Música para dummies

Hoy he escrito todo el día por motivo del vil trabajo, así es que no tengo ganas de escribir más. Pero me encontré esto que no me atreví a publicar la otra vez por miedo a meter la pata. Bah, si me equivoco en algo me corrigen y ya, total soy aficionado nomás.

La mayoría de la gente escucha música y ni sospecha lo complicado que puede ser la cosa, yo me desanimé al poco tiempo de empezar a estudiar porque me pareció endiabladamente complejo, además que soy un ejemplo clásico de no tener dedos para el piano. En todo caso aquí van algunos datos por si alguien que no sepa nada del asunto le interesa conocer el mundo de las corcheas, aqui voy:

Lo más simple es la melodía, una sucesión de notas una detrás de la otra. Pero también está la armonía que son varian notas diferentes tocadas al mismo tiempo. El ritmo es -yo creo- lo más complicado y la base de cualquier talento musical: lo tienes o no lo tienes.

Sobre la melodía nada que decir, es eso que silbamos o cantamos en la ducha y no tiene mucha gracia ni ciencia, algunas melodías son pegajosas quien sabe por qué misteriosa razón, parece que están en el inconsciente colectivo y cuando las escuchamos por primera vez pensamos "donde habré escuchado esto", así como a la vista le atrae lo nuevo, al oído le agrada lo conocido: la vista es revolucionaria y el oído conservador .

Con la armonía la cosa se complica, porque consiste en sonidos simultáneos que "suenan bien" (armónicos) o "suenan mal" (disonantes). Un ejemplo perfecto de armonía es el acorde en Do mayor, que consiste en las notas do-mi-sol tocadas al mismo tiempo. si tienen un teclado a la mano toquen esas tres notas y verán que bien suenan, luego cámbien el sol por cualquier tecla más o menos lejana y verán clara la diferencia entre un acorde armónico y otro disonante.

Existen acordes para cada nota (esta primera nota se llama tónica). Hay acordes mayores, pero también existen los acordes en bemol, en sostenido y en séptima que consisten en desplazar una nota... y también están los acordes invertidos. La cantidad de acordes a memorizar sería enorme, así es que un músico profesional no los memoriza sino que aprende la teoría de como se forman. Yo prefiero resolver un sistema de ecuaciones diferenciales a aprender como se forman los acordes, es un enredo mayúsculo.

Y también tenemos el contrapunto: por ejemplo se pueden tocar dos o más melodías simultáneamente en contrapunto, o sea en oposición, el contrapunto bien construído no choca al oído, tal como un acorde armónico. Hay ejemplos bellísimos en las fugas y conciertos de Bach con varias melodías distintas, simultáneas y en contrapunto (el arte de la fuga, conciertos de Brandenburgo).

La gracia de las fugas de Bach es que están tan perfectamente construídas que suenan bien incluso para alguien que no entienda nada de música. A veces se usan como música ambiental en aviones o ascensores y la gente la sigue sin sospechar de la sofisticación y complejidad de lo que está escuchando.

Y llegamos al ritmo: el alma de la música (y de la poesía) ¿que es el ritmo? Ni idea, es tan difícil de describir como explicar el tiempo pero en la práctica se construye con intervalos iguales: tic-toc-tic-toc, eso es el ritmo, tempo, intervalos, lo que escuchamos en un reloj de cuerda o un metrónomo. El tempo es la rapidez con que se toca, desde el más lento al más rápido los tempos más conocidos son: Largo, Adagio, Lento, Andante, Moderato, Allegretto, Allegro y Presto.

Pero también tenemos el compás que son como los pulsos por intervalo, los compases más conocidos son el "dos por cuatro" (ejemplo clásico, el tango), el "tres por cuatro" (como el vals) y el "cuatro por cuatro". Y además del compás está el acento, por ejemplo un típico vals es un 3/4 del tipo TAN-tan-tan, TAN-tan-tan, pero si se acuerdan de la canción de Queens "We will rock you" también es un 3/4 pero al revés tan-tan-TAN. tan-tan-TAN. Antes la música "sincopada" o sea de tiempos no estandar era mirada con desprecio por los melómanos, decían que era "música de monos", pero con el tiempo y gracias al jazz la música sincopada ha ido ganando respeto.

La música clásica es muy difícil de seguir para los que no tenemos conocimientos musicales. Y para empezar yo creo que lo ideal es la ópera: al principio puede parecer chistoso ver señoras gordas disfrazadas de walkirias, pero es muy fácil aficionarse cuando se escucha a alguien cantando con toda la voz, la ópera es muy melódica, fácil de seguir y oreja. También es más fácil distinguir a un buen cantante de uno malo -en cambio es mucho más difícil que alguien que no sepa se percate si el ejecutante de un instrumento toca bien o mal- una bella voz nos golpea intuitivamente igual que un acorde armónico.

En un cantante lo más valioso es el timbre, la cualidad indefinible que distingue una voz de otra, por ejemplo Pavarotti tiene un timbre metálico característico, María Callas un gran timbre dramático, son voces fáciles de identificar. Por el timbre distinguimos entre dos personas cantando exactamente las mismas notas y el fanatismo que despiertan los cantantes de ópera se debe a que su timbre se hace popular. Muchos años atrás estaba de moda el timbre y el estilo de Caruso o Beniamino Gigli (llenos de quejidos), cambió la moda y ahora son otros los que se aprecian.

Yo creo que la mejor entrada para la música clásica es escuchar las arias más populares, leer las letras, la traducción y tener una idea de la historia que se desarrolla. Al poco tiempo estremos convertidos en melómanos. No hay que olvidarse que la ópera fue originalmente una entretención para las masas, una especie de telenovelas y pueden llegar a ser muy adictivas. Ahora con Internet no cuesta nada encontrar los librettos en línea, incluso muchos de ellos con su traducción al español, leer ópera es casi tan entretenido como escucharla, además que es la mejor manera de aprender un poco del bellisimo idioma italiano.

Luego podríamos seguir escuchando las obras instrumentales más melódicas, como los valses de Strauss por ejemplo ¿han visto los conciertos de navidad cuando dirigía Von Karajan y los vieneses de frac seguían la música zapateando y con las palmas?, es imposible no seguir esas melodías cortas y pegajosas. Un siguiente paso podrían ser los románticos que compusieron música muy descriptiva. La Trucha de Shubert es compleja pero todavía fácil de seguir, lo mismo con la música de Tshaikovsky o Chopin.

La música del período clásico se complica bastante pero hay casos como las sinfonías 5 y 9 de Beethoven que pueden ser disfrutadas con facilidad por cualquiera: nadie se queda frio escuchando el coro de la novena cantando a toda voz: Freunde shoner Gottenfunker, tochter aus elisium, pero igual hay que tener un poco de entrenamiento para escuchar las sinfonías completas sin perderse o quedarse dormido.

Seguir los conciertos de cámara ya es mucho más difícil, es música compleja y muy sofisticada, son bien pocos los que yo puedo seguir sin perderme pero igual hay algunos fáciles y soberbios como "El Emperador" de Beethoven.

Y antes que se me olvide ¿saben para que sirve el director de orquesta?. Seguramente habrán visto a orquestas tocando sin director, siguiendo al primer violín. Bueno, en pocas palabras así como el flautista toca la flauta el director toca la orquesta. La orquesta es el instrumento del director. Cada director tiene su estilo y sus ideas de como tocar una obra y en los ensayos (donde hace el verdadero trabajo) va repasando cada compás, a que velocidad, donde poner los acentos de cada nota hasta que consigue que la orquesta suene como el quiere, el resto es fácil. A Toscaninni le decían "el metrónomo humano" porque tenía un sentido del tempo sobrehumano. La quinta sinfonía dirigida por Otto Klemmperer, pesada, solemne, suena completamente distinta cuando la dirigía Bernstein.

En fin, después de escuchar mucho llegará el día en que puedan escuchar un concierto o una sinfonía completas sin dormirse (cuando uno se pierde la música le da sueño), yo todavía estoy en eso.