Temporada de patos

Y como se nota que se acercan las elecciones!, comienza la temporada de patos, Paredes se saca una foto con la presidenta y publica a página completa ne La Estrella del domingo una carta con los lugares comunes de siempre, mientras Sankán se saca otra foto con Bitar. Como en el desierto florido empiezan a aparecer por todas partes los salvadores de Arica, Zapata hace un pasacalle, Baltolú, Orlando Vargas, Lucho Leblanc y todos los que se creen con posibilidades de entrar al festín andan dando entrevistas, paseándose por 21 o haciendo operativos sociales, léase compra de votos, en efectivo o con promesas "cuando yo salga elegido los arreglo a todos, no se preocupen".

Bueno, hay una honrosa excepción, Lucho Cornejo se ha mantenido aparte de este circo de egolatría y ambiciones. La explicación para mí es bien sencilla: ser alcalde es el peor negocio del mundo para el que no entra directamente a robar, eso explica también por que hay tantos dispuestos a cualquier cosa con tal de sacrificarse por el servicio público. A mi modo de ver cualquiera que tenga mucho interés en la política es un ladrón en potencia. Bueno, seamos francos, la mayoría no son en potencia.

Todos quieren alguna franquicia para su propio negocio: un amigo que tenía talleres de confecciones declaraba muy serio en el diario la conveniencia de subsidiar la actividad manufacturera textil, para que hablar de los agricultores que piden que les regalen los terrenos se tomaron ilegalmente ¡y además exigen agua!, hasta la Universidad de Tarapacá apareció con un proyecto para producir biocombustibles en el desierto, piden unos cientos de millones sin tomarse la molestia de explicar con que van a regar las malditas plantas en un lugar donde no hay una sola gota de agua.

El antiguo barrio industrial castró mentalmente a la opinión pública de Arica, desde entonces todos sueñan con la ley milagrosa y las políticas de estado, léase subsidios y prebendas especiales, los ariqueños se creen pillos y desconfiados, sin embargo son crédulos como un bebé. Tal como escribí alguna vez en La Autopsia del Ariqueño Neto:

Creencia en los Milagros

Este es un aspecto de la credulidad del ariqueño neto que merece ser destacada aparte.

Ya mencionamos como se encomienda a la Virgen de Las Peñas, se golpea el pecho y le promete a la virgencita que no volverá a ponerle los cuernos a su mujer cada vez que anda en problemas. El ariqueño neto vive en medio de mandas y reza todos los días aunque sea blasfemo y hereje, cuando no pertenece a una de esas extrañas cofradías de bailes religiosos.

Pero esta fe en que los milagros si existen también tiene una manifestación más mundana. El ariqueño neto cree a pie juntillas que todos los problemas de la ciudad, los problemas del mundo y sus propios problemas personales se solucionarán con una LEY MILAGROSA que hará que Arica vuelva a ser el Shangri-La con el que sueña cada día.

En Arica no cuesta nada ganar una elección política para cualquiera que conozca los resortes que mueven al ariqueño neto: basta subir a pie al Morro, con unas cuantas viejas y viejos "de la época de la Junta de Adelanto", luego cantar el Himno de Arica y finalmente prometer a voz en cuello la LEY MILAGROSA que "sacará a la ciudad del estado de postracion y miseria (bla, bla, bla, etc.). Es pan comido, a piece of cake.

En fin, tengo muchos amigos metidos en política y espero que no tomen a mal mis palabras, ojalá el consejo de subir al Morro les sirva, ya vieron como le resultó a doña Rosa Gonzalez. No saco nada con criticarlos porque si yo tuviera la audacía también estaría metido en lo mismo y sería más ladrón que todos ellos juntos. Que diablos.