Otro día de piscina

Hoy de nuevo fuí a la piscina y en la foto pueden ver como me mojaba las patitas antes del piquero. Fuimos con Rudy pero como el viene del trópico le dió mucho frio así es que lo fui a dejar antes.

Luego volví y me di 8 pasadas (400 metros), voy despacito, creo que con 10 pasadas diarias o sea 500 metros, durante un par de meses quedaré tiki-taca.

Todavía no he visto a mi amigo Juan Novoa, el administrador, pero la piscina es como la máquina del tiempo y me encuentro con la misma gente con que nadaba hace 16 años así es que me paseo como Pedro por su casa, en la puerta esta como siempre Chavera y hoy me encontré con el famoso Corvina, que fué campeón nacional de saltos ornamentales y ahora hace clases.

Conversando con el Polo, que va todos los días desde hace años, me comentaba que el asunto se transforma en un verdadero vicio, me lo dice a mí que estuve nadando todos los días durante un año seguido. En fin, creo que esta vez lo voy a tomar con calma. Para vicios con el alcohol me basta y sobra.

Ahora están todos pegados con el estúpido show de la Teletón y la Pilar no me deja poner el Discovery o la televisión boliviana que son los canales que veo normalmente. Les aclaro que no tengo nada contra la Teletón ni contra ninguna clase de caridad, al contrario, me parece perfecto, para mi el ideal sería que se eliminara todo el gasto social del gobierno y fuese reemplazado por caridad privada y voluntaria, apuesto a que los pobres y los débiles estarían mucho mejor protegidos que ahora.

Me gusta la idea de la Teletón tanto como detesto el gasto social, pero lo que no me gusta es el show, lo encuentro cursi y estúpido, fiel reflejo de los gustos de nuestra enorme clase media. Además no me hace maldita gracia ver esas historias de niñitos inválidos, bastante tengo con mis propios problemas como para gastar mi compasión con gente que ni conozco.

Pero ese es un tema muy trillado y del cual se escriben tantas estupideces que ni me interesa ahondar. Lo menciono a propósito de una anécdota que me contó Rodrigo Nuñez acerca de Don Francisco. Me contaba Rodrigo sobre muchos famosos que había fotografiado: presidentes, artistas, etc. y de lo asombroso que era ver que se trataba de tipos comunes y corrientes con preocupaciones completamente normales.

El caso es que a Rodrigo lo contrataron para hacer el album de una gran celebración del cantante José Alfredo Fuentes (eran los 40 años o algo así) en la Arena Santiago y su trabajo consistía en seguirlo para todos lados y hacer fotos de todo el asunto, desde su preparación hasta el epílogo.

Lo asombroso me decía, era que el trato entre todos era tan normal como ver amigos tomando una cerveza en un bar, hablando de preocupaciones menores, pequeños negocios y cosas por el estilo. En fin, momentos antes de comenzar el espectáculo el camarín estaba repleto de artistas conversando y tirando tallas relajadamente. Anunciaron la llegada de la ministra Soledad Alvear y por un momento bajaron las conversaciones, algunos saludos, luego todo siguio igual.

Pero de pronto se empezó a ver un movimiento raro en el camarin, cierta agitación, la gente empezó a conversar más despacio y a circular el rumor "viene Mario...Mario Kreutzberger". Me cuenta Rodrigo que la llegada fue impresionante: todos callados y se formaron espontaneamente dos filas a los lados haciendo calle para que Don Francisco saludara brevemente a cada uno: apretón de manos, sonrisa, y un par de palabras con algunos.

Dos abrazos, uno al director del canal de televisión de la Universidad Católica, el otro al Pollo Fuentes. Luego todo el ambiente quedó magnetizado por el efecto Kreutzberger, me dice Rodrigo que nunca había sentido el poder de manera tan fuerte. Todas las conversaciones bajaron de tono y la gente orbitaba casualmente en torno a Don Francisco quien, muy parco y atento a todo, conversaba con los de su nivel: directores ejecutivos, ministra. Rodrigo que ha estado en eventos y fotografiado a presidentes y muchos famosos dice que jamás sintió el efecto del poder tan claro como con la llegada de Mario Kreutzberger.

Mario Kreutzberger es el mejor ejemplo de poder a través de la imagen en nuestra sociedad de medios. Creo que es la más grande y tal vez la última gran imagen creada por la televisión en Chile y conjuga muchas cosas que a otros poderoso les falta. Popularidad, dinero, influencia, respeto ¿habrá otra figura pública en Chile con la tasa de respeto y credibilidad que el tiene?, lo dudo mucho, y no voy a discutir si la merece o no, si es un héroe o villano. lo único que digo es que dudo que haya alguien más poderoso que el en Chile en estos momentos.