Una cuestión de tamaño (o el tamaño si importa)

Sigue tranquilo el paso de los días en aburrilandia, ahora si que el clima está perfecto y tenemos un invierno tibio con 17 grados (63 F) como en los viejos tiempos, sin el viento helado que nos trajo el fenómeno de la niña el año pasado. Son las 7:29 y estoy de manga corta, igual que cuando anduve por Puno y Juliaca donde me tocaron unos días envidiables, ¡que viva el calentamiento global! un ciclo glaciar si que me tendría angustiado.

Apareció en el diario una encuesta del Servicio Nacional de Turismo que coloca a Arica como penúltimo destino para el turismo nacional, solo superamos a Chaiten. Bien me parece y me alegro que así sea, es natural, Arica está alejada de los grandes centros poblados del país, separada por un enorme desierto y por eso es muy caro o largo llegar desde otras partes del país.

Por otra parte somos el tercer destino de turistas extranjeros, solo superados por Santiago y Valparaíso y esto tiene que ver con una ventaja natural que nos da nuestra ubicación: para viajar desde/hacia Perú o Bolivia es muy conveniente parar un par de días en Arica. La gente de la Cámara de Turismo ni los hoteleros sacarán nada con preocuparse como dice el diario, eso muestra que no entienden nada de las ventajas comparativas y como sacarles provecho. Por supuesto que van a aparecer los hoteleros frescos pidiendo políticas de estado, es el gen de las sanguijuelas, que exige subsidio para los malos negocios y está en la cultura ariqueña, un triste legado de tantos años de leyes de excepción que nos convirtieron en llorones y pedigueños profesionales.

Hay algo en que parece que nadie ha pensado todavía y es el problema del tamaño: es físicamente imposible que la población de Arica crezca a 500.000 o 1 millón de habitantes por restricciones de agua, suelo y muchas otras, sin embargo todas las políticas que planifican nuestros genios locales tienes dos cosas en común:

1. no toman en cuenta nuestras ventajas y desventajas comparativas.
2. planifican como si Arica pudiese crecer infinitamente

Esto es consecuencia de la mentalidad de mendigos del estado que se ha desarrollado a lo largo de los años, piensan que se puede hacer lo que se les ocurra sin tomar en cuenta las desventajas, porque eso se arregla con subsidios. Arica debiera ser una ciudad de nicho pequeña en población, creo que estamos en el tamaño ideal para nuestros recursos y cualquier boom que traiga una gran población -como ocurrió en Iquique- solo nos traería más y peores problemas. Mientras no se piense tomando en cuenta nuestras desventajas y ventajas naturales, y no se defina un tamaño máximo deseable de crecimiento de población, nunca se va a planificar en serio.

El concepto de nicho significa menos cantidad pero más valor ¿saben que ciudad es la que tiene uno de los mayores flujos de turismo nacional? Cartagena ¿queremos convertirnos en la Cartagena del norte, subsidiada por el estado? por mi parte me parece una pésima idea. Las ventajas naturales de Arica la hacen ideal para el turismo de paso, un lugar agradable para pasar unos días desde y hacia el Perú o Bolivia, esto no es un invento ni una idea genial mía sino una simple observación: esa clase de turismo da hoy día empleo a gran parte de la ciudad en pequeños negocios familiares como residenciales, taxis, pequeños restaurantes.

Los burócratas que son incapaces de entender el concepto de nicho, piensan en cambio en economías de escala. Enormes hoteles de 5 estrellas y entonces llegarán decenas de miles de turistas, sueñen, ilusos, son ignorantes, provincianos y si han viajado no les ha aprovechado de nada. Hay mucho negocio de nicho en el mundo y en Arica no es solo el turismo, también puede ser una ciudad ideal para que vivan retirados de Chile y el extranjero: clima perfecto, seguridad, buenos servicios médicos, un lugar casi sin peligros. Para el que nunca ha viajado, Arica es un destino absurdo, mejor gasta su plata en conocer la torre Eifell, Nueva York o si es más pobre Buenos aires. Pero el mundo está lleno de gente que ha viajado mucho y conoce la diferencia entre un lugar bueno para visitar y un lugar bueno para vivir, para esa gente Arica tiene importantes ventajas comparativas y podría ser un destino inmigratorio importante.

Hay cosas que el dinero no puede comprar como el buen clima o la relativa ausencia de delincuentes, animales venenosos, etc. Para muchos patipelados eso no significa nada al lado de un lugar con trabajos bien pagados o con espectáculos, pero alguien que tenga buenos ingresos podría vivir muy bien en Arica sin las incomodidades de los paraísos tropicales (mosquitos, enfermedades, lluvia, etc.) ni de los grandes destinos turísticos (delincuencia, especulación, multitud de turistas). Si quiere algún espectáculo toma un avión y ya. Esto tampoco es algo que se me haya ocurrido a mi, mucha gente que planea retirarse busca un lugar como Arica, a mi me preguntan frecuentemente y no se olviden cuando Anacleto Angellini, uno de los hombres más ricos de Chile que podría vivir en cualquier parte del mundo, se compró una propiedad en Arica.

Esos son negocios de nicho que deberían tener en cuenta nuestros think tank -lástima que no me puedan ver la cara cuando escribo esto- al pensar en estrategias de desarrollo, en lugar de repetir una y otra vez los mismos tontos lugares comunes de siempre. En fin, iba a escribir otra cosa y miren lo que salió, sin embargo creo que en este caso el tamaño si importa, tal vez haga un refrito políticamente correcto de esto y lo publique en mi columna de La Estrella en dos semanas más, si es que quedo vivo después de lo de las animitas. La foto ciertamente es del gigantesco artista cusqueño Martin Chambi.