En horario de invierno

Como estoy temporalmente dedicado a la actividad infame, la hora de mi entrada diaria se hace variable, espero que esto sea por poco tiempo y pueda volver a mi ociosidad habitual lo antes posible.En fin, me siento y esribo algo sobre la vida de un holgazán que ha tenido que trabajar para ganarse el caviar de cada día. Que inmoralidad más grande.

Ayer estaba en la Universidad de Tarapacá esperando a Viera y me encuentro con Mauricio Néspolo que fue durante muchos años registrador de la Universidd y ahora volvió a hacer clases. Por esas casualidades de la vida a Mauricio le había llegado recién un mail para que leyera el Diccionario de Curiosidades de Arica y cuando terminó de leerlo pensó que el tenía algunas correcciones y varias curiosidades para agregar, sale de su oficina y se encuentra conmigo en persona después de -por lo menos- diez o más años sin vernos; la vida nos da sorpresas.

El papá de Mauricio fué uno de los notables de Arica durante el Puerto Libre y hay una avenida que lleva su nombre no muy lejos de mi casa, fué consejero de la Junta de Adelanto en los sesentas, Mauricio también es sobrino de don Jako Arata, otro prócer de la Junta los que hicieron todo, menos el Morro. Que cosa más extraordinaria fue la Junta de Adelanto, los consejeros eran ad-honorem y casi nadie tenía ambiciones políticas o de llenarse los bolsillos como ocurre ahora, son las viejas familias ariqueñas: Arata, Beretta, Mozó, Melús, Néspolo, Guillén y tantos otros que dieron mucho y en su mayoría solo recibieron el buen recuerdo. Ninguno de esos metió a su familia en puestos de poder, como se estila ahora, como dice el tango eran otros hombres, más hombres los nuestros

Cuando se habla con nostalgia sobre la Junta de Adelanto no solo se trata de la plata y las obras que hicieron en la ciudad, sino por la calidad de la gente, tan distinta de los líderes actuales, que apenas llegan a un puesto de poder político se instalan como en un negocio, colocando gente de confianza para que robe por ellos y asegurando a la señora, lo hijos, los sobrinos ¡hasta al gato de la casa lo colocan en algún puesto!. Que desilusión más grande,

Hace falta más gente del estilo antiguo, ariqueños sin apellido político y que se conformen con su sueldo o -en el peor de los casos- con movidas chicas, el problema es que ya se perdió todo aprecio por la reputación, no les preocupa si los consideran sinverguenzas, les da lo mismo. En fin, para no ser tan pesimista mencionaré a Luis Cornejo que, hasta el momento me hace recordar un poco a esos dirigentes antiguos, ariqueños por sobre todo. Ojalá que el poder no lo eche a perder porque estando en la miel todo se pega recemos para que al menos unos pocos dirigentes mantengan la tradición del ariqueñismo de los tiempos aquellos.Si no tenemos la gente, no llegaremos a ninguna parte.

Una de las historias que me contaba Mauricio era que cuando chico la gran entretención en Arica era ir a ver las obras, la ciudad se estaba transformando con grandes construcciones por todas partes: el puerto y la costanera sur que alejaban al Morro del mar, el casino, el estadio, los parques, avenidas y poblaciones, tiempos felices que no volverán.

A Arica le faltan ariqueños, eso de llegar a la ciudad para tomarla como botín de guerra, además de perjudicial es tonto, ¿que sacan con colocar a toda la familia en puestos de poder si después van a ser dueños de nada? porque todas estas peleas para llegar más cerca de la caja de fondos son las que desgastan a todo el aparato político y administrativo, no sirve para nada ser dueño de una ciudad empobrecida.

En fin, estas son las cosas que no podría colocar en ningún diario, pero si en el blog, así es que a los que les caiga el sayo -que son hartos- que se lo pongan.