Que nadie lo detenga...

Y se va acercando la hora de cantar la canción del adiós al 2006. Hoy estuve todo el día en los preparativos y me late que todo va a quedar mal, a mi solo me resultan bien las cosas improvisadas y de última hora. Como pueden ver en la foto el arsenal para mañana va creciendo, estuve preparando los pavos con sus rellenos y todo eso, nunca antes lo había hecho, espero que no tengamos que cenar pizza.

Para este fin de año tenemos invitados a Mila y Rudy, a Emilio, su señora e hija que vienen de Santa Cruz de la sierra y a Nicolás, el hermano de la Romanet que está haciendo su servicio militar en Arica. A diferencia del año pasado que lo celebramos solos esta vez habrán 12 personas en la casa.Si los pavos me quedan malos me iré de linchamiento.

Para la buena suerte me conseguí un ekeko que entre su carga trae billetes, una quena, challa para tener fiestas y toda clase de alimentos para que no nos fallen los caldos. En fin todo sea por que finalmente llegue la buena suerte "si Dios quiere darme, ya sabe donde vivo". Me imagino que cada uno de ustedes se debe estar preparando para despedir el año.

Debe haber sido en 1972, el peor año nuevo de mi vida lo pasé solo, encerrado en mi pieza de un hotelucho en Quellón (Chiloé) mientras justo abajo de mi pieza los dueños celebraban la fiesta. No se pueden imaginar lo deprimente que resulta escuchar como los demás celebran en estas fechas donde la diversión es una especie de obligación social.

Otro año nuevo especial fué en los sesentas, debe haber sido en 1967 o el 68, vivíamos en la población Santiago "donde mueren los valientes" -¿existirá todavía?- estabamos mi mamá, yo y mis primos Mario y Camilo que vivían con nosotros. No teníamos un solo peso, ese día solo habíamos almorzado un pan de pascua que nos estaba quedando. Pero Camilo se las arregló para conseguir los ingredientes para hacer un cola de mono: leche, café, aguaardiente y azucar. Pero no teníamos donde prepararlo así es que lo hicimos en un lavatorio, al final nos dió asco -mal que mal ahí mismo nos habíamos lavado todo el año- y nadie quería tomarlo.

Cerca de medianoche llegaron de visita unos gringos del Cuerpo de Paz que se habían hecho muy amigos de nosotros y aparecieron con una gran torta de chocolate ¡ahí estaba la solución! así es que les convidamos el cola de mono que no queríamos tomar nosotros, total, ojos que no ven corazón que no siente. Entonces a los gringos se les ocurrió decir ¡brindemos! así es que de mala gana tuvimos que tomarlo igual, nos reímos durante todo el año siguiente cada vez que nos acordábamos. Esos años vivimos en la miseria más grande pero fueron los más felices de mi vida, nunca lo volví a pasar tan bien como en esa época. Teníamos de todo, menos plata.

Reviso mi inventario de hoy ¡que diferencia!: 18 latas de cerveza (tendré que comprar más), un Johnny Walker rojo, un Matusalen, un Bacardi limón, un Baileys, dos botellas de cola de mono, dos de vino San Pedro exportación, un Alto del Cármen, tres Cocacolas familiares, un jugo de naranjas, 100 globos ¿como los voy a inflar?, 12 pitos 4 paquetes de serpentinas, comparado con esos años soy archi-milonario. En fin, otro año nuevo como todos. Adiós 2006, hola 2007. Que venga, que venga, que nadie lo detenga.