"Sueño con una navidad blanca"

Un día extremadamente aburrido. La piscina olímpica está cerrada por mantención así es que solo llegué hasta la puerta. La Pilar está de vacaciones y le entró la manía de la limpieza, anda todo el día pasando la aspiradora y sacando brillo a mi escritorio, le quitó toda la pátina de mugre que me tenía tan orgulloso, ya no es lo mismo. Además están armando el árbol de pascua y toda esa jo-jo-jo-basura con que cada año se conmemora la fecha, seguramente haremos la misma ridícula cena, recibiré mi par de calcetines y diré lo mismo que todos los años "me lo merezco, me lo merezco" para irritación de todos los que no les dí ningún regalo. En fin, lo mismo de siempre, deberían sacar una ley que prohiba la navidad.

Me escribieron Carol y George Wittig quienes anduvieron en un crucero por acá este año y me mandan una tarjeta con la versión de White Christmas -o como se escriba- si escucharon la original de Bing Crosby no se pierdan de ver esta, es una excelente versión remodelada. Me cuenta Carol que siempre la pilla la navidad haciendo las cosas en último momento, no es la única, acá me pasa exactamente lo mismo en año nuevo.
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El año nuevo es otra cosa: este año invitaremos a Mila y Rudy a la casa, vamos a comer, me voy a emborrachar un poco y me fumaré un par de puros. Quemaremos el mono y veremos los fuegos artificiales, después saldremos a dar una vuelta a la ciudad, la isla, la playa y todo eso y después solo Dios sabe. En año nuevo extraño a muchos amigos, el año nuevo pasado salimos solos con la Pilar, pero antes pasé unos muy buenos
con la Marlene, con el Rucha,
con el Pepe,
con la Cindy,
con el Mouse,
con Tristan, Stephen, Claudia y Tilman
y varios más, ahora ninguno de ellos está vigente, bueno, a ver si me encuentro con el Rucha o el Mouse, ojalá.

Nunca preparo nada para el año nuevo y el 31 en la mañana estoy corriendo para armar el mono que vamos a quemar, en la tarde a comprar la comida y el licor de contrabando (desde Tacna sale más barato) y siempre nos pilla la noche con todo improvisado. Al final después de las primeras champañas y cubas libres todo sigue solo su curso. Por lo general es el único día del año en que me emborracho. Hace exactamente cuatro años que no salgo a bailar lo que demuestra que en mis últimos años nuevos las borracheras no han sido lo suficientemente heavy.

Otra tradición que hacemos desde el 2000 es el Bye-Bye en la parcela del pueblo, donde despedimos el año con Daniel, Marco, Nelson, los Pratti y todos los amigos de los viejos tiempos: solo para caballeros, ahi aprovechamos de olvidarnos de todas las cosas malas del año que se va y convocar a labuena suerte para el año que viene. En fin,el bye-bye 2006 ya está cerca, Daniel nos amenazó con una pierna de chancho, la vida nos exige sacrificios..