Brainstorm

Acabo de tener una tormenta de ideas entre yo y mis varias otras personalidades, como resultado mi cerebro quedó igual que New Orleans después del huracán Katrina. Quiero dar un paso atrevido pero no me atrevo: es ilógico, imprudente, siempre me ha salido mal, pero tengo el bichito adentro y capáz que me tire a la piscina. Si me animo les cuento y si no callaré para siempre.

Este domingo colocaremos un chanchito lechón en el horno de barro de Viera y Cía. nos vamos a jugar un importante negocio que hemos estado persiguiendo desde hace demasiado tiempo, yo estoy a cargo de llevar cervezas y de ponerle cigarros al chanchito de la suerte. Veremos.

Mañana salgo con la Pilar a celebrar que -por fin- terminamos todos los trámites de BGL Proyectos y Asesorías Limitada ¿como celebraremos? ¿la llevaré a cenar a un lugar carísimo? ¿la sacaré a bailar? (ojo, esa foto es del año nuevo 2002, la penúltima vez que fuimos a bailar) ¿la llevaré de paseo a Miami o a Europa por el fin de semana?.

No señores, como soy el marido perfecto no necesito nada de eso y bastará con que nos tomemos unas cervezas en la Island como hacemos todos los sábados. Además no hay un peso en mis bolsillos, estoy apostando fuerte y espero que me vaya bien. Y si me va mal me da lo mismo, como dice la canción con dinero o sin dinero, hago siempre lo que quiero, la entretención está en la apuesta.

Para algunas cosas tengo muy mala voluntad, especialmente cuando se trata de dar consejos técnicos y configurar computadores. No se olviden que yo empecé trabajando en eso hace más de 20 años y tengo experiencia en cuanto a convertirse en un pringao informático (por favor, los que no conocen el término no dejen de ver este link) Pero mi ex jefe y amigo Gabriel Abusleme se trajo un computador que no tiene NADA y tuvo la inspirada idea de decirle a la secretaria "llama al Tomás para que lo deje funcionando".

Conste: yo no hago esa clase de favores ni para el Santo Padre, pero esta es una situación excepcional, igual lo voy a hacer porque al hombrón le debo demasiado.