Zamudio y la naranja mecánica

Los animales chicos se agrupan en manadas: sardinas, langostas, abejas asesinas, hormigas rojas. Las hienas en Africa jamás atacan solas. Con las personas pasa lo mismo, en todas las sociedades los más débiles se juntan en pandillas, primero para defenderse y luego para depredar.

Esto de "la unión hace la fuerza" puede tener aplicaciones buenas o malas. Es muy útil por ejemplo para defenderse del abuso de los más fuertes, pero fácilmente se puede convertir en depredación y abuso por medio del pandillismo. Por eso los "malos" de la cárcel normalmente son tipos chicos, feos, contrahechos, que buscan la asociatividad con similares para atacar en grupo y a mansalva.

Un ejemplo de las expresiones perversas del pandillismo la vimos con el asesinato de Daniel Zamudio, el joven homosexual que dormía borracho en un parque y fue atacado por un grupo de jovenes, que por pura diversión lo golpearon, le convidaron trago y después lo torturaron durante horas hasta dejarlo tirado agonizando. El líder de la pandilla venía recién saliendo de la cárcel después de cumplir condena por asalto.

Los que leyeron, o vieron la película La Naranja Mecánica, podrán reconocer muchas cosas en común con este asesinato, recuerden que la novela fue publicada en 1962 y era del tipo utópico, ambientada en el futuro que era como Burgess imaginaba tal vez los años ochenta.

The Clinic publicó una exclusiva con las declaraciones y un perfil de los asesinos, los que leyeron La Naranja Mecánica reconocerán a Alex y los drugos y podrán entender un poco las razones que los llevaron a torturar y matar a alguien que no se podía defender.

Creo que ni siquiera es maldad, claro, hay maldad pero ese no es el movil, tampoco el odio. Los activistas de los derechos homosexuales no se demoraron nada en tomar a Zamudio como una "causa" y empujar su propia agenda de manera mezquina y torpe, el asunto tuvo poco y nada que ver con neonazis y seguramente muy poco con homofobia.

Se trató simplemente de un grupo de hienas que se sintieron empoderados, igual que Alex y los drugos, se sintieron potentes golpeando y torturando hasta matar a alguien borracho e indefenso. El sentimiento de poder es adictivo, como la borrachera y los pobres diablos tienen la sed de poder más fuerte que las personas normales, necesitan abusar.

A los gobiernos socialistas que tuvimos durante tantos años les encantaba esa idea de empoderar a los débiles:

"Arriba los pobres del mundo
de pie los rebeldes sin pan
y gritemos todos unidos
¡Viva la Internacional!"

El colectivismo -el socialismo es una de sus ramas- se basa en eso. Inicialmente se trata de juntar a los débiles para que se defiendan del abuso de los poderosos. Pero luego, cuando la masa pasa a tener poder empieza a depredar.

¿Que otra cosa son las barras bravas como los de abajo o la garra blanca? ¿o los encapuchados? ¿o los que bloquean caminos y queman neumáticos? Son lo mismo que los drugos, pobres diablos, comidos por la envidia, que usan el número para imponerse.

Y los políticos siempre los buscarán para aprovecharlos, acuérdense del libro nomás, Burgess fue un visionario.