Pero más que comparar las bondades de uno u otro sistema, esta vez quiero revisar un poco la historia que llevó a estas culturas a diferenciarse tan claramente, siendo ambas de un mismo origen. Veamos primero la cultura de Francia que comienza con Carlomagno y su dinastía de los Carolingios que en el Siglo IX si no me equivoco, fue cuando Francia dejó de ser un montón de puebluchos para convertirse en heredera del gran Imperio Romano. Después de los reyes Carolingios, tres dinastías reinaron en sucesivamente: los Capetos, Valois y Borbones.
Inglaterra como reino, se empezó a formar desde que el normando Guilleromo I la conquistara, así las primeras dinastías fueron francesas: los Plantagenet y los Capetos, Plantagenet de nuevo, Lancaster, York, Lancaster de nuevo, York de nuevo, Tudor, Hannover y los actuales Windsor. Las listas no son completas, solo he nombrado a las familias reales más notables.
Pero si se fijan bien, en Francia ninguna dinastía se repitió el plato, mientras que en Inglaterra los Plantagenet y los Lancaster reinaron en dos períodos diferentes, lo que nos suguiere una mayor cohesión interna o estabilidad de los britones. Mientras en Francia las dinastías se extinguían en Inglaterra tendían a repetirse.
Mientras Francia estuvo destrozada internamente por siglos por disputas internas entre católicos y protestantes, con crueles guerras civiles, la masacre de San Bartolomé y todo eso. Inglaterra cortó por lo sano cuando Enrique VIII, segundo rey de la Casa Tudor, tuvo el buen ojo de mandar al diablo al Papa que no le daba permiso para anular su matrimonio y fundó su propia religión. Parece que la unidad en torno a la Iglesia de Inglaterra, práctica y no muy preocupada de sutilezas teológicas, fue el secreto para consolidar la unidad nacional por muchos años.
Los Papas católicos representaban un gran problema para los reyes, ya que -al menos en teoría- estaban por sobre ellos y podían quitarles el derecho divino por el simple expediente de excomulgarlos. Se puede pensar que la ruptura de Enrique VIII fue un capricho personal, pero liberarse del Papa tuvo una gran importancia en términos de estabilidad interna y unidad nacional en Inglaterra.
El surgimiento de la Iglesia Anglicana debe haber sido un duro golpe al prestigio del papado, el Papa Clemente VII excomulgó al rey Enrique y -creo que por primera vez- esto no significó la caída de un rey, quien por el contrario fundó su propia iglesia, basada en la rama de los protestantes.
Francia por su parte se desangraba en guerras entre protestantes y católicos, eso duró muchos años hasta que finalmente llegó Enrique IV, el rey navarro, marido de la Reina Margot, quien al tomar el poder se convirtió al catolicismo. Hasta hoy se le considera el mejor rey que ha tenido Francia y por alguna parte tengo una foto donde salgo en el fastuoso puente sobre el Sena que construyeron en su honor. Enrique fue el primer rey de la Dinastía Borbón -una rama secundaria de los Capetos- y se preocupó por hacer bien su trabajo y mejorar el bienestar del pueblo, por eso se ganó el apodo de "El Grande" o "El Bueno", lástima que los reyes borbones que lo siguieron no estuvieron a su altura.
Bueno, yo creo que estos antecedentes históricos explican algo la diferente naturaleza de ingleses y franceses, siendo que los gobernantes de ambos reinos salieron todos de Francia. La gran influencia y corrupción de los Papas probablemente le hicieron mucho mal a Francia: demasiado poder los corrompió de manera más o menos inevitable. Supongo que muchos frutos podridos de la belle France, como el positivismo, el racionalismo de la Ilustración y sobre todo la infame Revolución Francesa fueron reacciones exageradas a los abusos papales y de los reyes absolutistas que se afirmaban en el derecho divino.
Dudo que la historia enseñe algo y mucho menos que las sociedades evolucionen, todo lo que pasa ahora ha pasado antes durante años, décadas y siglos, igualito. La diferencia es que si conocemos la historia podemos entender mejor lo que está pasando, entender por ejemplo que ni los fracasos ni los éxitos enseñan nada porque el ser humano sigue comportándose igual que en la antigua Babilonia y mucho antes que eso. Si la historia enseñara algo hoy seríamos todos prósperos, viviríamos en un mundo lleno de paz, armonía, prosperidad y todo eso. Claro que el mundo sería un lugar infinitamente más aburrido.
Imagino que las mismas taras de los reyes franceses las tenían los reyes españoles debido a la influencia cultural del catolicismo y esas mismas taras heredamos los latinoamericanos.
ResponderBorrarHubo algunos grandes reyes franceses, partiendo por Carlomagno y los Capetos, también grandes reyes españoles como los Reyes Católicos, Carlos I o Felipe III, entre varios otros, pero en general la influencia y corrupción de varios Papas introdujo grandes problemas de unidad nacional, la desunión ha sido un problema permanente en los países latinos, claro que en unos más que en otros
ResponderBorrarEra muy dificil, por ejemplo a los españoles, renegar del catolicismo y el Papa con los musulmanes en la Península. Y a todos los reinos cristianos sobree el Mediterráneo: primero compitieron con Bizancio, cristianos ortodoxis, pero después enfrentaron a los otomanos. Y no los vencieron hasta la batalld de Lepanto.
ResponderBorrarLos cristianos del sur, cerca del Papa y de sus enemigos musulmanes, no podían sino cerrar filas en torno al catolicismo. Los reinos del norte y las islas como Gran Brteaña pudieron desarrollar una disidencia con el Papa, fundar sus religiones nacionales - no sólo el monarca inglés es jefe de Iglesia, también el danés, noruego, etc.. algunos príncipes alemanes, etc..
Miremos el otro extremo del mundo, porque es interesantísimo. Lo describe un veneciano, Marco Polo y lo busca un genoves al servicio de Castilla. Al final lo alcanzan Magallanes y Elcano. Los portugueses y los españoles en Filipinas empiezan a llegar a Japón - desembarcan el catoliscismo.
ResponderBorrarEntonces hay una reacción en la aristocracia japonesa, declaran el aislamiento estricto, demonizan los extranjeros, masacran a los católicos ("los m ártires de Nagasaki").
Esa era termina cuando unos siglos después una flota norteamericana les obliga a abrir sus puertos. Entonces empieza la Era Meiji que es todo lo contrario: aprendamos y copiemos todo de los occidentales porque su ciencia y su tecnología son inevitables.
Los nipones, los coreanos, al fin los mismos chinos, casi de pura casualidad se "salvan" de la influencia de las primeras potencias occidentales - españoles y portugueses, católicos - para caer unos siglos después con ingleses y norteamericanos, ya representantes del mundo protestante. Evitan la forma ya decadente de las potencias católicas y se beneficiarán luego del materialismo anglosajón, que incluso parecen haber superado y mejorado. Uls
Anónimo, sin duda que el catolicismo salvó a Europa de la expansión musulmana con la unificación de España y también fue un elemento de unidad nacional en ese país. Sin la religión católica España nunca habría sido el imperio que llegó a ser. Lo curioso es que los reyes españoles parece que estuvieron menos sometidos a los papas que los reyes franceses, probablemente porque eran más ricos.
ResponderBorrarUlschmidt, yo soy un poco esceptico de esa supuesta sabiduría que le atribuyen a los asiaticos, no se, a los japoneses y coreanos los considero medio fallados de la cabeza y a los chinos sinverguenzas y oportunistas. El éxito económico que han tenido es relativo y prestado de occidente, creo que tan rápido como llegó se les podría ir.
Volviendo a su tema central: es ciero que es raro la tal diferencia entre ingleses y franceses. Fueron oleadas de pueblos celtas que los poblaron. Roma mandó en ambos lugares, aunque en la isla menos tiempo. Cuando las oleadas de pueblos germanos llegan, los afectan por igual: anglos, sajones, francos. Después los invadirán escandinavos: vikingos, normandos, es lo mismo! Y finalmente se invadirán entre sí, sobre todo sus casas nobles están muy mezcladas.
ResponderBorrarPero de repente, son muy distintos. será el grado de latinidad? el catolicismo como Ud. dice?
Creo que entre el norte y el sur de Europa Central ha habido siempre una diferencia de temperamentos marcadísima. Es difícil creer que un alemán de Hamburgo y otro de Baviera sean del mismo país, lo mismo un italiano del Piamonte con otro de Calabria, un croata de Marusevac con uno de Split etc. ¡hasta los fenotipos son super diferentes! Para que decir los modos de ser, costumbres y todo eso. En muchos países de Europa central es muy notoria esa distinción entre latinos y eslavos o escandinavos-
ResponderBorrarPero no ocurre en todos los países, España pese a sus divisiones irreconciliables y fragmentación no tiene esa distinción, tampoco Portugal o Polonia. Claro que un vasco es muy diferente de un andaluz pero ambos son fenotípicamente similares y las diferencias son más de costumbres y orgullos regionales que de temperamento. Es super curioso.
Tal vez el papismo tuvo algo que ver en la época de gran corrupción, pero parece que hay diferencia más allá de lo cultural