Con los monos

Y pasó el cumpleaños donde -créanme o no- no me tomé ni una sola gota de alcohol. Tampoco hice celebración de ninguna clase y me limité a salir a comprar una pizza con el Tomás Jr. que luego nos comimos en el auto, también nos llevamos tres churrascos del Servipal para la casa y eso fue todo, chao cumpleaños.

Resulta que a veces despierto con los monos y el 5 de enero fué un día de esos, apenas abrí un ojo me di cuenta que los niveles de malhumorina en mi sangre estaban muy altos así es que comencé con el ciclo ya conocido para mis días depresivos. Primero que nada preocuparme por el futuro, y pensar en todas las cosas malas que me pueden pasar: fracaso en los negocios, enfermedades, malas relaciones personales, familiares y todos los peores casos posibles.

Después de deleitarme con mi pequeña orgía de masoquismo, puse mi cara de malhumor y me dediqué a comunicarles a todos que andaba con los monos así es que se anduvieran con cuidado conmigo. Luego empecé a releer el libro Trilogía Sucia de La Habana, de Pedro Juan Gutierrez , donde cuenta sus aventuras y desventuras concluyendo que Dios aprieta pero no ahorca, gran libro para leer en estas ocasiones.

Luego procedí a aislarme y dormir siesta, como no andaba con ganas de gastar plata ni de celebrar, pensé que dormir podía ser un buen sucedaneo. Me fui derecho para la casa rodante, estacionada frente a la casa y allí me quedé acuartelado. Llegadas las 12 partí para una fiesta a la que me habían invitado, pero no encontré la casa, así es que partí con el Tomás Jr. a lo de la pizza y chao. Ese fué mi aburridísimo cumpleaños, después de una año nuevo muy producido.

Hoy pasé todo el día descansando y tratando de no pensar en nada hasta que se me pasen los monos, a la tarde me fuí para la playa y luego anduve con mi compadre Oscar para ayudarlo a ver algunas casas. Poco a poco he ido recuperando mi habitual malhumor que me dejará listo para enfrentar a mis múltiples enemigos. Y a la noche ¡surprise! me invita Lilian a tomar un trago por el cumpleaños y nos juntamos en el Dimango con Mila y Karen. Como si fuera poco para pasar la depresión recibí regalos de Lilian y Rudy, dos de las cosas que más disfruto ¿quien puede sentirse deprimido después de todo esto?.

En fin, comienzo de nuevo, tengo el verano por delante y muchas preguntas sobre mi dudoso futuro ¿llegaré vivo al fin de año? quien lo sabe, total para que preocuparse, cada cosa tiene su tiempo y su mecánica, solo hay que tratar de no hacer demasiadas estupideces y confiar en el futuro, como dice el himno "con fe en el porvenir", eso nomás.