12 junio 2018

La República Socialistade Chile 16: las milicias, una historia olvidada

 
Esta es una historia casi  olvidada en Chile, cuando nuestro país vivió un clima de anarquía que culminó entre 1931 y 1932, cuando el presidente Dávila tuvo que renunciar a los 100 días de gobierno, llega el general Bartolomé Blamché, quien le entrega el gobierno a Abraham Oyanedel, predidente de la Corte Suprema, quien convoca a elecciones, saliendo electo por segunda vez Arturo Alessandri. Este fue el resultado de una serie de asonadas anteriores, que partieron en el primer gobierno de Alessandri, quien fue depuesto por una junta militar que llevó finalmente al general Ibañez a la presidencia, Ibañez que trae a Alessandri de vuelta al poder.

En las elecciones presidenciales gana Emiliano Figueroa, hombre de poco carácter que en poco tiempo renuncia por presión de Ibañez. que va como único candidato a presidente y gana con el 98% de los votos. Aunque hizo muchas grandes obras (el tratado con Perú, obras públicas, mejoras en la administración, etc.) en 1929 cae la Gran Depresión sobre Chile, siendo uno de loa países más afectados aparte de Estados Unidos. Ibañez actúa como hombre fuerte, dictatorialmente y la popularidad de su gobierno se va al suelo, es derrocado por una revuelta de los estudiantes universitarios.

En 1932 se suceden los presidentes Juan Esteban Montero y Carlos Dávila, ambos renuncian al poco tiempo. Entonces explota la inquietud de los militares, pésimamente equipados y peor pagados, aparecieron varios caudillos socialistas. Las Fuerzas Armadas en Chile en esos años estaban llenas de caudillos socialistas. En 19331 se subleva la Escuadra, motín que es controlado pero el malestar permanecía. El 4 de junio de 1932 un grupo de civiles y militares marchan desde la Base Aérea El Bosque hacia la Moneda, a tomarse el poder, y allí se instalan los socialistas con su primera junta de gobierno, bajo la sombra del comodoro del aire Marmaduque Grove. Chile fue socialista durante 12 días.

No hay que olvidar que en Chile se introdujo uno de los primeros estados de bienestar del mundo, en 1925, impuesto por los militares y su Ruido de Sables, apenas 38 años después que Bismark las instaurara en Alemania en 1887 ¿habra sido la influencia del prusianismo en el Ejército Chileno? Me omagino que puede que haya tenido algo que ver, el caso es que las Fuerzas Armadas en Chile en esos años tenían una fuerte tendencia al socialismo.

La cosa es que la anarquía despertó al Peso de la Noche portaliano en la opinión nacional, esto se tradujo en un malestar enorme de las capas medias, altas y por chorreo, de su clientela de la clase baja, que provocó en Chile el surgimiento de un anti-militarismo rabioso, encarnado por Arturo Alessandri desde su segundo gobierno. Alessandri tenía tirria a los militares desde que le pusieron camisa de fuerza en su primer gobierno: Leo a Luis Corvalán Marquez

"En tal marco, cuando después del referido golpe de enero de 1925 los militares acordaran llamar a Alessandri para que, a partir de marzo, terminara su periodo presidencial, lo hicieron exigiéndole el cumplimiento de dos condiciones. La primera: q ue no gobernara a su á rbitro, sino limitándose a ejecutar el programa del reformismo militar, entonces sintetizado en el Manifiesto del 11 de septiembre , el cual, entre otras cosas, - aparte de denunciar la generalizada corrupción existente - postulaba la n ecesidad de instaurar un régimen de presidencialismo fuerte. La segunda condición que la juventud militar le impuso a Alessandri fue que no gobernara con los viejos prohombres de la oligarquía".

Y esta mala voluntad se extendió a buena parte de la sociedad civil chilena. Así, con el alto auspicio del León de Tarapacá, se crea la Milicia Republicana el 24 de julio de 1932., de manera amáloga a como Diego Portales -otro antimilitarista convencido- creo las Milicias Cívicas. muchos años atrás, para mantener a raya al Ejército.

La milicia fue creada por profesionales: médicos, abogados, ingenieros, muy nacionalistas, con el propósito de oponerse a los militares en caso que intentaran dar otro golpe como el de la República Socialista o la sublevación de la Escuadra. Se fue formando de manera clandestina y muy cosnpirativa, jurando "combatir con armas en la mano" contra cualquiera que intentara romper el orden republicano (léase militares).

Los clubes de tiro se llenaron de socios de la noche a la mañana y a través de ellos se empezaron a importar armas. Los organizadores y dirigentes de la Milicia eran oligarcas y profesionales destacados, militares y almirantes en retiro. Leo

Un tercer segmento de la Milicia, muy mayoritario, pertenecía a las clases subalternas, empleados, pequeños empresarios y comerciantes, trabajadores por cuenta propia y algunos obreros, todos los cuales se desempeñ aban como parte de la tropa y de la baja oficialidad del organismo. Según Maldonado, la militancia de estos sectores en la Milicia les daba la posibilidad de relacionarse y escalar socialmente, que era lo que muchos buscaban.

Recuerdo que mi tío Polo me contó que había pertenecido a la Milicia, él era empleado bancario, un puesto de la clase media alta en esos años, también habían muchísimos radicales y masones. Arturo Alessandri escribió en sus memorias

"comprendí la trascendental importancia de aquél organismo - la Milicia Republicana - al calor de una verdadera necesidad nacional y de un abnegado patriotismo. Le di, como era natural, mi más amplio y decidido a poyo, para que se formara y creciera." 

Y  vaya si los apoyó, en su segundo gobierno la Milicia  hace un desfile de una hora y cincuenta minutos frente al Palacio de Gobierno con 14.000 hombres perfectamente uniformados. La Mlicia Republicana llegó a tener destacamentos en todo Chile, desde Arica a Punta Arenas, con unos 40.000 hombres en armas y entrenados, armamento automático, fusiles y armamento pesado.

Apoyado en esta fuerza, Alessandri pudo depurar y someter al Ejército, sacando a retiro a más de 100 oficiales politizados en tres años. Colocó a un comandante en jefe apolítico y de su confianza -el general Novia- y restaurando en las Fuerzas Armadas la tradición no deliberante que natienen hasta hoy.

El éxito de la Milicia Republicana fue la causa de su decadencia y desaparición. Otros grupos políticos empezaron a armar sus propias milicias, en especial la Milicia Socialista y la Milicia Nacista, que armaban batallas campales entre sí en las calles con tiroteos y asesinatos de sus fuerzas de choque. La Milicia Republicana ya había cumplido su tarea de subyugar al Ejército politizado y ahor aresultaba una molestia y un mal ejemplo, los políticos que antes la apoyaban enpezaron a restarle apoyo y finalmente quedó reducida a un núcleo nacionalista El 3 de julio de 1936 la Milicia se disuelve por voluntad de sus dirigentes.

Hoy pocos saben que en chile hubo un Ejército paralelo de gran magnitud que se usó para descabezar al Ejército politizado, "esas cosas no pasan en Chile" dicen. CLaro que pasan, esas y muchas más.

7 comentarios:

  1. Que vueltas tiene la Historia ! Anque esos muchachos marchando recuerdan vagamente a los camisas pardas. La influencia europea debe haber estado ahí, con las clases medias aterradas por la revolución bolchevique.

    ResponderBorrar
  2. Es como dijo un exaltado en el cabildo de concepción (que no tenia pinta de ser ex militar) "Todo pasa por las fuerzas armadas, si controlas las fuerzas armadas controlas el poder final" claro que dio el ejemplo de Venezuela y los posibles peligros de la corrupción en nuestras fuerzas armadas y de orden.

    Es curioso que uno siempre fue de la creencia que solo los socialistas o comunistas buscaban crear un ejercito paralelo para contrarrestar al ejercito de la burguesía capitalista; en este caso fue crear un ejercito paralelo contra la oficialidad socialista, populista o politizados.

    De verdad hacen falta mejores clases de historia en Chile.

    ResponderBorrar
  3. Muy interesante la columna de hoy, Tomás. "Cuando la tiranía se vuelve gobierno, la insurrección se vuelve deber"

    ResponderBorrar
  4. Parece que todo lo bueno que se haga para contrarrestar lo malo está destinado a degenerarse tarde o temprano. No me gusta el determinismo pero es algo que uno ve en muchos ámbitos.

    ResponderBorrar
  5. Chile fue una cueca en pelota en esa epoca, luego desde los gobiernos radicales, me da la impresion, se comenzo el mito de la antiquisima democracia y la creencia de "esas cosas no pasan aca".
    Como curiosidad el PS chileno, "comuna de Suecia" tiene una relacion de las milicias que abviamente añoran... :-)
    https://psdechile.webnode.es/documentos-historicos/milicias-socialistas/
    En la red hay hasta fotos del Chicho difrazado de miliciano.

    ResponderBorrar
  6. Según German Valdivieso, que también escribió sobre la sublevación de la escuadra en esos años, en realidad, quien politizó a las Fuerzas Armadas fue Arturo Alessandri en su primer gobierno, pues quería ganarse el apoyo popular. De ahí salió Carlos Ibañez del Campo.

    Sería bueno volver a esas milicias. Por lo menos, podría aprender a disparar, en primer lugar. En segundo lugar, sería bueno que resucitarlas más que por temor a las Fuerzas Armadas a la Izquierda, que no se ha renovado, y que le gusta amenazar diciendo que: "tiene armas guardadas por si las moscas". O la declaración que Camila Vallejo de usar la vía armada.

    Si hubieran estado las Milicias Armadas, la Izquierda no tendríamos al Mir, ni la UP, ni las armas traídas de Cuba.

    ResponderBorrar
  7. Sigo con problemas de los comentarios, no me llegan notificaciones no se por qué

    Ulschmidt, habían por lo menos tres milicias diferentes en esos años: la Milicia Republicana (la mayor), los Nacistas (esos eran camisas pardas) y la Milicia Socialista de la que Wilson puso el link

    También habían otras menores llamadas "guardias blancas" de diversa ideología

    Marcelo, lo de las milicias es un episodio poco conocido de nuestra historia

    José, el problema es cuando proliferan como en eso años

    Frx, todo es más o menos cíclico, no se repetirán igual las cosas, pero si muy parecidas

    Wilson, efectivamente, una cueca en pelota. "esas cosas no pasan en Chile" ja-ja, que dicho más chileno.

    Javier, me gusta mucho la idea que exista mucha más libertad para adquirir y tener armas, lo de las milicias no me gusta nada porque donde hay de unos hay de otros y los ejércitos privados muy rapidito se van organizando en guerras internas. Imagínate que les hubiese ido bien a las milicias socialistas...

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"