Otro error que paga Moya

Como a las 7 de la tarde, cuando todavía no oscurecía se cortó la energía eléctrica en un gran sector de Arica, es algo que se ha repetido un par de veces en el año y, a diferencia de otras veces, cuando los apagones eran causados por choques que botaban postes o cosas por el estilo, ahora la causa no aparece clara para nadie. Desde que yo tengo memoria Arica nunca tuvo problemas de abastecimiento eléctrico, pero parece que esa situación ya está cambiando.

Bueno, a mi casa llegó la luz hace una dos horas, pero desde mi ventana veo una gran mancha oscura en el centro, donde aparece cortado el suministro. Hace un tiempo atrás yo escribí acá mismo que Arica no sufriría cortes de energía porque era alimentada por el sistema Interconectado del Norte Grande, el mismo que alimenta a la gran minería y pensaba -ingenuamente- que eso nos iba a asegurar el suministro. Parece que es todo lo contrario, las grandes mineras son los clientes libres, que pagan la electricidad a precios de mercado, mientras que nosotros, los domiciliarios, somos clientes regulados, que pagamos tarifas fijadas por el estado. No es difícil imaginar a quien van a privilegiar las compañías elécticas cuando la energia no alcance para todos.

Y parece que ya está empezando el problema que tiene muchas aristas: un par de horas que pare el suministro a la gran minería provocaría pérdidas de muchos millones de dólares, un par de horas que nos corten el suministro a los domiciliarios a lo más provocará alguna enojada carta al director de La Estrella de Arica, si es que... El problema de fondo es que a veces simplemente la energía no alcanza para todos y alguien tiene que perder como en la guerra. Sumemos el hecho que se está usando el carísimo diesel para producir energía y tenemos completo el cuadro de desastre ad-portas.

Todo empezó hace varios años, cuando empezaron a construir una central hidroeléctrica en el Bio-Bio, el río más caudaloso del país y unas pocs mapuches se avivaron y se negaban a la expropiación de sus terrenos que iban a ser inundados. Entraron al cuento los ambientalistas, abogados no muy escrupulosos y la central sufrió un montón de atrasos que significaron alto costo adicional. En ese tiempo teníamos de presidente a nuestra lumbrera Eduardo Frei R.T. con el Sr. Rodriguez Grossi como su intachable ministro de Enrgía, y no se les ocurrió mejor idea que cambiar gran parte de la matriz energética a que pasara a depender de un gaseoducto desde Argentina.

Aplausos, banderas y bandas, se firmó un tratado y se acabaron los problemas con mapuches y ambientalistas, aunque por muy poquito rato, porque al primer problema nuestros hermanos argentinos nos cortaron el gas, como hasta el más idiota podría haber previsto, considerando el ritmo de decadencia y los problemas de inversión en el vecino país.

Ahora nosotros pagamos el pato, como de costumbre, en el rato que llevoe scribiewndo esto hemos tenido dos cortes más, los transformadores de la red eléctrica suenan y echan chispas, sube la cuenta de luz y más de algún electrodoméstico se va a quemar entre tanto corte y reposición ¿quien paga las molestias de andar demandando después? Moya, el inefable señor Moya, el que paga todo en Chile, y nosotros por su intermedio, no es culpa del autista si lo eligen con casi un 60% de los votos, tampoco es culpa del Sr. Rodriguez Grossi que lo hayan nombrado a cargo de Ferrocarriles del Estado, somos nosotros los idiotas, los que votamos. Por mientras a juntar velas y plata para pagar las cuentas nomás, total, otro "error" que paga Moya.