El Ocio y un servicio de utilidad pública

Hoy fue un día casi perfecto porque no hice absolutamente nada, digo casi porque en la mañana hice un par de llamadas telefónicas para averiguar sobre una oficina en Arica, lo que técnicamente podría contarse como pecado de leso trabajo, por lo demás me dediqué a ir a dejar y buscar a mi gente (ahora que el CRX está malo tengo que hacer de chofer), vagar por Internet, jugar con el Beppy, vagar por Internet, dormir una larga siesta, vuelta a Internet, cambiar de formato los archivos de mi antiguo weblog de Blurty y cosas por el estilo.

Otra cosa que me arruinó un poco el día es un trámite desagradable que tengo que hacer y -por supuesto- lo dejé para mañana "nunca dejes para mañana lo que puedes hacer pasado mañana". Resulta que me quedé encargado de las cobranzas y pagos pendientes de mis amigos Stephen y Tristan, todo muy bien excepto que los dueños del departamento hasta ahora se han negado a devolver el mes de garantía a la corredora de propiedades. En otro país la corredora se hubiese hecho cargo del problema pero como estamos en Chile simplemente se encogieron de hombros y me dejaron a mi para que les cobre como pueda, los dueños son médicos y como el departamento es bastante lujoso no se trata de poca plata, me carga hacerlo pero en fin, mañana me armaré de paciencia e iré a cobrarle.

Si me va mal verán con grandes letras en este mismo blog y varias partes más los nombres del propietario y la corredora de propiedades, los publicaré como servicio de utilidad pública por si alguien piensa hacer un negocio con ellos para que esté advertido de su deshonestidad. En fin, espero que salga todo bien y el caballero abra el puño finalmente.

Pensándolo bien si en todo el día no hice nada no debiera estar escribiendo esta entrada que se supone me estaría provocando un desgaste de energía. Así es que hasta aquí nomás lo dejo, amigos, será hasta la próxima.

El grabado que acompaña esta entrada es parte de la serie "Seven Deadly Demons" del artista mexicano Artemio Rodriguez y se llama -como no- "El Ocio", ni que decir que me gustó mucho.