El diablo está en los detalles

El viernes tuvimos 5 horas de clase y el sábado 10 horas, todo el día con el agravante que había que presentar un caso, pero en fin, con eso cerramos el interesante módulo de dirección estratégica con Nelson Stevenson, donde aprendí un montón de cosas que ni sospechaba, es curioso comprobar que después de tantos años de aventuras y pellejerías todavía me encuentro con cosas nuevas que no sabía, nunca se termina de aprender.

Entre las varias cosas del curso, estuvimos analizando los resultados de los censos 1992 y 2002, además de varios estudios de opinión pública sobre las expectativas y la confianza en Chile. Es increíble como mirando tendencias aisladas uno se puede hacer impresiones falsas de la realidad. Por ejemplo si revisamos como han evolucionado los salarios reales aparece una curva impresionante de crecimiento, a medida que pasan los años los salarios son cada vez más altos.

En Chile la tasa de crecimiento de las casas es mucho mayor que la de las personas, hay más teléfonos celulares activos que chilenos y la cantidad de gente con TV a color, cálifont, refrigerador o Internet es enorme. El PIB de Chile el 2008 es el más grande de la región con US$ 14.673 superamos a Argentina o Brasil que son países ricos en recursos naturales y humanos. Las políticas de bienestar en Chile son -objetivamente- mucho más generosas que en cualquier otro país de América con jubilaciones y prestaciones de salud garantizadas incluso para los irresponsables como yo, que en su vida han ahorrado un peso. Un buen ejemplo de ese lado de la película se encuentra en el blog de la Republica, que en su artículo por qué la concertación y no la derecha, hace un extenso laudatorio de estas cosas.

Todas esas son cifras que a alguien que viene desprevenido de otro planeta lo haría pensar que ha llegado al país de las maravillas. Pero el diablo está en los detalles. Nos contaba Nelson Stevenson que Rolf Luders, paladín del liberalismo salvaje dice siempre más impuestos, lo que Chile necesita son más impuestos ¡pero Rolf, como que más impuestos! claro, es la única forma sana de financiar un modelo de bienestar como el que ha colocado la concertación en todos estos años ¿quiere servicios de salud gratis para todos? ¿y jubilaciones para todo el mundo? ah ¿y quiere que el gobierno le de una casa propia pagando una suma irrisoria? perfecto: pero fináncielo usted mismo, pagando más y más impuestos.

Para sorpresa de todos la concertación pareció descubrir la fórmula para dar bienestar a todos sin necesidad de subir brutalmente los impuestos ¡el país de las maravillas!. Pero el diablo está en los detalles. Hay algunas cifras que no se muestran o se camuflan con eufemismos y son la explicación de este milagro chileno que nos ha permitido cosechar sin sembrar durante casi 20 años.

Veamos por ejemplo el desempleo, en el blog de la república se indica "y aunque menos de lo que quisiéramos, sigue bajando" y a continuación aparece un gráfico que muestra todo lo contrario, que se mantiene a tasas estables y cercanas al 10%. El diablo está en los detalles: los salarios reales han subido solo para los que tienen empleo, mientras que como generadores de puestos de trabajo las políticas públicas han sido un gran fracaso.

El crecimiento también se muestra en tres barras con promedio por decenio terminando el año 2005, lo que convenientemente evita mostrar la tendencia violenta y sostenida a la baja desde ese año a la fecha, es bastante fácil mentir mostrando números, es verdad que tenemos un país de bienestar pero financiado a costa de desempleo y pérdida de crecimiento. Esas dos tendencias no están llevando a la involución, los gobiernos de la concertación se farrearon una década de ingresos enormes por el precio del cobre en un bienestar asistencialista, que se va a terminar en el mismo momento en que se termine la plata.

¿Y que les importa? cuando la cosa se ponga mala ellos no estarán en el gobierno y podrán echarle la culpa a la derecha, cuyos líderes, igual de estúpidos, probablemente tratarán de seguir con el asistencialismo y el bienestar en lugar de una política de gastos ordenados y sustentables.

En fin, ayer después de clases me fuí a un pequeño ágape de comida peruanaen la parcela del pueblo, con el equipo directivo que nos está encargando los trabajos de investigación y diseño de estrategias. Es increíble lo productiva que puede resultar una comida informal frente a las reuniones convencionales donde todos hablan de manera más o menos empaquetada y predecible. Alrededor de una mesa se puede hablar más francamente y se dejan en claro cosas que en las reuniones formales se evitan. Ese es el verdadero espíritu de universidad, poder hablar claro y con confianza. Me extraña que los gurúes de la administración todavía no se hayan dado cuenta del valor de juntarse de vez en cuando alrededor de una mesa como parte del trabajo.

La cosa es que hambre no pasamos, porque comimos: anticucho de corazón, choritos a la chalaca, escabeche de albacora, papas a la huancaína, costillar ahumado, chicharrón y seco de cordero ¡una fiesta de comida peruana! lástima que llegué tarde y cansado así es que todas las fotos salieron movidas, a ver si Prati me manda las que sacó él para publicarlas, los platos estuvieron todos ricos, como siempre. ¡Este gobierno de la concertación que nos tiene pasando hambre!.

¡A puro pan, a puro té, nos tiene esta bachelet!