Un viaje muy provechoso

Sigue mi serie de aventuras con el dentista en Tacna, esta vez salí muy temprano a las 8;30 AM (6:30 AM hora peruana) porque me habían dicho que tendríamos una sesión larga que incluiría sacarme una muela muy difícil, así es que -más preocupado que una monja con la regla atrasada- salí tempranito para mi segunda casa, la Ciudad Heróica.

Para pasar rápido me fui en taxi colectivo, que estaba a punto de salir porque faltaba solo un pasajero ¡ese era yo! Solo había un pequeño inconveniente, la chofer era una cholita bastante gorda y la otra señorita que iba adelante era todavia más gordita.

Como existe la ley no escrita que el último en llegar se queda con el peor asiento, quedé estrechamente empaquetado  en el asiento delantero del medio, para colmo el auto no era muy ancho -un Ford Taurus- y quedamos formando un divertido OIO, nos reimos mucho cuando la gordita me dijo "por favor no se intimide".

Bueno, el viaje fue rápido y tuvimos que esperar "solo" una hora en la frontera. Finalmente llegamos a Tacna a la 9 AM hora peruana.

Las cuatro pasajeras iban juntas, eran las típicas turistas de la zona central chilena que aprovechan la experiencia de pasar a otro país y volver en el mismo día. 

Cerca de Tacna la chofer, tacneña neta, nos trató de engatusar ofreciéndonos dejarnos en el centro en vez del terminal si le pagábamos 500 pesos adicionales.

De inmediato le dije "yo paso, no me cuesta nada tomar una Kombi por un sol (unos 230 pesos), la chofer en lugar de enojarse se mató de risa y le dijo a las otras, "ah, este sabe porque es ariqueño". 

Es algo típico del Perú, si uno no se deja estafar no se enojan y si uno trata de estafarlos a ellos te respetan. Le dijo a las otras pasajeras "es cierto, pueden tomar un taxi por 7 soles" y todos amigos.

Cuando bajamos yo les di mi último consejo "pregunten al taxista cuanto vale al centro, les dirá 7 soles y digan inmediatamente que no, insistirá y no muestren interés hasta que llegue a 5 soles, que es lo que vale". Con eso ya quedaron como viajeras expertas. En Perú todo se negocia.

En Tacna me estaban esperando tempranito en la Clínica Alardent, que empieza a trabajar a las 8 AM hasta las 7 PM, es decir funciona 11 horas de corrido, esa es una de las cosas lindas del Perú donde las jornadas laborales ceden a la codicia.

Como el dentista que me estaba atendiendo no estaba, me pasaron con una chica muy joven y menudita que parecía estudiante en práctica. Eso me hizo prender las luces de alarma recordando una extracción de mi lejana juventud hecha por una doctora menudita que me dejó con un tremendo trauma.

Me equivoqué, la doctora era excelente, meticulosa y no me dolió absolutamente nada. Estuvo unas 4 horas trabajando en mi boca y quedé con las mandíbulas acalambradas. Mentiría si dijera que me dolió algo, nada de nada.

Incluso me preguntaba a cada rato "¿te duele, te molesta?" y siempre lo mismo: no. Parece que tengo los genes de los hermanos sin dolor, es increíble con todo lo que me hicieron y la anestesia muy flojita que me pusieron, no sentí absolutamente ningún dolor. La mayor molestia fue estar tanto tiempo con la boca abierta, casi me descarretillo.

Bueno, el caso es que les pedí que trataran de salvarme la muela que me iban a sacar. Como en Perú el cliente es siempre escuchado hubo una junta con el dueño de la clínica, Marcos, que es el que tiene más experiencia y me dijo "mira, primero deja que te limpien bien el área, yo veo que se puede hacer y te explico las opciones".

Perfectirijillo, me sacaron el puente que me había puesto mi amigo QEPD el doctor Gonzalo Lostaneau y la doctora estuvo un par de horas picando y limpiando el área. Cuando estuvo todo limpio se pudo ver que el diente estaba firme, pero con una carie que había pasado a enfermedad peridontal.

Así es que me explicaron que las opciones eran extraer la muela y ponerme una prótesis removible, pero también se podía hacer una endodoncia porque era factible recuperarla y así usarla para afirmar la prótesis "¡venga esa endodoncia!" dije entonces, a lo Homero Simpson.

La cosa es que me colocaron un puente provisional que quedó perfectamente ajustado, ni lo siento y tendré que ir a 3 o 4 largas sesiones de endodoncia. Al final entre pitos y flautas todo me costará aproximadamente 500 dólares, pero creo que valdrá la pena porque hace décadas que no tenía tan bien la boca.

A todo esto cuando sacaron el puente de Lostaneau quedaron admirados al saber que lo había colocado el año 2002 "que buen trabajo" comentó la dentista, en la parte de abajo tengo otro puente que colocó ese mismo año y sigue firme como una roca.

Bueno, la cosa es que salí de la clínica felíz como una perdíz, ya tengo otra vez -por fin- dentistas de confianza. La clínica es medio familiar, los dentistas son jóvenes y nada pretenciosos, trabajan mucho todos los días -a diferencias de otros que se la pasan en congresos- así es que son competentes y con mucha experiencia.

Creo que el trabajo del dentista -y de los médicos en general- tienen mucho de trabajo manual, necesitan habilidades manuales y perceptivas que solo se adquieren trabajando con muchísimos clientes. 

Por eso cuando veo los doctores que llenan sus oficinas con diplomas de sus cursos y congresos pienso ¿y cuando diablos trabajan? Creo que no hay nada que pueda reemplazar a la experiencia. Bueno, algunos talentos naturales como el instinto o el buen criterio sirven, pero la experiencia es irreemplazable.

Podría dejarlos hasta aquí con el aburrido recuento de mis aventuras en el dentista dejando la sensación que fue un día perfecto y un viaje perfecto. Pero todavía tenía que volver a Arica y pasar por ese desastre que el el Paso Fronterizo de Chacalluta, que debe ser el peor de todo Chile.

Para no gastar tanto me vine de vuelta en bus y en el asiento detrás mío venía un viejo como yo -bueno tal vez no tan viejo- que empezó a engrupir a la chica que venía sentada a su lado contando una historia inverosimil pero con lujo de detalles sobre como demandó a una compañía que trató de cobrarle demás.

La historia era un cuento chino pero muy bien relatado, y lo contaba en voz muy alta, seguramente para que lo escucharan los demás. En esa historia él mismo era el héroe, el astuto, el sabio, en fin. 

No pude dejar de pensar si no seré yo mismo en este Templo del Ocio un embustero parecido, cuando a veces adorno y exagero todo lo que me pasa y al final siempre quedo bien parado. Puede ser

Porque escuchándolo y viendo que convenció a la chica a tal punto que se consiguió su teléfono yo pensaba "pero si las mentiras son TAN burdas, cómo le cree". En fin, quiero pensar que yo no miento tanto, o que al menos son un poco menos básico para mentir.

Un último punto negro del viaje es que a algún "genio" de nuestro gobierno merluzo se le ocurrió innovar con la famosa declaración jurada que hay que llenar y entregar en el Servicio Agrícola y Ganadero. 

Resulta que ahora se hace con un código QR y el proceso es engorroso e imposible si no tenemos minutos de Internet en nuestro teléfono. En esos casos uno todavía puede pedir un formulario impreso en la frontera y llenarlo a mano.

Pero los peruanos son rápidos y no iban a dejar escapar esa oportunidad de negocio. Como no todos saben que en la frontera se puede llenar a mano, en el Terminal del Perú ahora está lleno de "jaladores" que hacen la declaración por uno o la imprimen usando su Internet. 

Es un negocio enorme porque cobran 500 pesos por el trámite y -en el bus que yo fui al menos- la mayoría de los 50 pasajeros pagaroin por algo que debería ser gratis.

Yo me di cuenta enseguida del embuste, mi teléfono no tiene Internet pero cuando me ofrecieron el trámite les dije "no gracias, pediré el formulario en la frontera y lo lleno ahi mismo", para que les digo la cara de odio que me pusieron los jaladores.

Como es tan buen negocio, en los buses ya no reparten los formularios. Bueno, todo bien hasta allí, pero cuando llegué a la frontera y pido un formulario en el SAG igual me miraron feo "¿por qué no usa el código QR?" ni le contesté y traté de sacar unos 3 o 4 formularios en blanco para mis próximos viajes y me dicen "Ah no, solo se puede sacar de uno en cada viaje"

¿Estarán también coimeados en el negociado de los peruanos?" lo dudo, yo creo más bien que a algún burrócrata imbécil en negrita, cursiva y subrayado, se le ocurrió que había que desincentivar a las personas en el uso del formulario impreso, esto generó un jugoso negocio en Tacna y un gasto adicional para el sufrido pueblo que debemos someternos a los caprichos de esto brutos.

Ah diablos, tan bien que se había desarrollado el día para terminar de tan mala manera. Pero mis penurias todavía no terminaban.

En la vuelta había muy poca gente pasando, la ventalilla de migraciones peruana corría rápidamente, pero en la chilena con solo dos detectives controlando tuvimos dos horas de demora tal como en el viaje pasado.

¿Qué diablos hacen los detectives -con licencia para matar- en este trabajo de ratones de oficina? ¿Cómo mejor no ponen a unos oficinistas, gomas para que vean los carnet y timbren los papeles? 

Un mínimo de sentido común indica que tener trabajando como chupatintas a unos tipos que pasaron años por la Escuela de Investigaciones es un completo absurdo. 

Tampoco hay que ser genio para darse cuenta que  liberando a los detectives para que persigan a los criminales muchos problemas podrían mejorar considerablemente.

Así como Investigaciones tiene contratados a choferes y otros para tareas similares me parece lógico que los funcionarios de migraciones deberían ser simples oficinistas, bien capacitados y especializados, pero usar detectives en un trabajo tan penca es una locura y un desperdicio.

En fin, uno más de tantos. Son tantas las cosas que se podrían mejorar pero empeoran que mejor ni hacerse mala sangre por eso.