Tacna está muy cara

Ayer fui para Tacna acompañando a McDonnell en el oculista y me llevé la desagradable sorpresa de ver que los seis kilómetros que estuvieron cortados más o menos desde diciembre, entre la Comisaría de Chacalluta y el complejo fronterizo ya los habían repuesto: cuando todos pensamos que las molestias y los daños de los vehículos al pasar por un sinuoso desvío de tierra iban a ser compensados con una doble vía, resulta que el camino volvió a estar idénticamente igual a como estaba antes.

Es decir: cortaron el camino durante meses, construyeron costosos desvíos de tierra alrededor, destruyeron la pista que estaba en buenas condiciones y la volvieron a construir de nuevo, encima, para que quedase igual a como estaba antes ¿hasta cuando nos toman el pelo? ¿cuantos millones se malgastaron en obras y coimas? Diablos, que furia más grande ver como abusan de la paciencia de las personas y roban frente a nuestras narices, primero con las malditas baldosas en las veredas y ahora esto. sus impuestos en acción.

Tacna está muy caro, el cambio malo y sin embargo sigue siendo negocio pasar mercaderías de una ciudad a otra, cuando veníamos de vuelta comentábamos con McDonnell que todos los días parecen víspera de navidad: el terminal repleto de gente y los buses salen sin parar, uno tras otro, todos llenos, sale uno y enseguida se empieza a llenar el otro, es impresionante.

Y claro, las comerciantes al llegar a Arica empiezan a vender su mercadería. Yo le pasé dos cartones de cigarrillos chinos a una, para que se hagan una idea la cajetilla de cigarrillos chinos cuesta menos de un dólar en Tacna, mientras que en Arica un paquete "legal" cuesta alrededor de cinco dólares ¡cinco veces el precio y prácticamente todo es impuesto! Solo un estúpido compraría cigarrillos legales en Arica y solo a un estúpido se le podría ocurrir poner esa cantidad de impuestos, bueno, ahí están las consecuencias.

No debe existir mejor negocio en Chile hoy que el contrabando de cigarrillos, es mucho más rentable que el contrabando de drogas y ligeramente menos peligroso. Hace un par de años un amigo de Connecticut me ofreció que lo representara en la Zona Franca de Iquique y así nació mi fugaz Distribuidora BGL Cigarrillos, el negocio fue debut y despedida  porque cuando averigué bien de que se trataba me dicuenta que las probabilidades de terminar preso eran altas, así es que caballerosamente di un paso al costado.

Los chinos pueden fabricar mezclas que imiten a la perfección el sabor y aroma de cualquier marca que se requiera, uno les manda la muestra y ellos fabrican la mezcla perfecta, pueden vender con marca propia, marca del cliente e incluso en cajetillas completamente blancas si el cliente es medio malandrín y quiere falsificar alguna marca. Lo que sea: Phillip Morris, Camel, Lucky, todo se puede falsificar a una fracción del precio del original, todo esto gracias a la histeria anti-tabaco y la codicia fiscal que coloca impuestos absurdamente altos.

Bolivia es el hub en América Latina para distribuir estos cigarrillos falsificados o de marcas propias, gracias a su alto nivel de corrupción es tal vez el único país donde se importan estos productos por contenedores de allí salen en cantidades más pequeñas de contrabando para el Perú y finalmente a través del contrabando hormiga entran a Chile. Me alegra pensar que ayudé a que el Fisco de Chile perdiera de ganar impuestos de los dos cartones que ingresé esta vez, el que le roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.

El asunto es que en ese contrabando hormiga está la explicación de gran parte del bienestar económico de Arica, en el minibús en que veníamos, de los cuarenta pasajeros a lo menos treinta eran contrabandistas, esta vez la pasada estuvo "mala" y dos señoras quedaron retenidas en la frontera por ambiciosas, el contrabando hormiga es tolerado pero pasado ciertos límites, si los aduaneros están pesados, hay pérdida total.

Yo me traje café en grano de Urubamba, delicioso, se puede encontrar en el Mercado Central y vale como ocho dólares el kilo, no es barato pero el sabor y aroma valen la pena. McDonnell también compró su kilo para preparar el Irish Coffee, junto con aprovisionarse de tragos: una botella de bourbon Wild Turkey, una de gin Beefeather y otra de scotch Ballantines. Al llegar con el bourbon preparamos unos eggnog, muy buenos, el gin es para los martinis y el scotch para el irish coffe que, según Tom, se debe tomar en Semana Santa. Cuando lo vaya a visitar de nuevo tengo la seguridad que no pasaré sed y probablemente salga un poco des estibado.

En fin, un buen paseo, almorzamos en la calle, al lado de una feria libre que se coloca cerca de Avenida Circunvalación, trucha frita con maiz, papas, papas chuño y ensalada, no había probado nunca la trucha, no estaba mal pero lo único malo es que tiene millones de espinas, para la próxima creo que volveré al chicharrón, con eso voy a la segura.