven para acá, en quince minutos estarás nadando".

No le creí nada, pero tampoco quería quedar como cobarde, así es que le hice caso y efectivamente, en 15 minutos, tal vez menos, ya era un nadador medianamente competente. Expliqué el "método Pino" sin flotadores ni nada en la piscina olímpica de 2 metros primero y después en la fosa de saltos de 5 metros, en mi entrada "Natación para dummies" hace muchos años atrás. 

La sensación de nadar es tan deliciosa que cuesta mucho explicarla, tirarse de frente contra una gran ola (acá le decimos "tumbos") que rompe en la costa para salir como cohete produce una euforia increíble, lo mismo que nadar parejo, muy despacio, durante una hora los 50 metros de la piscina olímpica sin parar. El relax que nos produce nadar despacio es otro de los grandes placeres de la vida. Estuve nadando un año todos los días y cuando me di cuenta que me estaba enviciando comencé a dejarlo, ahora hace años que no me meto al agua.

Aparte de esos dos renuncios, siempre traté de llevar un estilo de vida basado en la molicie, evitando toda clase de esfuerzo físico al tiempo que me daba a toda clase de gustos poco saludables, partiendo por el alcohol. las masas de toda clase, todo tipo de grasas y cosas por el estilo. Como tengo estructura de ectomorfo (flaco) me empezó a crecer la barriga y de pronto tenía unas tetas que muchas amigas me envidiarían, manteniendo el resto del cuerpo flaco y suelto.

Para entretenerme en mis ratos de ocio, me pegaba en el estómago y me divertía ver como la gelatinosa masa de grasa entraba en resonancia vibratoria, era muy divertido y se lo mostraba a medio mundo en la playa. Los brazos empezaron a crecer como unas alas de murciélago de pellejo suelto y no tenía fuerza en las manos ni siquiera para abrir un frasco. Igual estaba muy orgulloso de mi barriga cervecera, pese a que parecía una serpiente que se ha tragado una pelota de fútbol.

Todo iba muy bien, pero desde los 60 años empecé a sentirme mal. En verdad siempre había tenido síntomas cardiacos porque esa es la muerte de toda mi familia, mi mamá y todas mis tías han muerto de eso y mi hermana también sufre de lo mismo. Yo no me preocupaba mucho porque estaba acostumbrado al dolor agudo en el lado izquierda del pecho, al sentimiento de opresión y otros síntomas bien desagradables, pero con el tiempo estos empezaron a aparecer cada vez más seguidos y más fuertes.

Un día me tomé la presión donde McDonnell y me dio 200/90, al día siguiente me la volví a tomar y salió 160/103, mi amigo, que entonces tenía como 77 años, me dijo que él se encargaría de mi funeral rn lugar de al revés, como habíamos pensado.

Entonces me preocupé un poco y me fui de interconsulta con el doctor Google. En realidad tenía la presión muy alta y la receta era ejercicio y dieta. Así fue como me puse en campaña, más o menos a comienzos del años pasado.

¿Qué ejercicio hacer? Ni por broma iba a trotar de nuevo, creo que trotar es malo para la salud, para los tobillos, rodillas y espalda que también me daban fuerte dolores en ese tiempo, descartado el trote. Tampoco la natación porque con los años me he puesto friolento, además nadar requiere de cierta logística como permisos para usar la piscina y todo eso, también descartado.

Así es que me acordé de mi amigo Rudy, instructor de pilates que después de unos años en Arica volvió a Nueva York y recordé algunos de los ejercicios que hacía, Lo que a mi más me gustaba era que los ejercicios se hacen acostado, ideal para un flojo como yo. Tengo un colchón inflable en mi oficina así es que allí diseñé mi rutina. La idea era hacer ejercicios suaves pero constantes, que es más o menos la idea del pilates, nunca quedar agotado o sentir dolor.

Después de ir probando llegué a la rutina que hago ahora, no todos los día pero si varias veces a la semana. Acostado en el colchón hago 400 "bicicletas" en el aire. empecé con 100, pero las fui aumentando y llego fácil a las 400 sin cansarme demasiado. Después de eso (siempre acostado de espaldas) levanto 50 veces cada pierna y mientras lo hago puedo sentir como se activa la circulación. Enseguida hago 40 "tijeras" en el aire (el ejercicio que hacen los nadadores para practicar el pataleo)  y termino con 41 veces levantando ambas piernas juntas, para fortalecer los músculos abdominales.

Después de eso tengo una pesa chiquita de 7 kilos que la levanto también 41 veces, enseguida hago 10 sentadillas levantándola por sobre la cabeza y la levanto 6 veces con cada brazo. Esa es mi rutina.

Los resultados han sido espectaculares, seguro que eso no me va a salvar de un ataque al corazón, pero al menos no andaré con dolores ni opresiones molestas, todo eso desapareció. También se esfumó un dolor punzante que tuve durante años en el dedo gordo de mi pie izquierdo, tal vez debido a la gota o quien sabe que, pero ya no más. Los dolores de espalda, antes frecuentes, los tengo cada vez menos,  en fin ¡estoy como tuna!

Mi presión también mejoró espectacularmente, hace unos días me la tomé donde McDonnell y me dio 110/70, el valor ideal. Pero lo mejor fue hace dos días, que le ofrecí a mi amigo sacarle un montón de escombros que afeaban su patio. Al principio se veía fácil pero había que tirar pala para mover tierra y piedras, mover grandes tablones y estructuras de fierro, entonces empecé a transpirar de verdad. 

Al final había que mover 12 paquetes de cerámica de 30 kilos cada uno, pensé que con eso si que me iba a romper la espalda, pero tenía que probar si el ejercicio me había servido, así es que -uno por uno- los fui levantando y moviendo. Cuando terminé pensé que iba a quedar lisiado, pero nada de eso, me sentía bien, sin tirones musculares ni nada. Descansé un rato y me tomé la presión, que dio 120/80, todo perfecto. Han pasado dos días y no sentí agujetas, dolor de espalda ni malestar de ninguna clase, es extraordinario.

Moraleja: ¿quiere decir esto que recomiendo hacer ejercicio siempre? ¡Claro que no! Yo creo que el ejercicio no hay que hacerlo para prevenir, sino para curar, si hubiese hecho estos ejercicios durante muchos años tendría un metabolismo acelerado y seguramente me habría hecho más mal que bien. Haciéndolo cuando el cuerpo ya estaba en decadencia, permitió curarme solo, sin doctores ni pastillas. Al menos así es como yo le siento. De hecho me siento mucho mejor ahora. 

A propósito, mi ex barriga cervecera hoy está dura como palo y a veces me entretengo moviendo las "lagartijas" de mis biceps (no me da para lagartos) ¿me estaré poniendo medio gay? Bah, no se metan, es mi vida ¿ya? Jajaja

21 comentarios:

  1. Más o menos siempre he tenido la misma impresión de los deportistas. En Chile, antes de esa obsesión por la vida sana, el "deporte" consistía en ir a jugar a la pelota los fines de semana; y, para los más avezados, hacerlo en algún club de barrio.

    Yo tampoco fui bueno para los deportes; las clases de gimnasia eran una verdadera molestia. Todavía recuerdo las vueltas a la Laguna Redonda de Lorenzo Arenas, en Concepción y las 5 vueltas a las distintas manzanas de las escuelas donde estuve.

    El agua siempre me fue esquiva. De muy chico me llevaban a las playas del litoral de la 8va región. Recuerdo Cocholgüe, en que las olas rompían tan "fuerte" que le dije a mi abuela y su hermana "Esto es el colmo, hasta cuando me torturan". Es que había escuchado muchas veces la palabreja.

    Nunca aprendí a nadar. Pese a que en San Pedro siempre me llevaban a la Laguna Chica (ya en ese entonces la Laguna Grande era considerada "peligrosa") y de vez en cuando a Playa Blanca en Coronel. Después, cuando era "más grande" (10 años), me lo pasaba cazando pancoras en el río que pasa por Río Negro de la X región (que no es el Río Negro, que pasa a varios kilómetros y que es "negro" por los pozones que tiene).

    En mi adolescencia de los 90 fue el "boom" del basketball. Como varios de mis compañeros y amigos veíamos los partidos de la NBA, formamos un equipo (hasta tuvimos un entrenador, pololo de la hermana mayor de uno) e íbamos a jugar a alguna cancha disponible. La que casi siempre usamos era de una iglesia mormona... Lo mejor de esos entrenamientos eran las cervezas que no tomábamos después.

    Hoy, ando en las mismas que tú, pero con 20 años menos; por suerte soy de presión baja (creo). Todavía conservo la "partida de caballo inglés" así que puedo hacer trabajos pesados, claro que después tienen que rearmarme como a un mecano.

    ResponderBorrar
  2. Ah Challenger, ahora que lo mencionas, creo que mi fobia a toda clase de deportes fue por la experiencia medio traumática en el Liceo Valentín Letelier con el salto al caballete, en esos años se entendía como una forma de "templar el carácter", para mi fue todo lo contrario parece.

    La natación en el sur es imposible por el frío, las playas malas y el oleaje a menos que uno esté forrado en plata y pueda usar piscinas temperadas. Arica es el paraíso de los nadadores, pero yo igual soy friolento así es que tiene que hacer un calor enorme para que decida meterme al agua. Además le tengo terror al mar, nunca me metería a nadar en mar abierto por las corrientes, pura piscina nomás y playita hasta el cordel.

    El basket es el deporte ideal para el sur de Chile, Muerto Montt y todo Chiloé viven alrededor del basketball, tengo extraordinarios recuerdos de eso, aunque solo como espectador.

    A mi me asombró haber quedado bien después de levantar cosas pesadas y tirar pala, nunca antes había sido capaz de algo así sin quedar lesionado. Es increíble lo que puede hacer solo un ejercicio suave pero constante

    ResponderBorrar
  3. De 3 básico con el cuentito de los caballetes. Esa también fue una experiencia traumática.

    Una vez "templando el carácter" no sé cómo no quedé en silla de ruedas con un ejercicio que consistía en hacer la posición invertida arriba del caballete y "caer suavemente". El profesor quedó tan asustado que nunca más me pidió saltar nada y yo menos le hubiese hecho caso.

    ResponderBorrar
  4. Lo felicito sinceramente. Yo tengo que hacer una cosa así, una rutina. Siempre dije que cuando me mude a las sierras - para lo cual no tengo reservado ni un ladrillo - voy a salir a caminar por los bosques, pero donde vivo de verdad no me da ganas de caminar. Voy a llegar al cementerio antes que a las sierras. Presión alta si tengo, a menudo registro 16 y hasta 20. Tomo un par de pastillas para eso y el médico que me las recetó me dijo, en ese justo momento, que si hiciera ejercicio no las necesitaría.
    Todo otro amague de ejercicio, como usar la bicicleta donde vivo en vez de auto, es poco. Vivo en un lugar muy chico y no tengo tanto trámite que hacer. Decididamente hay que adoptar una rutina, darle un horario de cumplimiento y cumplirla.

    ResponderBorrar
  5. Hola, buen dia.Te cuento.
    Teniendo tu misma edad y residiendo en Arica hace un tiempo, tuve el mismo inconveniente tuyo.
    Visité un gimnasio,creyendo que era la solución al estado fisico.Pero,la verdad, terminó aburriendome.
    Hoy,y cuando el tiempo y y el "bicho" lo permiten, recorro el borde costero
    -hacia el Sur-,pescando un poco y mariscando(me preparo unas almejas con piures,que son una delicatessen, jeje.)
    Esta actividad terminó siendo muy reconfortante y sana.Combina caminata,
    aire costero puro y sol e introspección/meditación-si uno,así lo
    desea o también una buena conversación.
    Bueno amigo, te lo recomiendo, solo hay que descubrirlo. Es adictivo jaja.
    Ha,de pasada te invito y tambien a quienes quieran hacerlo.
    Mi nombre es: Carlos Antonio Pacheco Carvallo. C.I. 7.191.361-9.
    Celular: 949676925.
    Saludos desde Arica.

    ResponderBorrar
  6. Vivir a la orilla del mar es envidiable.
    Tienes un abanico de posibilidades extraordinarias. Lo mismo en alguna ciudad sureña con sus alrededores. Pero para mi el mar siempre gana.
    El enemigo público número uno de Chile debiera ser Pedro de Valdivia. Que le costaba caminar un poco más al flojo.
    Mira a Carlos. Camina por la orilla costera pescando y mariscando. Y si yo quiero salir a tomar aire, tengo que ir al Cajón del Maipo en auto con miles de otros autos, haciendo filas interminables. Una mierda. Toda mi envidia Carlos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sr. Jorquera,como está Ud.
      Sin lugar a dudas,el mar y el borde costero, ofrecen múltiples opciones de actividades físicas, de recreación y paisajisticas.
      Arica,tiene éso y más. Esto sin considerar el clima, que es idel y que el Ariqueño no ve,por tenerlo muy cerca de sus narices,como dice el Sr. Bradanovic.
      Bueno, así es la cosa.
      Por otro lado, si,es un privilegio envidiable tener todo a mano en ésta ciudad, pero no siempre fué así.
      Viví muchos años en la Florida-Stgo (V.Mackenna/ A.Vespucio,P-14.) hací que se de que hablas y del estrés que provoca, desmotivando cualquier intento de actividad recreativa.
      Personalmente, me convencí que Stgo,NO es Chile, jajaja.
      Saludos desde Arica.
      Carlos Antonio Pacheco Carvallo.

      Borrar
  7. Concuerdo con eso que para los Dolores físicos lo mejor es comenzar a ejercitar el cuerpo, lo he comprobado, yo tengo un gimnasio en casa y tengo mis periodos trimestrales que le doy duro a las pesas y ejercicios, y otros en que me come la flojera hasta para limpiar el polvo de las pesas...a diferencia mi cuerpo es endomorfo, lo que bajo en 6 meses lo subo en 1 mes si no me cuido 😥

    ResponderBorrar
  8. Challenger, la educación "de antes" era muy buena en algunas cosas y horrible en otras, el Valentín Letelier en mis años era uno de los mejores colegios de Chile, pero sus métodos eran a veces bastante truculentos.

    Nos hacían cazar sapos que anestesiabamos con cloroformo y los abríamos vivos para ver como funcionaban. Después había que cortarles la cabeza porque no se podían armar nuevamente. entonces el profesor nos divertía poniéndo corriente a la pata. También lo hacíamos con conejos, lagartijas y todo eso.
    En mi sala de clases había un ornitorrinco disecado ¡no es broma! y unas repisas con fetos en diferentes fases de gestación. En el Liceo de Ancud había un esqueleto llamado "Pepo", material para infinitas bromas, especialmente los internados. En fin, otros tiempos y eso de "forjar el carácter" no era chiste, aparece hasta en el himno del liceo "tensad los nervios y sonreid"

    Ulschmidt entiendo perfectamente lo que dices porque pasé por todas esas etapas. Creo que lo más recomendable es partir con algunos pocos ejercicios muy suaves -por ejemplo antes de acostarse- e irlos aumentando.

    Eso de la bicicleta aérea, las tijeras y levantar una pierna se puede hacer perfectamente en la cama, partiendo con 10 o 20, todo eso es bueno para mejorar la circulación, uno de los grandes problemas.

    Lo otro muy importante es levantar pesas y ejercitar los músculos abdominales. Lo mejor en este caso son pesas muy livianas pero ir aumentando la cantidad de veces en el tiempo. Yo empecé con una pesita de 5 Kg que la levantaba 10 veces. Luego fui aumentando a 40 veces que es mi límite (más de eso ya me siento cansado) y le agregué 2 kilos más. Con 7 kilos estoy listo.

    Para el corazón y la presión las pesas son lo mejor que existe, siempre y cuando uno no se envicie y empiece a exagerar. Creo que lo mejor es parar apenas uno empieza a sentirse agotado. Eso de que "si no duele no sirve" yo creo que es una gran estupidez y masoquismo, nada más.

    La clave es hacer muy poco esfuerzo, pero constante. Me resultó muy bien a mi y no cuesta nada.

    Hola Carlos, coterráneo! Te cuento que me encanta la pesca, aunque soy n principiante absoluto en eso, tngo cañas, anzuelos, nylon y plomo acumulando tierra desde hace mucho tiempo, porque me cuesta mucho animarme a salir, soy tan flojo que solo salgo a pescar una o dos veces en el año, pese a que mis amigos siempre me insisten que salga. A lo que si tengo fobia es a hablar por teléfono y por chat, es una cosa medio extraña pero muy real, me pone enfermo hablar por teléfono. Algún día en el futuro demás nos juntamos y sacamos cañas y anzuelos, yo soy completamente novato en eso y nunca he pescado nada, pero me he divertido mucho tirando anzuelo en Las Machas las pocas veces que he ido.

    Marcelo, tienes toda la razón. Desde mi casa hasta la playa yo puedo ir incluso caminando sin problema, es maravilloso. Tal vez por esa misma facilidad es que uno no hace nunca esas cosas, el tener todo a la mano nos pone extremadamente flojos y no muchos se deciden -como Carlos- a salir de la cueva para ir a la playa en lugar de mirarla de lejos, como hago yo -ocioso- desde mi ventana

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Sr. Bradanovic, yo por acá nuevamente para contarle más en detalle ésta multi-actividad, como la he definido y considerado que -por supuesto- el "andamiaje" está en proceso de fatiga de material y oxidación jejejeje.
      Personalmente, comienzo con un poco de elongacion y comienza la caminata hacia el borde costero (si voy mas lejos,viajo en moto). Ya,estando en el punto de partida, ejercito con mi báculo (palo recto de 1.60 aprox.)e inmediatamente comienzo a caminar/subir y bajar por las rocas(trabajo de piernas),oteando y en marea baja,los eventuales moluscos(léase lapas, locos,erizos,almejas,piures) y hasta pulpos he pillado,que se cruzan en mi ruta depredadora.
      Jeje, lo de depredación es broma. Los mariscos y los pulpos, es la santa verdad,como lo son las empanadas fritas preparadas con estos sabrosos "bichitos" que no se quedan atras en la preparación de una "criaturera" paila fria de mariscos,con su correspondiente Sougviñon blanc,y estaría todo dado para el éxito...o no ??.
      Bueno, esto lo cuento solo para "florearme" un poco de mis habilidades culinarias...nada más, jeje.
      Y,volviendo a lo que nos convoca, le contaré que la vuelta a casa y después una estimulante ducha,el reparador descanso es indescriptible, se duerme como un bebé y a pata suelta...impagable.
      En cuanto a pescar,esto es eventual y por lo general lo práctico en la Caleta de los pescadores,capturando pequeños roncachos, cabinzas y jerguillas,las mas grandes,candidatas para el sartén y las chiquitas,de vuelta al agua.
      Es muy relajante y estimula la introspección.
      Bueno Sr. Bradanovic,no olvide que no solo la mente y el cerebro necesitan ejercitarse,
      el cuerpo,también,no sea cosa que la "parca" nos pille de sorpresa o volando bajo, antes de lo que pensábamos o creíamos.
      Ahora hoy, cada día, hora y minuto es vida, mañana...quién sabe.
      Saludos desde Arica, a Ud.y los suyos.
      Carlos Antonio Pacheco Carvallo.

      Borrar
  9. Rodrigo, lo mejor yo creo es no exagerar con el ejercicio, por eso de que es adictivo. Parece broma pero es verdad, el efecto en el cerebro es muy parecido al de las drogas, cuando haces ejercicios muy fuertes se liberan endorfinas, te sientes muy bien pero muchas veces el cuerpo se perjudica o se lesiona. Por eso yo refiero un ejercicio ligero pero constante.

    Para los dolores es lo mejor, sin duda, yo he podido comprobarlo

    ResponderBorrar
  10. Detesto hacer ejerccio, me parece que la verdadera maldicion al salir del paraiso fue condenarnos a movernos. Dios ( o dios), es un sadico.
    Lamentablemente una de las pocas cosas en nutricion, salud, prevencion, etc, donde hay consenso es en la necesidad de moverse. Los beneficios son multiples y estan documentados experimentalmente.
    Como curiosidad una tipa que lei hace poco, alega evidencia que se "fabrican" nuevas neuronas en dos areas del celebro, bulbo olfatorio, y en el hipocampo, y estas ultimas son claves en la salud celebral. En mi opinion exagera un pocO en las implicancias, pero sus evidencias son parte del consenso de hoy. Es Wendy Suzuki, hay abundantes link

    ResponderBorrar
  11. Yo creo que el ejercicio si no es moderado resulta peligroso y dañino, he tenido muchos amigos deportistas y atletas, casi todos son enfermizos: problemas de articulaciones, dolores, cardiacos, lesiones, toda clase de problemas de salud.

    Creo que la gente que hace ejercicio toda su vida terminan con tantos problemas o más que los que no hacen nunca. Lo bueno es -yo creo- el ejercicio muy moderado, es increíble el poder curativo que tiene el ejercicio moderado y constante.

    Yo comparo el ejercicio con el vino "si una copita es buena ¡cómo será una garrafa!" dice la gente. Y se equivocan, lamentablemente.

    ResponderBorrar
  12. NO hay que olvidarse que Kenneth Cooper, el inventor del famoso test de Cooper, se murió de un infarto mientras trotaba. n buen ejemplo de como el vicio del deporte puede matar

    ResponderBorrar
  13. Igual un par de años fui al gimnasio porque estaba súper avejentado pese a ser veinteañero y tenía un estado físico tan paupérrimo, que no podía ni ayudar en la casa porque quedaba para la corneta. Junto con eso tenía un problema de hipersuduración que increíblemente se pasó como a los cuatro días de gimnasio. Obviamente con la pandemia no pude ir más, pero claramente tengo una condición física que si bien no será la ideal ni mucho menos, ciertamente es mejor a la cual podría haber tenido de no haber ido nunca.

    ResponderBorrar
  14. Yo creo que cuando joven es mejor ser flojo, mucha gente empieza a "entrenar" o practica deportes a los 20 y se envicia, el metabolismo se les acelera y a los 40 son unos guatones llenos de achaques, algo que se ve mucho en los deportistas.

    Porque cuando empiezas a hacer ejercicio intenso es difícil parar, y cuando paras, te inflas

    ResponderBorrar
  15. Igual hacía una sola hora al día y no iba necesariamente todos los días. Además nunca dejé las comidas ricas jajajaja. Fuera de talla, era súper genial servirse un sandwich del Burger King tras una hora intensa de ejercicio. Se disfrutaba más de lo normal XD.

    ResponderBorrar
  16. Hola Carlos, para mi sería un honor si me tuteas, pero como quieras.

    Se ve muy entretenida esa caminata mariscando, yo nunca he sacado una miserable macha pero debe ser super agradable pasar un buen rato entre las rocas buscando lo que no se nos ha perdido y de paso haciendo alguna sabrosa comida con eso. No hay dudas que debe quedar exquisito, mucho mejor con un mosto, que en Chile no existen los vinos malos.

    Lástima que las malditas cuarentenas nos han quitado pequeños/grandes placeres de la vida com tomar un té o café en 21 de Mayo, ahora ni eso se puede.

    En fin, creo que a estas alturas la muerte no debe preocuparnos, por mi que venga a buscarme ahora mismo, ya hice todo lo que tenía que hacer y tal vez hasta un poquito más, yo estoy lizteylor. Lo que si me preocupa algo es alguna cochina, molesta o dolorosa enfermedad pero que hacer, si viene, viene. Total, para sufrir nacimos.

    ResponderBorrar
  17. YO HE CONOCIDO VARIOS TIPOS ATLÉTICOS QUE HAN TERMINADO MUY MAL, Y CASI TODOS CON UNA CARACTERÍSTICA: EN FORMA REPENTINA LES LLEGÓ EL VIEJAZO. PARA MI EL STRESS MENTAL ES EL PEOR ENEMIGO, Y PEGARME PIQUES LARGOS EN MOTO (TOURING) ME DESPEJA LA MENTE PORQUE HAGO CASCO TERAPIA, SI ME DESCONCENTRO, CHAO, ME VOY CORTADO NO MAS ASI QUE OBLIGO A LA MENTE A ENFOCARSE SÓLO EN EL EQUILIBRIUO Y LA VISTA.EN CIUDAD ESO SÍ NO ANDO NICA AQUI EN SANTIAGO.

    ResponderBorrar
  18. Bueno, para riesgos la moto jaja
    No conozco a nadie con moto que nunca haya tenido un accidente, deben haber pero pocos

    ResponderBorrar
  19. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"