Hoy nio es día inteligente...

A ver, a ver, son las 4:02 AM y vengo de copas con unos buenos amigos ¿podré escribir algo coherente en estas condiciones? veremos, voy a hacer la prueba.

Que les puedo contar, que me junté con dos de los mejores amigos ue tengo en Arica: el Rucha, la ex-reserva moral de nuestro grupo que hoy cumple dos meses de casado y el Mouse, mi amigo de tantos años, con el que no se pasan penas. Fuimos a la Isla del Alacrán, tomamos, conversamos, bromeamos, nos acordamos de los viejos tiempos, luego nos fuimos al Servipal a comer unos sandwiches, seguimos conversando, nos acordamos de los amigos muertos y especialmente del Pepe Drago y depués medio mareados nos fuimos cada cual para su casa.

Yo no aguanté la tentación de revisar el correo para ver si aparecía esa noticia tan esperada, la que nunca llega y después de comprobar que una vez más no pasó nada me puse a escribir esta entrada. No se extrañen si sale llena de incoherencias, el alcohol suele ser mal consejero.

A ver que les puedo comentar en tan lamentable estado, ya se, voy a escribir algo sobre la filantropía. A primera vista la filantropía aparece como algo absurdo y no hay razón lógica para que alguien desee hacer algo a cambio de nada, pero si miramos la historia veremos que está plagada de filántropos y personas que han hecho cosas de manera desinteresada.

La verdad es que el tema me surgió de un artículo que leí en el blog de Fernando Flores sobre una columna escrita por Sebastian Edwards que decía que en chile hacen falta más Bill Gates, aludiendo a la cantidad de plata que Gates dedica a las obras filantrópicas. Bueno, yo escribí un comentario amargo y con algo de mala leche referente al artículo de Edwards, recordando que Chile ha sido un país abundante en filántropos, y que mejor ejemplo que la pariente del articulista doña juanita Ross de Edwards, una de las filántropas más importantes de la historia de Chile. Seguramente mi comentario fue algo ácido y petulante, pero me pareció muy socialista eso de andar quejándose porque los otros no son generosos, si hay algo que me molesta es esa pretensión de que los demás tienen ue ser filantropos, generosos y solidarios, mientras que uno se pone automáticamente en el papel de beneficiario. Un enfoque bien hipócrita.

Tal vez no fue esa la idea de Edwards al escribir el artículo y yo lo entendí mal, quien sabe, pero la verdad es que el asunto me molestó lo suficiente como para escribir una de mis acostumbradas pesadeces, así es Internet, muchas cosas que rara vez uno diría cara a cara puede decirlas tranquilamente detrás del teclado, que diablos, así es la cosa.

En fin, yo creo que el altruismo y la filantropía si son posibles y todo el mundo hace cosas -frecuentemente- sin pensar en la recompensa, solo porque se siente satisfecho de hacer algo que uno cree que está bien. Yo hago favores y cosas por el estilo a cada rato sin pensar en que me vaya a servir para algo, es lo más normal.

Bueno, como dice la canción "hoy no es día inteligente y no se ir más allá", es muy tarde y ya estoy muerto de sueño, mejor me voy a dormir. Buenas noches los pastores y mis disculpas por las incoherencias que puedo haber escrito bajo la influencia de la excesiva ingesta de alcohol etílico. Será hasta mañana, que sueñen con los angelitos.