10 julio 2023

Divagando sobre el juramento

 El juramento
"Yo, (grado y nombre) juro,
por Dios y por esta bandera,
servir fielmente a mi patria,
ya sea en mar, en tierra o en cualquier lugar,
hasta rendir la vida si fuese necesario,
cumplir con mis deberes y obligaciones militares
conforme a las leyes y reglamentos vigentes,
obedecer con prontitud y puntualidad
las órdenes de mis superiores,
y poner todo empeño en ser
un soldado valiente, honrado y amante de mi patria".

Un recuerdo del sur
En los años setentas, cuando vivía en Ancud, Isla de Chiloé en la casa de la familia Norambuena Jipolou, éramos cuatro que compartíamos una pieza donde cabían justo dos camarotes y estuvimos allí los mismos durante los cuatro años, el mayor era -creo- Ventura Faulbaum, después venía Juan Aguilar (Mechuque), Jaime Oyarzo y yo que era el más chico.

Ellos fueron mi familia y mis mejores amigos todos esos años, una vez recibí una golpiza del Mechuque por una broma de borrachos que no le cayó muy bien y eso que era mi amigo más cercano, era muy malas pulgas y campeón para los aletazos.

Cuando salíamos los fines de semana me tiraban a mi adelante -era el más chico- a provocar pelea  y cuando la cosa se armaba saltaban a "defenderme", nunca conocí una sociedad más violenta que los chilotes, aunque después del primer año -que lo sufrí mucho- ya estaba totalmente acostumbrado.  

Yo era el único que iba al liceo, los demás estudiaban todos en la Escuela Normal para ser profesores primarios, hoy Mechuque y Ventura son directores de escuela rural desde hace varios años, eso equivale s una vida muy buena por esos lados.

Resulta que uno de mis compañeros de pieza -no recuerdo cual- había hecho el servicio militar obligatorio poco tiempo atrás y cuando se pasaba de copas nos daba la lata con sus aventuras en eso, que para alguien de 18 años debe haber sido muy emocionante

Veía hoy la ceremonia del Juramento a la bandera por Youtube y me acordaba de esos años, donde teníamos un banderín con el juramento colgado en la pared, junto con un caparazón de centolla y una caña con punta de fierro, que se hicieron muy populares en esos años.

Cuando se entusiasmaba contando sus aventuras en el servicio, le daba por repetir el juramento "a viva voz", a veces demasiado viva. La cosa es que terminé por aprenderlo de memoria, pese a que yo mismo nunca hice el sericio militar.

Una cosa tan simple me trajo recuerdos de hace 50 años atrás. Que cosas ¿no? 

Y eso me motivó para leer un poco como fue el asunto de los 77 héroes que fueron comandados por mi tío abuelo sexto, el capitán Ignacio Carrera Pinto.

El combate
El asunto ocurrió cuando Chile ya había ocupado Lima luego de derrotar a las fuerzas peruanas en Chorrillos y Miraflores. Pero mientras una parte de los peruanos aceptaron convivir con las fuerzas de ocupación, otra parte, al mando de José Avelino Cáceres "el brujo de Los andes", el coronel Juan Gastó y las tropas que quedaban siguieron peleando en la sierra.

Esos fueron los peores años para los chilenos, la campaña de la Sierra o de Breña en el altiplano fue durísima y cada vez más sangrienta, fueron los combates sin gloria porque el salvajismo iba por lado y lado al entrar en acción las guerrillas auto organizadas por los campesinos peruanos.

Los chilenos caían como moscas por el tifus y mal de altura, además ya no estaba Rafael Sotomayor para organizar la logística y los suministros eran un desatre. 

La primera expedición a la sierra fue comandada por el coronel Ambrosio Letelier, militar de carrera, que emprendió contra Junin cometiendo toda clase de atrocidades y aprovechando de robarse una gran suma de dinero.

Letelier fue destituido, encarcelado y condenado por el tribunal militar junto con dos compinches igual de malandras: su segundo el francés Hilario Bouquet y otro de apellido Romero Roa. Claro que al volver a Chile la Corte Suprema los absolvió y los dejó quedarse con lo que robaron, pero la furia y el resentimiento feroz que dejaron sus abusos hizo todavía más sangrienta la campaña.

Después de esa acción deshonrosa, Lynch mandó al coronel Estanmislao del Canto, de reputación impecable, al repechaje en la sierra. Allí fue cuando se produjo el combate donde el capitán Carrera Pinto al mando de 77 soldados quedó entrampado en el puebro andino de La Concepción, mientras las tropas de Del Canto se dedicaban a requisar víveres y cobrar cupos de guerra en otros pueblos.

EL 8 de julio los residentes italianos del pueblo invitaron a almorzar a Carrera Pinto, el almuerzo terminó en una gresca y se dispararon los primeros tiros. Carrera volvió y dispuso sus tropas para defender las cuatro esquinas de la plaza del pueblo.

Entonces empezaron a llegar las tropas peruanas del coronel Gastó, finalmente se juntaron, según leo en Wikipedia 300 soldados peruanos y 1.500 guerrilleros campesinos, aunque de estos solo 50 llevaban rifles.

Hay una versión que dice que Gastó intimó a la rendición y que Carrera Pinto le contestó:

En la capital de Chile y en uno de sus principales paseos públicos existe inmortalizada en bronce la estatua del prócer de nuestra independencia, el general José Miguel Carrera, cuya misma sangre corre por mis venas, por cuya razón comprenderá usted que ni como chileno ni como descendiente de aquél deben intimidarme ni el número de sus tropas ni las amenazas de rigor. Dios guarde a usted.

Eso no está documentado pero viendo lo que pasó después es claro que Carrera -que efectivamente era nieto de José Miguel Carrera y sobrino del presidente de ese entonces Anibal Pinto- no tenía ninguna intención de rendirse-

La cosa es que pelearon durante 30 horas, donde terminaron muertos los 77 soldados chilenos más dos mujeres cantineras, incluida una que estuvo en parto durante el combate: murió ella y su hijo. Leo en Wikipedia 

«fueron muertas también dos mujeres de los soldados, de tanto coraje, que en lo más recio del combate, animaban á los suyos en alta voz que continuasen peleando [y que había] sido encontrada muerta entre los montones de cadáveres una criatura recién nacida» y que otra, gemela de la anterior, había sido salvada viva por un vecino de Concepción»,​ aunque esto no se ha comprobado hasta la fecha.

Pero vendieron cara su vida, porque "el coronel del Canto señaló que al llegar a Concepción encontraron 280 muertos peruanos, entre ellos dos jefes y once oficiales".

La venganza también fue terrible, al llegar las tropas chilenas solo quedaban 20 peruanos en el pueblo -que tenía como 4000 habitantes- alcanzaron a pillar a 16 y los fusilaron, se escaparon 2. Luego saquearon y prendieron fuego a todo el pueblo, como en los tiempos antiguos.

Del Canto ordenó sacar los corazones de los cuatro oficiales que defendieron con ferocidad a su bandera Ignacio Carrera Pinto, Julio Montt Salamanca, Arturo Pérez Canto y Luis Cruz Martinez. Algo que le vino muy bien a Carrera Pinto que era muy, muy bueno para el trago.

Todas las clases sociales pelearon allí: estaba el sobrino del presidente Anibal Pinto, el primo del ex presidente Manuel Montt al lado de Luis Cruz Martinez que no lo conocía nadie, pelearon Todos juntos, codo a codo.

18 comentarios:

  1. Otra anécdota de ese hecho es que Luis Cruz Martínez, como lo conocemos todos, era hijo de madre soltera y “Cruz” no es su apellido, sino su segundo nombre.
    Recuerdo que cuando yo era chico y nos enseñaban hechos como este, o el combate naval de Iquique y otros, no entendía por qué celebrábamos puras derrotas. Con el tiempo fui entendiendo el valor que tuvieron estos hechos, pero creo que mis profesores no lo tenían tan claro, o algo de eso se me hubiese quedado.
    Sobre los corazones, supongo que lo que dices de Carrera Pinto se refiere a cómo los conservaron… ¿o no?

    Saludos,
    El Triministro.

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    1. Eso de que "celebramos puras derrotas" es una de las muchas estupideces que nos meten en la cabeza los profesres mediocres, son una peste.
      Efectivamente les conservaron el corazón en alcohol y para Ignacio Carrera Pinto resultó bien apropiado porque era demasiado bueno para el trago, tenía problemas graves con eso, lo escuché de uno de su familia directa: lo conservaron en alcohol pero él también se conservaba en alcohol en vida, un hombre de bien!

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  2. Esto de descarnar gente fue común en el siglo 19. A Lavalle, un jefe de las guerras civiles, lo llevaron ya muerto sus partidarios y cuando iba a descomponerse lo descarnaron y sacaron el corazón para que no caiga "prisionero".
    De hecho José Miguel Carrera fue fusilado y su cabeza cortada y expuesta en Mendoza, y otras partes enviadas a distintos jefes que eran sus enemigos. Uno de sus últimos aliados argentinos, Francisco Ramirez, también fue descabezado y exhibido en la capital de mi provincia, y en algún momento la cabeza desapareció. Todavía la buscan. Uls

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  3. Recuerdio haber leido algo sobre eso de Lavalle, creo que de Sabato, en Sobre Heroes y Tumbas.

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    1. Si, tal cual, Wilson ! qué cultura. Sábato era medio pariente de Lavalle e incluyó su persecución, muerte y descarnación en una de sus novelas. Uls

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    2. Ah que buenas historias! es decir que tanto el abuelo como el nieto fueron descuartizados, ambos Carreras! Esto me hace recordar que a Nelson, muerto en su barco insignia en la batalla de Trafalgar, lo metieron en un barril lleno con ron. Una suerte que ya querría para mi después de finar, aunque dudo que desperdicien un barril del preciado elemento conmigo

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    3. Eso no habrá hecho popular a Nelson entre sus marinos, la verdad. Quizás hubiera preferido la tumba líquida y una vuelta para todos a su salud.. Uls

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    4. Yo creo que fue un homenaje perfecto, meter al comandante en un barril de ron, que se perdió como bebida supongo que muestra un gran aprecio por el finado

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  4. Recuerdo cuando niño que tuve que hacer una maqueta de la batalla de la concepcion en 4to basico, a duras penas hice la fachada y recuerdo que compré una bolsa con soldaditos de plástico (de esos que venden en la feria) que le cayeron perfecto. fue mi primer diorama y por eso me gané no solo el 7 sino que tambien la envidia de un par de porros del curso.

    La historia siempre me interesó y es muy buen aporte tu columna. Sobre el por qué estudiamos y conmemoramos estas "derrotas", lo entendí tiempo después cuando estaba leyendo sobre lo de "El Alamo" (algo nada que ver con la historia de Chile) pero coinciden en un factor: el impacto sicológico en las tropas sobre la derrota, que derivaron en triunfos aplastantes no solo en la guerra del Pacífico, sino que también en otros hechos como el ataque a Pearl Harbor en 1941, que si bien cuenta como derrota, el golpe sicológico no solo motivó a EEUU a declararle la guerra a Japón, sino que también aplastarlos hasta su rendición.

    Una especie de revanchismo, diría yo.

    Y pensar que lo querían cambiar por un día para visibilizar a las minorías...

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    1. Si los países en casi todas partes celebran las derrotas heroicas: Per{u con la muerte de Bolognesi y Grau, Bolivia con la muerte de Abaroa, etc. es mucho m{as glorioso morir defendiendo a su país que "hacer que el enemigo muera defendiendo el suyo" como dijo jocosamente McArthur (creo)

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    2. En la fabricación de la historia los héroes de la derrota terminan forjándose de alguna forma. Pocas derrotas fueron tan penosas para los británicos que la caída de Singapur: un contingente japonés que no era ni la mitad de numeroso les dio una paliza y tomó la ciudad.
      Los prisioneros marcharon a hacer trabajos forzados y terminaron construyendo el "puente sobre el río Kuwai" con gran sacrificio pero también organizando una serie de sabotajes como para demorar y hacer fallar la obra. Hubo una película sobre esto, mostrando a los prisioneros como unos tipos heroicos que se revindican en ese acto. Encima, era mentira: hicieron un buen puente, funcionó hasta casi el final de la guerra cuando lo bombardearon los yankes.
      Otra derrota que aún hoy obsesiona a los españoles: el desastre del 98. Desde Cuba a las Filipinas la flota española salió a hacer de tiro al blanco de la americana, ya muy superior, en un vano intento por salvar su imperio colonial. Una epopeya tan heroica como inútil, de final cantado. Los españoles evidentemente debian conceder las independencias, tratar de hacer un "commenwealth" en el mejor de los casos o simplemente irse antes del desastre porque ya estaban intimados por USA. Los políticos no encontraron la forma y algunos militares fueron a morir por el honor de la bandera, nada más. Uls

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    3. Yo creo que es de toda lógica aclamar al que cae peleando. En una guerra las victorias dependen en buena parte del azar, las casualidades afortunadas: alguien cobarde pero afortunado puede ganar muchas batallas.
      Pero es en la derrota donde se puede ver de qué están hechos los soldados, cuando alguien sabe que está perdido de entrada pero igual pelea es un gran ejemplo para los demás en combate, por eso el general ese de Franco que gritó "¡viva la muerte!" se hizo tan popular en su momento.
      Eso no es solo en las guerras, también se ve en los negocios y en muchas otras dificultades que se presentan en la vida- Los suicidas, los arriesgados, son los que mueren como moscas, pero motivan mucho a los demás.
      A nadie le interesa un torero muy cuidadoso que se preocupe primero que todo de cuidar su pellejo, en España un torero así así es deshonroso, en cambio se admira al que se arriesga fuera de toda lógica

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    4. Tenemos el reciente ejemplo de la Isla de las Serpientes (острів Змії́ний) en Ucrania.
      Muy bueno y emocionante su relato sobre "La Batalla de la Concepción".
      Centurio

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    5. El lugar:

      https://earth.google.com/web/search/Concepci%c3%b3n,+Peru/@-11.91886806,-75.31212856,3286.02137195a,324.15145155d,35y,0h,0t,0r/data=CnsaURJLCiQweDkxMGViMTAxMGMxYTVhZjU6MHgzNjVlZTM4ZTNlNjc1Y2QZNU9knHXUJ8AhWYY41sXUUsAqEUNvbmNlcGNpw7NuLCBQZXJ1GAIgASImCiQJna3QVV2RI8ARXPGMXyVjK8AZnOfiVYTXUcAhwwSELqjnU8A

      Centurio

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    6. La Iglesia de La Inmaculada Concepción:

      https://earth.google.com/web/search/Concepci%c3%b3n,+Peru/@-11.91845053,-75.31248501,3289.98915532a,0d,82.6502346y,82.68581884h,98.67272188t,0r/data=CnsaURJLCiQweDkxMGViMTAxMGMxYTVhZjU6MHgzNjVlZTM4ZTNlNjc1Y2QZNU9knHXUJ8AhWYY41sXUUsAqEUNvbmNlcGNpw7NuLCBQZXJ1GAEgASImCiQJna3QVV2RI8ARXPGMXyVjK8AZnOfiVYTXUcAhwwSELqjnU8AiGgoWMnpubnFOTkk2QjlTNkdnanVtSGUyZxAC

      Centurio

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    7. Claro, aunque esa resistencia fue un poco mula porque no combatieron, pero igual le echaron la foca a los rusos. En Mariupol y Melitopol en cambio quemaron hasta el último cartucho, no se la entregaron facil a los ruskis, fueron defensas muy heroicas y perdieron

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    8. El del dicho no fue McArthur, fue George Patton, quien tenía por costumbre arenga a los soldados no con frases elegantes y floridas, sino con mensajes simples y abundantes en palabrotas. Lenguaje de cuartel le llamaba.

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    9. ¡Ese era! Patton el pachotero

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"