29 abril 2023

Refrito del sábado: el amor ¡oh el amor!

El amor ¡oh el amor! (publicado originalmente el 14 de febrero de 2007)
Hoy en la tarde me escribió una simpática lectora de estas diarias insensateces y me preguntaba por que no escribía algo sobre el amor. Como no tenía nada mejor que escribir y además me considero un erudito en el tema... bueno, para que darle más vueltas. Aquí vamos:

Partamos por el que más me gusta: el amor propio. Gracias al amor propio Arturo Prat se tiró al abordaje, Allende se descerrajó una ráfaga, la Geisha Chilena escribió un libro y yo estudié en la universidad. El amor propio es uno de nuestros motores más importantes: está detrás de cada uno de nuestros logros, así como en la raíz de los más estrepitosos fracasos. Fundamentalmente consiste en una mezcla de vanidad, ambición, envidia, deseos insatisfechos y varios otros factores casi freudianos que sería largo mencionar.

Luego tenemos el amor al arte, que consiste en esas cosas que hacemos gratis, por bolitas de dulce, sin recibir nada a cambio. Algo bueno del amor al arte es que a veces ocurre que, lo que para otros es un trabajo, para nosotros puede ser diversión. Yo hago muchas cosas por amor al arte como escribir en este blog por ejemplo. Pero también hay otras cosas (varias) que me guistaría hacer, como trabajar de catador de cervezas o filmar castings para películas porno. En verdad he hecho muchas cosas por amor al arte en mi vida pero ninguna tan divertida como esas dos que acabo de mencionar.

También existe el amor a la patria, que en su forma exagerada consiste en pensar que el lugar adonde uno pertenece es especial y muy superior a cualquier otro lugar del mundo, esto lógicamente no es realista, excepto en el caso de Arica, mi patria, que es el mejor lugar que existe sobre la tierra,  hablando de manera estrictmente objetíva. Aparte de esa excepción cualquier lugar es tan bueno como cualquier otro, pero vaya uno a convencer a estos malditos chauvinistas.

El amor a Dios puede ser uno de los peores, yo pensaba que era más o menos inofensivo hasta que empecé a recibir unos estúpidos spam firmados por Los Amigos de Dios. Maldita sea su cochina alma, spammers miserables, ojalá se pudran en el infierno. Bueno, aparte de esos spammers y los hipócritas que andan gritando la palabra en la calle, el amor a Dios puede ser muy útil cuando estamos enfermos o metidos en un problema gordo, en esas ocasiones puede servir muchísimo.

El amor al billete y las cosas materiales que pueden comprarse es otra clase muy importante del amor. Es tan fuerte que motiva a la mayoría de las personas a vender su alma al diablo y converstirse en esclavos, haciendo trabajos que aborrecen a cambio de un salario. Solo por amor a la plata y lo que pueden comprar, es una de las clases de amor más intensas y estúpidas que conozco.

El amor al prójimo que, hablando francamente, consiste en amar solo a los que nos caen bien, esos son prójimos, los demás son basura. Este amor tiene su expresión en la amistad, que es una clase de amor muy curiosa: por una parte siembra la semilla de las peores traiciones y por la otra, nos da los mejores momentos de la vida, de ahí viene el dicho "¿para que están los amigos? ¡para cag...se!" (llene la línea de puntos con las dos letras que faltan).

Y no olvidemos el amor que se hace, ese que tiene diferentes posturas, dicen que son 157 incluída la del misionero, esa que yo no conocía. Este amor es uno de los más caros, requiere enormes dosis de paciencia, una elaborada logística, muchas e inciertas inversiones. Además está sujeto a serios peligros, como maridos/esposas celoso(a)s y cosas por el estilo. Han ocurrido hasta asesinatos por esta clase de amor. Sin embargo y pese a todos los inconvenientes parece que vale la pena porque son muchos los que pasan la vida tratando de conseguir tal actividad con la mayor frecuencia que sus recursos le permitan. Por lo que me han contado...

Bueno, bueno, bueno, creo que ya revisé las principales clases de amor que existen y espero haber dejado satisfecha a la buena amiga que me solicitó esta reseña. Pero ¡esperen un momento!, se me olvidaba una clase de amor que, a falta de mejor nombre, llamaré: el amor romántico, que consiste en un transtorno mental similar a la esquizofrenia, porque nos hace ver alucinaciones.

El amor romántico en pocas palabras, es la serie de falsas expectativas y cualidades ilusorias, que nuestra imaginación nos hace ver en otra persona, basado en estímulos tan absurdos como un buen par de tetas u otros relacionados con el aspecto físico, o las mentiras con que la otra persona nos engatusa bien sea para obligar a la firma de un compromiso legal (si es mujer) o simplemente para llevarla a la cama (si es hombre).

El amor romántico es la causa de grandes desilusiones y sufrimientos para la mayoría de las personas, a menos que sufran de oligofrenia a tal grado, que no lleguen a ver nunca la realidad tal cual es. Esos son los que se llaman eternos enamorados, que sufren una especie de cretinismo, que afortunadamente es de muy rara ocurrencia. Okey Lucita, ahi está, como se pidió se hizo.

P.D. Último día nadie se enoja
Me acordé que todos los fines de año hago un resumen de lo que pasó, así es que aquí va mi resumen del 2017

Fin del resumen. Y en esta película se explica con claridad meridiana que es el amor, miren:

7 comentarios:

  1. El billete en cantidades groseras merece mucho respeto. Con un billete adecuado se consiguen todos los otros amores. Incluidas indulgencias plenarias. Yo que profeso un profundo amor por el billete, me siento profundamente ofendido, así que iré a comprarme algo para que se me pase.

    ResponderBorrar
  2. Ya también profeso el amor al billete y el romántico es bonito mientras dura después puede pasar que el sueño se combierta en pesadilla o que alfinal te acostumbras a las cosas que no te gustan.

    ResponderBorrar
  3. Marcelo, Anónimo, el amor al billete y el romántico se parecen muchísimo en una cosa: ambos son "emiferos", cuando lo tienes, despues de poquito tiempo se te pasa. Un efecto muy notable que se puede ver en los que se casan con una mina ricarda principalmente por su apariencia

    ResponderBorrar
  4. Una vez conversaba con un amigo que estaba muy enamorado, pero una vez no pudo ayudar económicamente a su amada y por ende, la relación se terminó.

    "en resumen" - le dije - "la relación no terminó por falta de amor o cariño, sino que POR FALTA DE LUCAS"

    ResponderBorrar
  5. Estimados contertulios. les faltó el amor a la cerveza y al vino. Acabo de profesar mi estricto amor a la cerveza IPA de IBU gigante para obviar (no olvidar) los bienes y males de nuestro largo, flaco y viscoso pais.

    ResponderBorrar
  6. Tocayo, el amor a las bebidas alcoholicas es de los pocos que solo tienen cosas buenas: nos alegran el alma, nos consuelan y cuidan de nuestra salud como pocas cosas en este perro mundo. ¡Salud!

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"