El mundo segun Internet

Seguro que ya he escrito de esto antes, pero que diablos, uno tiene dos o tres temas y siempre los repite, lo dijo el propio F. Scott Fitzgerald.

Es que el asunto no deja de sorprenderme. Nos juntamos casi todos los días a conversar en esta especie de bar de mala muerte y de pronto Lilian -que vive en Baltimore- nos cuenta que se contactó con el músico Ovidio de Ferrari -que vive en los Emiratos Arabes- Entonces aparece Francisco -que vive en Texas- y se acuerda que era vecino de Ovidio en la población Juan Noé de Arica.

Y yo -que vivo en Arica- me acuerdo de la Juan Noé, que estoy viendo desde mi ventana, porque cuando estudiaba en Inacap íbamos a buscar minas -que jamás encontramos- a la plaza de los Picapiedras justo detrás del instituto. Ovidio -por su parte- escribe un comentario sobre la Juan Noé y le dice a Francisco que le escriba.

Que cosa más extraña, pero esto no termina allí porque hay varios que están leyendo y conocieron Arica de pasada, como Hernando que vive en Cambrigde, o Cherubini de Santiago, así es que algo se pueden imaginar de lo que nos estamos acordando.

Pero también hay otros que nunca han estado en Arica: Canaria -que vive en Las Palmas-, el otro Pancho -que vive en Londres- y un montón de amigos de otros países que están entre los regulares de este sucucho y también se deben hacer una idea de Arica en los ochentas, la población Juan Noé y todo esto que estamos conversando.

En el mundo según Internet no necesitamos sacar pasaporte, pedir visa ni comprar pasajes de avión, hacemos un clic y nos juntamos en la soñolienta Arica, otro clic y vamos a Baltimore a conversar con Lilian, incluso si estamos muy -pero muy- aburridos, podemos hacer un clic y nos trasladamos a la población La Legua de Santiago donde el odioso Gonzalez, que vive en una choza miserable y se cuelga del cable del vecino, también tiene su maloliente sucucho virtual.

¿Cuantas de las 370 visitas del día serán regulares? calculo que debemos ser como unos 80 o 100, y los que comentan serán unos 20. Me parece que es la cantidad perfecta porque puedo conversar casi con cada uno, lo que resulta muy entretenido para un ocioso como yo. Ese es el mundo según Internet, no podría ser mejor.

Pasando a otro tema la gente de Aysen está indignada y con razón, la burocracia de la negación viene diciendo que no pasa nada desde hace tres meses, ahora viene un terremoto con desprendimientos de cerros y mueren 10 personas. El lugar donde estaban esas personas era una ratonera, más que previsible su muerte, por un lado los cerros derrumbándose y por el otro las olas, no había para donde arrancar.

Veo en Chilevisión que Arica es la primera ciudad fuera de USA en estar certificada para el caso de tsunamis, ¡que manera de engatusar a la gente!. Solo demuestra que la certificación es un chiste, hasta el más ignorante se da cuenta que Arica está llena de peligros perfectamente evitables: las sirenas de alarma para avisar un tsunami nunca han sonado, un tipo del cuerpo de bomberos dió la explicación más tonta que escuchado al respecto "no son necesarias porque el terremoto avisa", con esa clase de ignorantes a cargo estamos fritos.

Las ex-Isla del Alacrán es una trampa mortal en caso de tsunami, en lugar de ensanchar el acceso ¡lo estrecharon!. La "solución" de amortiguar las piedras que se desprenderán del Morro es un chiste, lo malo es que se puede transformar en un chiste trágico, hasta donde yo recuerdo, solo un par de veces en más de 10 años se han hecho simulacros de evacuación en la 11 de Septiembre, que quedará cubierta de agua en caso de tsunami.

Todo mal, horriblemente mal, unos ridículos letreros que dicen "vía de evacuación" en los lugares más obvios, típicas medidas de los burócratas de la misma clase de los que decían unos pocos días atrás que no había peligro inminente en Aysen. Lo único concreto es que acá en Arica cada uno debe tener su propio plan de emergencia preparado, y los que viven bajo la línea de inundación deben tener muy claro para donde arrancar, porque las autoridades, en estos casos, no sirven para absolutamente nada.