Sigo despotricando

Noche de sábado y tomasito en casa, como un lord inglés en su castillo: Lord-Inario. Un amigo me llamó en la tarde para juntarnos, pero mi virtuosismo moral -que crece cada vez que ando escaso de billete- triunfó sobre las tentaciones del mal ¡vade retro Sata! le dije indignado, hoy solo quiero descansar un poco porque anoche tomé para toda la semana, y un poco más.

Además que estoy subiendo de peso rápidamente, producto de mi excesiva gula, ingesta de alcohol inmoderada y ausencia absoluta de toda clase de esfuerzo físico en los últimos 10 años. ¿que hacer? bah, Platón ya dió su opinión sobre la gordura y yo también di la mía, sin contar con la de Tito Fernandez "no hay guatón que sea mala gente, ni pelado que sea sinverguenza", yo voy por el fast track para ambas: pelado y guatón.

Que les puedo comentar, ya sé: George Bush anda de gira por América Latina, mala idea. Me explico, no es malo que el gobierno de USA se preocupe de mejorar las relaciones hemisféricas, todo lo contrario, pero es malo que se haga una gira sin un trabajo diplomático serio que la preceda. El presidente de USA no es Mandrake el mago y su sola presencia no puede sustituír años de descuido diplomático y políticas equivocadas que explican el resentimiento de la gente en algunos países.

El viaje de un presidente debe ser triunfal, para recoger los aplausos de una buena diplomacia y no hacer el papel de vendedor viajero como ocurre con este viaje de Bush y para qué hablar de Hugo Chavez, que muestra una vez más como tiene el sentido del ridículo -entre otros- muy poco desarrollado. La gira será un abrazo del oso para los presidentes que lo reciban, especialmente el de Mexico que está en una posición muy precaria. El orden correcto es: primero diplomacia exitosa, después visita para recoger los aplausos.

¿Se han fijado como anda la gente de la capital con el Transantiago?, ya están empezando a pedir que con mis impuestos (si, yo pago el impuesto al alcohol) les subsidien el valor de los pasajes. Difícil lo veo pero en este país de las maravillas todo puede suceder. En pocas palabras el nuevo sistema demora más, produce aglomeraciones gigantescas, va a ser más caro y a pesar de todo afirman que es mejor que las antiguas micros amarillas ¡lo dicen con la fe de un cruzado y mucha gente lo cree!

¿Saben que creo yo? ojalá me equivoque pero creo que -igual que con las anteriores reformas- aquí hubo un monumental error de diagnóstico. El problema real es la sobrepoblación de Santiago, con grandes masas de gente que debe atravesar la ciudad de lado a lado diariamente. La solución de planificar recorridos más "racionales" tiene el mismo defecto que poner controles de precios o planificar la economía: es imposible por la complejidad y dinamismo del sistema.

Los recorridos de las micros amarillas, fijados solo por consideraciones de mercado y rentabilidad privada no eran óptimos en detalle pero si lo eran como un todo, porque el mercado siempre asigna mejor los recursos en un sistema complejo. Muchos de los problemas con los que ahora se demonizan las micros amarillas no tienen nada que ver con la planificación de recorridos, que ha mostrado ser el talón de Aquiles del Transantiago. Yo creo que a un enorme costo Santiago tendrá un sistema de transporte más lento, más caro, más incómodo e igual de contaminante que el antiguo.

No tiene nada de raro, los técnicos de la Concertación deberían postular a un equivalente al Nobel en la categoría de diagnósticos equivocados: la reforma procesal penal y la reforma educacional son dos buenos ejemplos -entre otros- de grandes cambios para que todo quede peor que antes. Ya lo ven, sigo despotricando.