Atravesar paredes

Mi broma de inocentes del año pasado fue que había entrado a trabajar. Hoy iba a poner que me había separado de la Pilar y estaba viviendo con una bailarina del Rapa-Nui, que diablos, mejor me dejo de bromas este año, no me vaya a traer mala suerte para el próximo.

Anoche estaba de cumpleaños el Mouse (52 años, es exáctamente 10 días más viejo que yo)y estuvimos en la isla conversando y riéndonos un rato junto con su señora, una botella de Bailys (o como se escriba) para ellos y dos cervezas que me tomé yo. Felíz cumpleaños compadre y espero que el 2007 se nos arregle el naipe para todos.

¿Por qué no podemos atravesar las paredes? es una de las preguntas fundamentales que nos hacíamos anoche al calor del copete y nos dió tema de conversación para largo. Solo para que vean los efectos del alcohol sobre la mente humana.

Yo creo en los milagros y en los sucesos inexplicables, he visto muchos, lo que nunca me he tragado son las explicaciones; es muy fácil encontrar una explicación para casi cualquier cosa y la gente está ansiosa de que le expliquen, se tragan enteritas las ideas más absurdas, ese es el mecanismo que usan curas y gurues varios para manipular a la gente "dame una explicación y te moveré al mundo".

PAsando a otro tema, recibí un mail de Alonso Rojas, dueño del restaurant El Hueco de Tacna (no piensen mal, el nombre es porque está ubicado en una especie de hoyo en la campiña de Pocollay). Resulta que vió las fotos de nuestro viaje con Tristan y Stephen y me pidió que avisara que está preparando la gran fiesta de año nuevo.

Se trata de un restaurant campestre que para las fiestas y fines de semana se repleta de gente, tienen orquestas en vivo y las fiestas habitualmente empiezan a la hora de almuerzo para terminar de madrugada, los peruanos si que saben divertirse. La cocina criolla es de primera y se puede amenizar con mulitas de pisco o vino de chacra producido allí mismo. Es un buen panorama para pasar el año nuevo.

Y Nitza también me escribe contándome acerca del Museo del Mar creado por su padre don Nicolás Hrepic, el museo está ubicado en la vieja casa de los Yanulaque en el pasaje Sangra y es un excelente panorama para visitar en la ciudad, tiene miles de conchas marinas y caracolas, de Chile y el mundo perfectamente clasificadas. Un lugar muy interesante.

Y para finalizar la receta del pavo que me dió mi compadre Oscar Ahumada, todo un chef para estas cosas, la vamos a ensayar con Viera este año, aquí va:

Se descongela el pavo y se mete en una bolsa con leche, dejándose así toda la noche.

Luego que la leche le sacó el amargo se bota y se lava el pavo. Se preparan tres combinados de whiskey con jugo de naranja (miti-miti) y con una jeringa se le injecta la mezcla de dos combinados, el otro se deja para cuando se mete al horno.

Se le echa al pavo sal, pimienta y se unta en una mezcla de mantequilla con ajo. Luego se rellena con lo que uno quiera: cebollines, ciruelas sin carozo, manzana y lo que uno prefiera. Se deja macerar un par de horas.

Luego el pavo se sella en horno fuerte, media hora por cada lado. Se saca y se le rocia el otro combinado, después unas dos horas en horno suave, cada cierto tiempo se le va echando combinado para que no se seque. Espero que no se me haya olvidado nada!