Noche de playa y terremoto en Bolivia

 Noche de playa

El Tomás Jr. pasados los 33 años por fin aprendió a manejar, yo le dije que si iba a una escuela de conductores y después prácticábamos un poco le iba a dejar mi auto en comodato precario y hoy, después de hacerle los últimos ajustes y de haber recibido su licencia de conducir le hice entrega del regalo más nefasto que seguramente recibirá en su vida: las llaves del auto.

Para celebrar el acontecimiento, como a las 10 de la noche salimos a dar una vuelta por las playas, costumbre que habíamos perdido hace años. Fuimos primero al Laucho, luego pasamos por la Lisera y Playa Brava y enseguida nos fuimos por la Costanera Note a la Playa Chinchorro.

Me llevé una sorpresa, todas las playas estában repletas de gente e incluso algunos valientes se estaban bañando a esa hora aprovechando que corría una brisa tibia muy agradable. 

Me sentí como en el Arica de los ochentas, en la última edad de oro que tuvo la ciudad, pese a que estamos pobres como ratas la gente de alguna manera se las arregla y hay montones de restaurantes con mesas a la calle, todos repletos.

También noté que ha variado el público, antes en las playas de la Costanera Sur íbamos puros jovencitos pero hoy parecen mucho más familiares. También noté que ha vuelto una de las cosas que caracterizaba Arica: nuevamente todas las clases sociales están mezcladas.

En el primer plano de la foto hay dos grandes mesas donde se estaban celebrando sendos cumpleaños con tortas, gorros, pitos y todo eso. Otra cosa notable es que la gente que va a la playa ahora la noto mucho más civilizada, no botan basura en la arena como antes, o sea no todo tiempo pasado fue mejor.

Nos llevamos una agradable sorpresa esta vez, nada de hippies, lumpen raggatoneros. Tampoco caribeños metiendo bulla o música estridente, acá hay mucha gente del Caribe pero la mayoría de los que he visto son bienportados y respetuosos, parece que la ciudad les ha hecho bien o acá se quedan los mejores porque no hay a quien robarle.

Ahora solo falta que el Paseo 21 de Mayo vuelva a ser el punto de encuentro de los ariqueños donde se iba a tomar café y todos nos encontrábamos, y que vuelvan a llegar los turistas como antes. No hay mal que dure cien años.

Estaba pensando en la maldad de pasarle el auto al Tomás Jr. Ya nunca más volverá a juntar plata porque ahora le toca cargarle gasolina, cambiar aceite, bujías y filtros, pagar permisos de circulación, revisión técnica y seguro obligatorio, desabollar y pintar, pagar los arreglos mecánicos que a mi me quedan grandes, en fin, la lista es interminable. 

Fue un verdadero regalo envenenado aunque por ahora está muy contento haciendo planes, una vez que uno empieza con lo del auto ya no para. Con el tiempo se dará cuenta, por ahora que lo disfrute mientras pueda.

Terremoto político y social en Bolivia
Y en Bolivia empieza el derrumbe político del Movimiento al Socialismo. Todo comenzó el año 2005 cuando Evo Morales llegó al poder encumbrado por la absurda Guerra del Gas, que sembró la semilla del desastre que está implosionando ahora, 19 años después.

Este ciclo de los gobiernos socialistas en todo el mundo es una especie de ley, se ha cumplido igual en el socialismo muy moderado de los países escandinavos como en los socialismos reales con sus dictaduras, socialismos demagógicos o del color  que sean, siempre tienen el mismo patrón de demagogia, auge y caída. Invariablemente terminan en fracaso.

Se acercan las elecciones en Bolivia, el MAS está más dividido que nunca y para ellos sería una bendición perder las elecciones, el próximo gobierno recibirá la hecatombe que se ha venido gestando y lo más probable es que si sale un gobierno de derecha será incapaz de arreglar el entuerto.

El MAS ha destruido totalmente la economía con años de demagogia y hoy todas las presiones que se venían acumulando se empiezan a desbordar. El Banco central no tiene dólares y en muy corto plazo vendrá la crisis del combustible, que no podrá seguir vendiéndose subsidiado.

Ya hay una ley para que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, que hace años no produce una gota de petróleo, empiece a subastar el petróleo que terminará vendiéndose a precio internacional. Este será un golpe brutal pero inevitable para la economía de las personas.

Prácticamente no quedan actividades económicas lícitas en Bolivia, así como está la cosa ni siquiera se podrán blanquear los dólares que entran por la coca, por la exportación negra del oro, peruano y boliviano, que tradicionalmente usaban el comercio y la exportación de soja para convertir los dólares negros en blancos.

Hoy Bolivia está entrando en una situación muy parecida a la del gobierno de Allende el año 1972, es una implosión. Me gustaría que en las elecciones que vienen gane el MAS y ojalá Evo Morales vuelva a ser presidente, porque con lo que vendrá se terminará de cubrir de la verguenza que merece.