Las fábricas de acomplejados sociales

Leyendo el blog de Ari, donde escribe sobre los programas de ayuda a los pobres, me acordé de una anécdota que me contó Suyin quien hace unos años iba a las reuniones de un comité local para la superación de la pobreza (que irónicamente se hacían en el hotel más lujoso de la ciudad). Allí llegaban personas más o menos "bien" con inquietudes sociales y todos hablaban de mejorar las condiciones de vida de los pobres: unos decían darles casas, otros capacitarlos, otros hablaban de comedores abiertos, ectcétera.

Bueno, la cosa es que Suyin mencionó la necesidad de interesarlos en el arte o algo parecido que los sacara de la tremenda pobreza espiritual y cultural en que viven, y todos se quedaron mirándola como bicho raro, obviamente ni pescaron su idea. Y aquí viene mi teoría de por que estos amigos de los pobres son tan brutalmente materialistas que piensan que todo pasa por el asunto económico, cosa que obviamente es una gran mentira, aquí voy:

Resulta que la mayoría de esta gente con "sensibilidad social" son tipos que jamás han sido pobres y le tienen más horror a eso que al cáncer, para ellos es espantoso que alguien pase hambre o que la plata no le alcance para -lo que en su idea- es una vida digna. Para ellos es indigno no vestirse bien, no comer todo lo que se les antoje y no tener una linda casa, porque asocian la dignidad con puras cosas materiales.

Los colegios católicos han tenido una enorme responsabilidad en crear estos acomplejados sociales, los curas del Verbo Divino, del Liceo Alemán, del Saint George y tantos otros similares han armado verdaderas fábricas de hijitos de su papá atormentados por complejos de culpa hacia los pobres. Son los que más daño han hecho a los propios pobres pues el resultado de ese adoctrinamiento ha sido nuestra actual sociedad de mendigos, donde los que tienen plata redimen sus sentimientos de culpa de la manera más hipócrita, por medio de las limosnas y la caridad.

Lo malo es que estos pájaros acomplejados, por ser de la clase dominante después llegan al congreso, la presidencia y al resto de las altas esferas perpetuando la mentalidad de las limosnas y los complejos de culpa hacia los ricos, y perpetuando también su posición dominante porque si bien tienen muy buenos sentimientos hacia los pobres jamás aceptarán que a sus barrios lleguen a vivir los rotos, ni mucho menos ser desplazados por ellos de las posiciones de poder que creen merecer en premio a sus limosnas.

Resulta que no tiene nada de malo ser pobre, incluso entre los extremadamente pobres en lo material se puede encontrar gente feliz y contenta, me simpatiza mucho la religión católica y la prefiero a varias otras que conozco, pero tiene cosas tan increíblemente absurdas como decir que el orgullo es un pecado y la caridad una virtud, con esa clase de ideas sutilmente han ido eternizando estructuras de dominación por medio del engaño y la hipocresía. Nada de eso señores, el orgullo es excelente y la caridad no sirve para nada, si creen que dando limosnas se van a ganar el cielo están más locos que yo. Ustedes son los verdaderos pobres de espíritu que, ya que estamos en eso, no tienen por qué ser bienavernturados.

Y a propósito de nada, leyendo Kriptópolis que siempre me entretiene y enseña algo, acabo de aprender este sabio dicho: "hay que tener siempre un poco de sueño, un poco de hambre y estar siempre un poco borracho" ¿que tal?