Día de piscina

Y finalmente fui a la piscina: con un traje de baño del año 90 el pejerrey Tomás se fué a las 2 de la tarde para aprovechar cuando no hay nadie. Bueno, casi nadie porque otras dos personas estaban nadando. Se notaba que eran asiduos porque uno nadaba con traje de goma y el otro estaba más curtido que zapato de milico.

Me senté en el borde, miré el agua unos segundos y ¡plafff! guatazo. Hacían exactamente 16 años que por distintas razones -seamos francos, por flojera- que no iba a nadar a ese magnífico lugar. Me lo tomé con calma, muy despacito hice mis primeros 50 metros, me di la vuleta y de nuevo. Conté las brazadas, exactamente 97 para atravesar la piscina, imagínense lo lento que iba, medio metro por brazada.

Al igual que en muchos otros ejercicios mientras más lento mejor, el que no sabe nadar bien tiene que mantenerse chapoteando como desesperado para conservar la cabeza fuera del agua y no ahogarse. Las dos vueltas siguientes las hice sin bracear; solo pataleando con las manos pegadas en los costados.

Pensaba dar 10 vueltas para empezar, pero en la sexta sentí la característica puntada al costado que indica que me estoy cansando. Justo en ese momento llegaron unos 7-8 chiquillos haciendo las típicas estupideces de niños: piqueros, bombas y salpicando a todo el mundo. Hora de salir del agua.

En fin, ya se me habían olvidado algunas agradables sensaciones como el sueño que da después de nadar un buen rato, un estado de relajación estupendo, también los ojos ardiendo por el cloro y una vieja lesión en el hombro izquierdo (justo por el lado donde saco la cabeza) que seguramente va a desaparecer en un par de días nadando.

Mañana vuelvo, invité a Rudy para darle algunos consejos de experto, a ver si después me enseña a matar gente con mis propias manos. Una por otra. Si logro mantenerme nadando una buena parte de estos meses tendré un verano perfecto, nadar es lo único que me faltaba para que mis veranos fueran perfectos. Esta fue nuestra sección "la vida de un vago"

Pasemos a otro tema: hoy estaba leyendo el Granma -costumbres que a uno se le pegan cuando tiene un primo comunista- donde salía una foto con la celebración del cumpleaños número 60 de Silvio Rodriguez. En una foto Raul Castro le entregaba una réplica del barco Granma a Rodriguez, ambos arrugados como pasas, Rodriguez un vejete pelado y de lentes, pensar que eso es lo que me espera dentro de poco...

En los ochentas yo engrupía -más bien trataba de engrupir- con esa que dice:

Al tibio amparo de la 214
se desnudaba mi canción de amor
llegaba el día indiscreto y torpe
y la belleza nos hacía más pobres
más escalvos de la ronda del reloj

Tenía el cassete en mi fiel Volksvagen escarabajo, para casos de emergencia, luego cuando llegaba la otra parte

Toma de mi todo, bébetelo bien
no hay que ayunar al filo del amanecer

Yo daba una interpretación extremadamente grosera y hasta ahi nomás -por lo general- llegaba la cosa. Que macana, mi técnica romántica nunca fué muy buena. Silvio Rodriguez fue como un huracán en mis buenos tiempos de la U, igual que los Prisioneros

(ya viene, la fuerza, la voz de los ochenta)

lo escuché por primera vez en una fiesta mechona. Difícilmente podría describir el efecto que me hicieron en esos días la combinación de alcohol, linda música y buenas letras. Tal como me pasó con Carole King muchos años antes:

You just call out my name
and you´ll know wherever I am
I´ll come running, to see you again

Pero ya me estoy desviando, a lo que quería llegar es el contraste que existe casi siempre entre la persona del artista y su obra: un perfecto arrastrado como Rodriguez pudo escribir las más lindas canciones libertarias

vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre
en este día y en este instante y soy feliz porque soy gigante
amo a una mujer clara, que amo y me ama sin pedir nada
o casi nada, que no es lo mismo pero es igual

La miseria de los artistas oficiales, los "comprometidos": Bertold Bretch, Gunther Grass, Neruda, Raúl Zurita, Ernesto Cardenal, todos de izquierda, todos con espinazo de gelatina, menos mal que a los gorilas de derecha no les hacen gracia los artistas, ahí si que sería el colmo. ¿Les quita mérito al arte el hecho de que sean cobardes e hipócritas? para nada, de hecho todos somos cobardes e hipócritas en algunos casos, las personas tenemos muchas facetas, algunas muy buenas y otras que son pura basura, incluso es difícil sacar el promedio.

En fin, feliz cumpleaños maldito arrastrado, siempre me gustaron tus canciones, tus letras y sobre todo los arreglos, espectaculares. Más de un buen recuerdo tengo de esos felices tiempos que no volverán

pero cuando puedas vuelve pues me acecha tu fantasma,
jugando a las escondidas y yo estoy muy viejo ya

Cambiando de nuevo el tema me escribió un nuevo amigo gracias a la magia de Internet, bueno, nuevo para mi porque él seguía este blog desde hace tiempo. Resulta que él hizo realidad lo que era mi sueño de estudiante: el riego tecnificado asistido por computadora donde se controla el riego, los fertilizantes y pesticidas. Tiene su empresa de proyectos hidráulicos y me cuenta que le va muy bien.

En fin, empezaré a conversar acá con mis amigos agricultores a ver si podemos hacer algo, aunque la plaza es complicada, pero que importa, generalmente en lugares así es donde salen los mejores negocios. Donde la cosa es fácil ya están los peces gordos, así es que déjennos a los complicados a nosotros nomás.

También estaba pensando que es exactamente la misma tecnología que se necesita para los procesos de lixiviación de minerales, esa podría ser otra veta muy interesante a explotar. Como ando entusiasmado con Bolivia por estos días voy a ver si mis amigos por allá (saluti socio!) tienen alguna idea. Cosas de Internet, un nuevo día, un nuevo amigo, bien me parece.