Una mañana agitada

Hoy muy temprano me llamaron de la agencia naviera para avisar que el auto de mis amigos había sido desembarcado, y que había que apurarse en sacarlo antes que el puerto empezara a cobrar bodegaje. Muy a mi pesar me levanté y fuí a buscar al hotel a Ed y Gordon para la operación "rescatemos al Subaru".

Muy luego empezaron los problemas, resulta que al puerto no se puede entrar sin casco ni zapatos de seguridad, menos mal que esa mañana me había puesto los bototos Sears-Roebuck con punta de fierro así es que Ed se evitó el trabajo de comprar zapatos, en la puerta me prestaron un casco y ya estaba listo para entrar a puerto. Ellos tuvieron que esperar afuera nomás.

Una vez adentro me vieron la cara y no aguantaron la tentación de hacerme una broma "sabe que al auto le cayó un container encima, mire como quedó" de lejos no se veía la marca así es que alcancé a asustarme, la cosa es que en el viaje se destrozaron tres autos y solo el de Ed quedo intacto ¡eso si que es suerte!.

Y empezó el jaleo para sacarlo del puerto, todos muy amables excepto el funcionario del SAG que no apareció por ningún lado y al final tuvimos que sacarlo sin el timbre por mientras Ed y Gordon se tostaban e el sol de la mañana, sin entender nada de lo que estaba pasando (no hablan ni gota de español), en fin, mientras esperábamos me saqué esta foto disfrazado de un miserable trabajador, con el casco en el corazón.

Finalmente muy felices cuando pudimos sacar el auto, nos fuimos a almorzar a una picada extraordinaria llamada Mata Rangi que está en el Terminal pesquero, no había ido nunca antes aunque me la habían recomendado, Ed se tomó solo una fanta porque le tocaba manejar, pero con Gordon nos tomamos sus buenas cervezas, comimos empanadas de marisco, almejas a la parmesana, jardín de mar (cebiche, piure, choritos con palta y ensalada) todo por menos de 10 mil pesos.Excelente como diría Mr. Burns.

La noche anterior fuimos a comer al Rey del Marisco un lenguado con salsa de camarones muy bueno, pero la actitud del mozo respecto de la propina me pareció puntuda e insolente, así es que me arreglé para que no le dejaran ni un solo peso, me echó a perder la comida y probablemente no vuelva más a comer a ese sitio por culpa del puntudo.

En fin todo muy entretenido, si quieren pueden ver el set de fotos que saqué esta mañana aunque cuando mejor lo pasamos fue anoche cuando nos tomamos los rockets en el Shopdog, pero allí se me olvidó llevar la cámara. Bueno, a estas horas si todo va bien deben estar durmiendo en Calama, buen viaje y cuando vaya a Buenos Aires me desquito.