Cuando te engañan dos veces

Hoy en la tarde estaba en el Café del Mar cuando pasó la marcha en apoyo al candidato presidencial del oficialismo, Alejandro Guillier. Calculé de unas 500 personas, completaban justo una cuadra de con una marcha de 5 en fondo. Precedidos por un par de saltimbanquis y malabaristas y una banda de bronce venían marchando varios conocidos, la mayoría empleados públicos, me imagino más o menos preocupados por su futuro. Se reafirmó mi impresión que esta no va a ser una elección muy peleada.

El gobierno está ayudando a la campaña a su manera, siguiendo la misma lógica que ha tenido desde el primer día de presentar leyes que signifiquen "cambios profundos" de acuerdo con su diagnóstico inicial, formulado principalmente por sus sociólogos, cientistas políticos y asistentes sociales. El diagnóstico es que existe un malestar generalizado en la mayoría de las personas debido a las desigualdades, sociales y de ingresos. La solución propuesta han sido las grandes reformas, que partieron con la Reforma tributaria, la Reforma a la educación secundaria y superior, la Reforma laboral y la Reforma previsional enviada a trámite recientemente. A estas debemos sumar algunas leyes deseadas por grupos minoritarios como el matrimonio homosexual y el aborto en tres causales.

Siempre es bueno escuchar los motivos de quienes piensan distinto que uno, ponerse en sus zapatos es el mejor ejercicio para aclarar nuestras propias ideas. Yo pienso que los que hicieron este diagnóstico en principio creyeron que era correcto y que las reformas les traerían popularidad y la posibilidad de consolidarse en el poder en un proyecto izquierdista de largo plazo.

Sin embargo ya existe un consenso que el diagnóstico estuvo equivocado y las razones son evidentes: (i) el amplio nivel de rechazo que tienen todas las reformas en todas las encuestas que se han hecho, (ii) la impopularidad en que ha caído la figura de la presidente, que hace solo cuatro años tenía índices extraordinarios y -sobre todo- (iii) la ruinosa situación económica en que ha caído nuestro país, que estaba en mejores condiciones que cualquier otro en Latinoamérica para enfrentar la caída del precio del cobre y sin embargo ha mostrado uno de los desempeños más pobres.

Los seres humanos somos máquinas de racionalizar, podemos encontrar explicaciones racionales para todo especialmente cuando se trata de no reconocer que se ha cometido un error gigantesco. Todavía encontramos mucha gente que -contra toda lógica- encuentra explicaciones perfectamente articuladas para defender la Reforma Procesal Penal o el Transantiago, del mismo modo la gente del gobierno actual se aferra a los errores pensando que están dejando un gran legado, que es incomprendido por un electorado ingrato, que hoy les da vuelta la espalda.

Lo que pasó es que el gobierno aprovechó la oportunidad que le daba haber obtenido mayorías parlamentarias en ambas cámaras, aunque en vista de los resultados y la impopularidad de las reformas parece que desaprovecharon la ocasión y es posible que no vuelvan a tener esa posibilidad.

La aprobación de cada una de estas leyes ha sido una victoria pírrica, que les da una pequeña alegría los primeros días pero les ha traído una cosecha de impopularidad que puede tener efectos de muy largo plazo para ellos. Esto porque han sido muy incompetentes en diseñar los proyectos de ley, cada uno ha mostrado casi de inmediato consecuencias negativas y por eso el rechazo popular.

El proyecto de Reforma previsional recién presentado, es el que retrata más claramente la manera de pensar de la gente del gobierno. Su motivación es completamente política y si se aprobara -cosa que yo veo bien dificil- tendría efectos negativos casi inmediatos, que el propio Ministerio de Hacienda ha hecho notar, pero como solo se sostiene en el voluntarismo político eso no les importa, solo quieren dañar el concepto de capitalización individual que ha sido la política pública más exitosa en toda nuestra historia.

Para esto se sirven de la ignorancia y superficialidad del hombre de la calle, que siempre se siente explotado por los poderosos y acepta sin pensar demasiado cualquier cosa que le digan que dañará a los que tienen más para beneficiarlo a él.  ¿Recuerdan el video sobre "los poderosos de siempre" que sirvió para que en los primeros días alguna gente apoyara la Reforma tributaria? Bueno, esa idea estúpida que apela a la envidia del pobre diablo es lo que se usa hoy para atacar a las AFP y la capitalización individual.

Es algo que funciona muy bien hasta que se empiezan a aplicar las reformas, y el gobierno ha sido tan incompetente en los diseños que no se han necesitado años para ver sus malos efectos -como en las reformas que hizo la Concertación- sino que los errores se ven de manera casi inmediata. ¿Quien podría pensar hoy que "los poderosos de siempre" están pagando más impuestos y que los pobres se están beneficiando con eso? Solo un retrasado, eso se vio a los pocos meses de empezar la reforma, lo mismo con las reformas laboral y educacional.

Vean solamente que el corazón de la reforma es "la creación de un entidad pública autónoma y mandato único que administrará las contribuciones patronales" esta entidad pública requiere una ley de quorum calificado con 3/5 de los votos, cosa que en las actuales circunstancias parece imposible, la famosa "entidad pública" tiene detractores incluso dentro del propio oficialismo, mucho menos lograría arrastrar los votos necesarios de la oposición. Lo que pasa es que a los que han generado el diagnóstico de gobierno no piensan en hacer una ley que mejore las pensiones, su objetivo es, en sus propias palabras, es el siguiente:

"Se trata de lograr compatibilizar el objetivo de lograr terminar con el rol central que tienen las AFP en el sistema previsional chileno con la efectiva posibilidad de iniciar la transformación de uno de los principales legados de la dictadura".

Ese es el verdadero y mezquino propósito. Como son incapaces de mejorar el sistema se trata de dañarlo a costa de empobrecer a los jubilados, que para ellos es un asunto secundario, el objetivo principal es dañar lo que no pueden destruir "uno de los principales legados de la dictadura"

Y en el marco de esa mentalidad, no se dan cuenta que -igual que con las demás reformas, después de un minuto de euforia la gente furiosa se les va a volver en contra de manera permanente, porque no se van a demorar nada en darse cuenta que (i) los más pobres seguirán recibiendo pensiones míseras, (ii) a la clase media le meterán directamente la mano al bolsillo vía sueldos más bajos y más cesantía.

Porque el asunto de las pensiones es mucho más profundo y no tiene una solución factible, como he escrito muchas veces antes, aparte de que la enorme mayoría de las personas tendrán que trabajar o buscar medios de vida hasta el momento de estirar la pata, les guste o no. La gente ignorante y superficial nunca entenderá esto, que es evidente, y seguirá creyendo cuentos chinos para a los pocos días desilusionarse y quejarse furiosos porque "los engañaron". Los gringos tienen un dicho muy bueno sobre esto, y se lo dedico a todos mis queridos amigos que reclaman contra las AFP, aquí va:

"Fool me once, shame on you, fool me twice, shame on me". Cuando alguien te engaña una vez es un sinverguenza, pero si ese mismo te engaña dos veces tu eres un imbécil.