Tiquitiquiti

Empiezan las fiestas patrias -temporada de curados- y en la playa van apareciendo los conocidos. Tangas y cachetes que poco a poco van saliendo a ver el sol, varios gringos almorzando donde el Tuto y los niños encumbrando volantín en la Isla o la Lisera completan el ambiente dieciochero.

También se inauguraron las ramadas y dan ganas de ponerse patriota y "comer salteñas con una cuzqueña bien helada, un picante de gallina, un suspiro limeño y de bajativo un ron "flor"de caña con coca-cola" como bien dijo mi amigo Mente.

Feliz 18 para tantos amigos chilenos que viven afuera y aprovechan esta ventanita de Arica para ver como andan las cosas por acá: Lilian en Baltimore, Anita en NZ, Oriana en España, Hernando en Boston Francisco en Texas, Pancho en London, el Nervio en Quebec, Freddy en California (me acaba de escribir!), Peta en US, Miguel en Aachen, ufff, me canso de nombrarlos ¡el Perro Rivas, compadre en Sao Paulo!, ¡mi primazo el Leo en Australia! ¡mis primos Jandro y Cecilia también en Brasil!. En fin si sigo no terminaré nunca. La mayoría están reciclando la nostalgia por la marraqueta y la empanadas, buenas fiestas para los que nombré y para los que no alcancé a nombrar, les desea este rasca-compatriota que malvive por acá cerca de la frontera.

Yo no he hecho nada todavía, ni siquiera puse las tradicionales banderitas al auto. Tampoco me he disfrazado de campesino, no estoy de humor para esas cosas así es que los folkloricos se pueden ir al diablo. Bastante campo tuve durante mis años chilotes:

"En la torre e Huillinco
cayó la luna .
se hizo dos mil pedazos
y en la laguna..."

Es curioso pero no recuerdo ni un solo dieciocho de septiembre especial en Chiloé, cuando viví allá todo era menos folklorico que ahora y eran otras las preocupaciones, además alla nos emborrachabamos durante todo el año, no solo para las fiestas como se hace en estos lados. Allá en el pueblito de Chonchi alcancé a conocer al "cuncuna" Borquez, viejísimo y seco para el trago como buen chilote. La vida en el campo, brutal y muy sufrida, nada que ver con los cantitos tontos que inventan los folkloristas. En esos años la Radio Ancud era fundamental, el único medio para enviar recados a las islas: "para don Jesus Aguilar en Mechuque de su hijo Juan, que llega este viernes en la noche con los víveres (o sea el trago)".

El locutor de la radio Ancud se llamaba Bruno Schullback, de esos típicos hijos de colono aleman, 100% huaso bruto. con sus hermanos tenían el único grupo musical de la ciudad que animaba las fiestas del cuerpo de bomberos, recuerdo una de mis mayores felicidades cuando me dejaron tocar la batería un par de veces. ¿Folklore? nada de eso, puros corridos mexicanos:

"Aquellos ojitos verdes con quien se andarán paseando
ojala que me recuerden aunque sea de vez en cuando
ayayayay donde andaran
esos ojitos que me hicieron suspirar
ayayayay donde andaran
esos ojitos que no-los pue-do-lvidaaaar"

Eran los años de Allende cuando habían muchos billetes pero ninguna cosa. Igual nos arreglabamos para acaparar cerveza, vino y pisco en cantidades. Yo vivía en la pensión de los Norambuena, una familia de corazón de oro, eterno deudor de la mensualidad, en los fines de semana que no tenía plata doña Lala se le ablandaba el corazón y me pasaba. Tengo entendido que don Julio todavía vive, si se aplicara el criterio de los bancos le debería una inmensa fortuna a ese hombre.

Septiembre en Chiloé, allá me pilló el golpe en 1973, yo estaba en cuarto medio y desde la mañana empezó el toque de queda y los tiroteos. Apresaron a toda la directiva del liceo, todos mis amigos y a los pocos días el Presidente del Centro de Alumnos, Mario Avendaño fue trasladado a Puerto Montt, juzgado y fusilado. Pocos días después el tipo que lo vendió se andaba paseando libre por la calle, ese si que dejó de ser amigo mio, de verdad espero que tenga una muerte mucho peor que la de Avendaño.

En ese tiempo ya era incipiente la degradación y el pintorequismo folklorico sobre Chiloé, la Unidad Popular quería reemplazar todo lo extranjerizante por valores campesinos y salieron esas cosas verdaderamente abominables como Los de Ramón con su insoportable: "quiero comer curanto con chapalele" o el nefasto Yañez con "un gorro de lana, te mande a tejer", que porquerías, dan asco. La verdad es que el folklore chileno me parece pobre y feo, muy pocas cosas me gustan de nuestro folklore y entre las pocas que me emocionan está esa lúgubre canción, más lúgubre cuando la cantaba Victor Jara:

"Corazón de escarcha
se fue de la estancia,,
fría la mirada
frío el corazón;
toda la peonada
siente al ovejero,
al que más quería
la hija del patrón.

Niña tan bonita
como las estrellas,
sólo en los jardines
se puede encontrar;
sus antepasados,
los viejos loberos,
mecieron su cuna,
la luna y el mar.

Sólo por mirarla,
sólo por quererla,
lo echó una mañana
furioso el patrón;
un pobre ovejero,
¿cómo iba a fijarse
en su hija tan linda
un mísero peón?

En fin felices fiestas patrias.