28 febrero 2020

La economía de la abundancia


Vivimos años maravillosos sin siquiera nos damos cuenta. EL Siglo XXI está marcado por la riqueza y la abundancia como nunca se había conocido antes, aunque para llegar a entenderlo tenemos primero que aclarar unas pocas ideas.

Primero que todo que es exactamente la riqueza, todos hablan de eso pero pocos tienen clara idea de que consiste. El común de la gente cree que la riqueza se puede medir por la cantidad de dinero que se tiene para gastar, ese es un gran error porque no considera la cantidad y calidad de bienes y servicios que podemos adquirir con el dinero que tenemos.

En el Siglo XXI la tecnología nos ha hecho enormemente más ricos de lo que éramos en el Siglo XX, y en cualquier época del pasado. Podemos disponer de miles de canciones, horas de películas y una biblioteca gigantesca que contiene casi todo lo que se ha escrito en la historia, y eso lo dispone hasta la gente más modesta.

Yo recuerdo en los años setenta del Siglo pasado que si alguien era aficionado a la música tenía que comprar un disco de vinilo -bastante caro- y debía tener un equipo -también caro- para tocarlos. Claro que habían millonarios que tenían unos 2000 discos de vinilo y un carísimo sistema de tornamesa y amplificación. Bueno, yo tengo mucha más música y la puedo escuchar con igual o mejor calidad que un millonario de hace 50 años atrás, y eso que no tengo donde caerme muerto.

Como desde chico tuve el vicio de la lectura, en los años setenta me leí la biblioteca del Liceo de Ancud casi completa, deben haber sido unos 300 libros, más o menos. Después de eso, durante muchos años buscaba en las ferias los libros usados, que en su mayoría todavía conservo, cada vez que tenía algo de plata me iba a comprar libros usados, entre la limitada oferta disponible, a veces encontraba algún buen título de autores conocidos. Otras veces probaba con algún librito que me "olía bien" y tuve mucha suerte con eso porque pude encontrar autores estupendos que no conocía ni en pintura.

Hoy tengo miles de libros en mi disco de respaldo, que si hubiese nacido 50 años antes jamás hubiese podido conocer. Y la verdad es que nunca voy a leerlos todos, pero eso ni me importa, porque leo por vicio, por placer, no para "educarme". De hecho releo mucho más que leo y para los títulos nuevos prefiero leer las solapas o un resumen. Solo si me interesa mucho lo leo entero.

Esos son solo dos ejemplos de la inmensa riqueza que hoy disponemos sin darnos cuenta, pero hay muchos más. Para el que le gusta el Cine puede pasar años encerrado viendo las mejores películas a costo casi cero. Para los que gustan de los deportes ya no necesitan comprar boletos ni viajar a donde hay algún partido, muchos pueden verse por Internet, lo mismo que los conciertos, obras de teatro, óperas y miles de otras cosas que antes solo podían experimentar los millonarios.

Cuando yo era chico, en los sesentas, nunca conocí a alguien que hubiese viajado a Europa, Estados Unidos o Asia, eso era para los "precious few" que se vestían con su mejor ropa antes de subirse a un avión, lujo antes reservado para los ultra ricos. Hoy es cosa común viajar a otros países, aunque con tantas horas y horas de documentales y la posibilidad de ver las calles de casi cualquier ciudad importante del mundo con Google Street View, viajar ya no es la aventura maravillosa y exclusiva que era antes.

En el Chile de los sesentas -gracias a los imbéciles economistas cepalianos- tomar whisky era un lujo reservado a unos pocos adinerados, la mayor parte de los chilenos se moría sin saber que sabor tenía un Chivas Regal. Tener un auto o casa propia era un lujo reservado a no más del 10% de los chilenos más acaudalados, hoy es cosa bastante común.

La afluencia, prosperidad, riqueza que ha traído el Siglo XXI a cada uno de los que hemos tenido la suerte de vivir esta época, es incalculable.

A ver, por que no fantaseemos un poco. Si yo pudiese viajar en el tiempo hacia atrás, hasta el Renacimiento y conociera a Cesar Borgia, o mejor a Jakob Fugger, de quien se dice fue el hombre más rico de toda la historia, con un patrimonio actualizado superior a las fortunas de Gates, Buffet, Sim y Zukemberg juntos, y si tuviera la posibilidad de cambiar de vida, quedando yo en la época de don Jakob con toda su fortuna y él llegara a mi época, con mi escaso patrimonio de clase media baja ¿haría yo el cambio? Ni muerto. ¿Haría el cambio don Jakob? Apuesto un brazo que aceptaría encantado, al menos eso haría cualquiera con dos dedos de frente.

Porque ese es el verdadero significado de la riqueza: la capacidad de satisfacer nuestros deseos y necesidades. Los más ricos son los que tienen esa capacidad en mayor medida.

Recuerdo dos interesantes conversaciones que tuve acerca de esto hace pocos días. Una fue hace un par de semanas con mi amigo Andrés quien me hizo notar que el aislamiento y el silencio tienen valor económico, porque cada vez es más difícil encontrar lugares en el mundo que ofrezcan eso en condiciones cómodas y seguras. Me contaba que era un gran negocio llamado "secluded cabins".
Fíjense que curioso, el silencio y el aislamiento, que desespera a algunos, a otros nos hace sentir maravillosamente bien, esta comenzando a ser un activo con valor económico.

Y ayer conversábamos con Lilian, mi amiga de tanto tiempo, sobre la ambición versus una vida minimalista. Creo que podrían definirse dos clases de personalidad para cada una de estos estilos de vida. Los ambiciosos suelen tener lo que yo he llamado "la personalidad del vendedor"  esta es una personalidad fascinante que necesita de la adrenalina igual que los ludópatas, pero en lugar de jugar necesitan competir, escalar, ganarle a los demás y demostrar de manera continua que son los mejores. El mundo corporativo está repleto de personalidades de vendedor.

Pero también hay otra personalidad que podríamos llamar minimalista, volcada principalmente hacia el mundo interior y que no le atrae demostrar superioridad ni competir en nada. Mientras que el vendedor vive de la ambición y de la impresión que necesita causar en los demás, el minimalista o introvertido vive observando su propio mundo y haciendo introspección, de eso se nutre y es lo que más lo motiva.

Claro que nadie es 100% vendedor ni 100% introvertido, somos una mezcla en la que predomina uno u otro extremo y esa mezcla de preferencias a veces va cambiando a lo largo de la vida. Todos tenemos ambición y a todos nos gusta mirar para adentro, pero en distinto grado.

En fin, hoy en la tarde estaba sentado en mi terraza/mini jardin. El día estaba perfecto y me había dedicado a leer la novela Il corso delle cose de Andrea Camillieri. Resulta que unas amigas italianas que vinieron hace años me trajeron dos novelas en italiano, para que practicara el idioma. Yo no se nada de italiano, pero como saben, algo se entiende por su parecido con el castellano. Durante años tuve esas novelas botadas y ahora -como me sobra tiempo- se me ocurrió leerlas aunque no entienda nada.

Puede parecer una locura, pero a mi me encanta el sonido del idioma italiano, tal vez por eso me gusta tanto la ópera. Emtonces me puse a leerla en voz baja para ver como sonaba. Lindísimo, llegué hasta la página 25 hasta que me aburrí y lo dejé para seguir otro día.

Entonces me di cuenta que todo estaba en el más absoluto silencio. No se oía volar una mosca en la casa, en la cuadra ni en todo el barrio. Y me acordé de lo que habíamos conversado con Andrés. Bueno, estuve como media hora disfrutando de total silencio hasta que a un maldito perro se le ocurrió ladrar, pero fue un rato maravilloso.

Como de costumbre no tenía idea de que escribir para hoy, pero en esa media hora de silencio se me ocurrió "to count my blessings" y me di cuenta que era extremadamente rico, así es que ya tenía tema para el Templo del Ocio de este día viernes. Solo había que escribirlo, y es lo que acabo de hacer.

16 comentarios:

  1. Don Tomas
    El privilegio de tener buena memoria. Sobre pobres y ricos hoy y ayer.
    La pobreza de hoy era clase media hace 50 años.
    La miseria de hoy era la pobreza hace 50 años.
    El mundo ha mejorado, ya la izquierda no habla de pobreza, habla de desigualdad. Como cuando la serpiente le decía a Eva: Seréis como Dios. Aplicaba la envidia.

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  2. Me recuerda Pinker, Los Angeles que Llevamos Dentro, que se atreve incluso con la violencia, alegando que vivimos en un mundo con menos probabilidad de morir por la violencia.

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  3. Bueno, eso es innegable. Maria Antonieta andaba por calles empedradas en galeras a caballo sin amortiguación en sus ruedas de madera; cualquier obrero urbano viaja en transporte público mejor que eso.
    Abrir la canilla y beber agua perfectamente potable en casi cualquier ciudad del mundo antes no lo conseguían ni los burgueses.
    O salvar la vida de los hijos, vivir casi sin mortalidad infantil, por un puñado de vacunas que te dan gratis.

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  4. GCR, Wilson, Anónimo
    Como dice Anónimo es algo innegable, obvio, pero lo más extraño es que no estemos saltando en una pata de pura alegría por eso.

    Esto me suguiere que si cualquiera de nosotros se convierte mañana en billonario, por esas casualidades de la vida, al poco tiempo lo veríamos como una cosa tan normal y merecida ¡incluso nos estaríamos quejando por los que supuestamente nos falta!

    El más mínimo problema en cambio, la menor dificultad nos causan un disgusto enorme y duradero, ver a otro que "tiene más" que nosotros nos provoca envidia y resentimiento de por vida. Que cosa más extraña.

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  5. Creo que ya lo he comentado antes, pero es increíble la cantidad de gente que no soporta el silencio ni estar consigo misma.

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  6. Describes muy bien lo que era caro en los sesenta. Eso lo hacía muy Álvaro Bardón y el historiador Gonzalo Vial Correa cada uno su estilo. Al chileno se olvido como éramos, pues se comporta como un nuevo rico.

    La Cepal como ente de izquierda no reconoce sus fracasos. El edificio de de esa agencia de la ONU en Santiago yo lo convierto en una escuela. Sería más útil

    La abundancia es un estado de conciencia o vibración. Abundancia no sólo es dinero también es salud.

    Este mundo actual es de ciencia ficción si lo comparamos con los sesenta.

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  7. Así es Javier. Y otra cosa que no hay que olvidar es que algunos paises están HOY MUCHO PEOR que como estaban en los sesentas. Casualmente son países con dictaduras de izquierda o gobiernos fallidos como Cuba, Venezuela o Haiti

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  8. Viajar, otra actividad para super-ricos en el pasado, ahora es una experiencia normal para la mayoría en un país de ingresos medios. Las aerolíneas low-cost, los dormis, el alojamiento pactado por airnb, las guías y mapas e información online, los descuentos de temporada baja, todo lo abarata y facilita.

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  9. Ulschmidt, yo recuerdo como la gente se "vestía" para viajar en avión jajaja
    Los pasajes a cualquier lado costaban una pequeña fortuna, hoy todo es diferente

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  10. FRX es cierto, mucha gente no soporta el silencio o no hacer nada, se desesperan. Tal vez tiene que ver con que les da miedo que tengan que empezar a pensar jaja

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  11. en el convento que vive un tío en el centro hay una biblioteca MARAVILLOSA. tienen un atlas mundial en italiano de unos 300 años de antigüedad. debe pesar unos 30 kilos y es de dimensiones considerables. por el estado en que se encuentra sospecho que soy el único que lo ha abierto desde que fue impreso. para mi eso ahora es un placer de millonario, disfrutar en soledad de cosas que nadie sospecha que existen. cómo podré hacer para que sea parte de mi patrimonio. me da como lata decirle al provincial de los curas: "se lo compro por X pesos"

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  12. Un placer multimillonario, pensando que solo contadas personas tienen acceso a un original así. Es muy interesante lo que cuentas, porque existe ese impulso para ser dueño, poseerlo.

    Eso es algo que también ocurre con las obras de arte originales. Cuando yo era chico, mi mamá me llevó a ver la exposición "De Cezane a Miró" que debe ser la mejor reunión de obras de arte que ha pasado por Chile. Habían originales de Picasso, Gaugin, Van Gogh, Mattise, Rouan, Modigliani, Dali, Miro, en fin. Me dijo "nunca en tu vida vas a tener la oportunidad de ver algo como esto" y así fue, pero me dejó pensando en esa especie de fetichismo estético de tener los originales, por los que un coleccionista puede pagar tantos millones de dólares.
    http://archivopatrimonial.usach.cl/audiovisual/de-cézanne-miró

    Es muy curiosa es atracción por el objeto físico, creo que todos la sentimos, uno puede leer el facsimil de un libro incunable en Internet y enterarse de lo que dice, pero otra cosa es tenerlo en la mano. Esa es una buena aproximación para acercarse a la idea de "lujo" creo yo.

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  13. Podemos ser tan desagradecidos? De no valorar todo el patrimonio que nos han dado las generaciones anteriores, desde una carretera, un techo, un libro, todo los que nos rodea, todo lo que nos facilita la vida.... Gente siempre exigiendo más y más, tal vez una experiencia sin todos estos privilegios sería la única manera que entiendan?

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  14. En mi busqueda me encontre con el estoicismo, el mismo me llevo a la frugalidad, la misma me llevo al minimalismo... el minimalismo me gusta, te libera ciertamente de cosas que no usas... hace una semanas publique por face y regale cerca de 30 pares de zapatos mios y otros tantos de mi señora... cerca de 50 pares en total.. nunca pense que tuviera tantos... analizando algunos estaban nuevos... acorde cuando era un niño de un sector rural y tener zapatos era un lujo... pense justamente en lo que dices.. que ricos somos.. la tecnologia me ha entregado increíbles oportunidades de aprendizaje.

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  15. Estoy contigo en lo del wisky, he probado wild turkey, chivas, jacks daniels, glenfiddich y una montonera de otros , ron de calidades y años , piscos reserva, cuando viajo a villarrica llevo una coleccion de vinos que degusto con mucho gusto... una maravilla todo, hoy alguien que gana el sueldo minimo podria y toma cualquiera de estos manjares

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  16. Pillantech, "Se puede decir de los hombres lo siguiente: son ingratos, volubles, simulan lo que no son y disimulan lo que son, huyen del peligro, están ávidos de ganancia; y mientras les haces favores son todos tuyos, te ofrecen la sangre, los bienes, la vida y los hijos cuando la necesidad está lejos; pero cuando ésta se te viene encima vuelven la cara. Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio. La naturaleza de los hombres es contraer obligaciones entre sí tanto por los favores que se hacen como por los que se reciben" (MAquiavelo, EL Príncipe"

    Rodrigo, los estoicos tenían una muy buena manera de ver las cosas. Cuando eres frugal, minimalista y no están muy atado a las cosas y a las ambiciones, al final tienes mucha libertad y también se vive con muchas menos preocupaciones. LA gente orientada a metas y ambición de cosas materiales tamnien es una opción, pero tienen que transar mucho de su libertad e independencia, nadie es químicamente puro, pero creeo que tender a lo estoico es una buena idea.

    Para que decir el whisky, aunque a algunos no les guste, en Chile era un lujo impensable para la gente de clase media, como comer caviar beluga o trufas francesas, muchos no lo probaron nunca en su vida y creo que esa fue una lástima, por último para decir "lo probé pero no me gusta" jaja

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"