En Arica la vida es fácil

Explicación: mañana a las 00:001 (o sea en un ratito más), será mi cumpleaños número 52 así es que voy a salir con el mouse a tomarnos un Johnny Walker más otra de champaña a la island. No estoy seguro todavía si el Rucha -ex-reserva moral de nuestro grupo- pueda acompañarnos, en fin, veremos que se hace. Por eso subiré esta entrada antes de irme para tomar tranquilo y así mañana no tenga que escribir tonteras con la caña viva.

De alguna manera, esta entrada tiene algo que ver con la anterior aunque al comienzo no se note mucho, veamos: todos estos días ha aparecido Juan Carlos Chinga en el canal local de televisión, reporteando a la gente que se va a acampar a las playas, es una tradición que existe desde mucho antes que yo llegara por primera vez a Arica, en 1969.

Pero no se trata de los conocidos paseos de fin de semana, son familias completas que se instalan antes de la celebración de año nuevo y vuelven a sus casas a fines de febrero o mediados de marzo, pasando casi tres meses en la playa. Durante todo ese tiempo arriendan sus casas o departamentos a turistas (entre US$ 20-40 diarios) y así al volver en marzo tienen plata para los gastos del colegio, patentes de los autos y todos esos gastos que hacen llorar sangre a los chilenos para esa época.

Según la playa es la calidad de las carpas y equipamientos. En el camping de Las Machas se van los mejor equipados con baños químicos, generador eléctrico, carpas-comedor, frigobares y toda clase de gadgets, también se ven varias casas rodantes por esos lados. Es normal que vayan 10 o más vecinos de la misma cuadra y trasladen su barrio completo a la playa. Los sectores de Arenillas Negras y Corazones son más populares, las carpas más improvisadas y el ambiente en general no es tan limpio.

En verdad la gente podría vivir todo el año en una carpa y unas pocas familias lo hacen así, el clima en Arica es perfecto porque no hay lluvia ni frio extremo y la ciudad es bastante segura. El camping Las Machas está justo frente al Grupo de Instrucción de Carabineros así es que se puede dormir allí en cualquier época del año con bastante seguridad. Las diversiones de verano para estos acampantes son la pesca y el futbol para los hombres, la tele y el pelambre para las mujeres. En las carpas puede faltar cualquier cosa, menos el televisor portatil para ver la novela de la tarde.

En Arica la vida es fácil, mucha gente veranea bien y se queda con plata en lugar de gastar plata. Vuelvo a pensar en Santiago donde la gente vive amontonada y cada día aparecen nuevos gastos. Solo unos años atrás a nadie se le habría ocurrido que tendría que pagar por usar una nueva calle, hoy reciben facturas más caras que la luz o el agua, solo por circular.

En Arica andar en auto es una delicia, las congestiones de tránsito son tan raras como las lluvias y uno se las toma con humor las pocas veces en que se encuentra metido en una. A los genios municipales se les ocurrió llenar las callles del centro con letreros "Prohibido Estacionar", pero pasado un tiempo ya nadie les hace caso y cada día es más improbable ser multado por eso, como ya nadie los respeta no se puede multar a todos.

En Santiago estacionarse frente a la casa de uno es un privilegio, mientras que en Arica es cosa común y corriente, a los gastos corrientes hay que agregar los parquímetros y estacionamientos, también las distancias son mayores y juntarse con los amigos a tomar una cerveza se convierte en una complicada operación logística a la que hay que agregar los costos y riesgos del transporte.

No olvidemos las restricciones vehiculares en invierno y la cuasi obligación de usar el sello verde lleva a las personas a comprar autos del año quedando en manos de un sistema de consecionarios de marca, que son normalmente tan deshonestos como los políticos. A todos estos gastos agreguemos que el robo de autos y los choques en Santiago son tan frecuentes que es necesario pagar mensualmente una póliza de seguro.

La vida es fácil en Arica, mis autos quedan en la calle por la noche, abiertos, la otra vez me robaron la batería pero son casos muy raros, hacía años que no me robaban. Como acá existe la costumbre de andar con perfil bajo la gente gasta muy poca plata en ropa: los shorts y poleras son el uniforme ariqueño durante la mitad del año.

La foto que ilustra esta entrada muestra las playas Chinchorro y Las Machas en invierno, cuando no anda ni un solo turista, ahora esta llena de bañistas, carpas y fogatas en la noche, por eso yo cuento mis años en veranos, when the life is so easy.