Great Expectations

Acabo de terminar de leer Grandes Expectativas, un folletín sumamente entretenido de Charles Dickens, y googleando encontré este buen dibujo con Pips llorando enfrente de la señorita Evelsham y Stella.

Ya escribí antes que me he ido aficionando a los libros de Dickens, y como creo que las interpretaciones que le dan como un crítico social son puras tonteras pasaré enseguida a explicar por qué me gusta y como veo sus libros.

Primero el mal entendido que existe acerca de la moral victoriana, que se asocia a puritanismo, hipocresía, represión sexual y todos esos cuentos por el estilo. En Dickens hay una vista muy diferente de la moral en esos tiempos, ni tan distinta a la actual con la diferencia de un concepto que hoy prácticamente no existe: el honor. ¿A quien le importa el honor hoy en día? a nadie que yo conozca, claro que todavía algunos hacen gárgaras con la palabra pero nadie -hasta donde yo se- está dispuesto a sacrificar lo más minímo para defender su honor.

¿Pero que signififca honor después de todo? "Orgullo y Prejuicio" el título de la novela de Jeane Austen lo grafica muy bien, el honor es principalmente una cuestión de orgullo sobre si mismo, solo tiene honor alguien orgulloso, los que se consideran a si mismos pobres diablos no tienen honor ni lo necesitan.

En esta época de comunicación de masas la tendencia es a endiosar al anti héroe, al pobre diablo, al perdedor, al mentiroso con éxito o al inútil que se gana la lotería ¿por qué tiene tanta popularidad Homero Simpson y sus amigos de Springfield? ¿o Al Bondi? porque los perdedores -que son muchísimos- se identifican, se encariñan y lo compran, es buen negocio endiosar a los buenos para nada, son un producto de muy fácil venta.

Por eso ya no se necesita el honor, Homero es simpático, fracasar, ser tonto o ganar con trampa es simpático, ya no es motivo de verguenza como antes. A nadie le interesa el valor de su propia palabra, antes decían con orgullo "mi palabra vale más que un papel firmado" hace años que no escucho eso y en cambio muchos se jactan de lo pillos y mentirosos que son.

Esa moral del honor, del orgullo, es lo que me gusta en los libros de Dickens, donde los secretos se guardan hasta la muerte, las deudas se pagan y las venganzas se cumplen, todo por orgullo, porque nos vemos a nosotros mismos tan alto que preferiríamos perder una mano antes que la reputación. Y acuérdense que el orgullo es uno de los siete pecados capitales, ojo con eso.