El problema más serio

Ahora si que se nos va el verano, creo que hoy tuvimos la primera tarde más o menos fea del año y tendré que empezar a acostumbrarme a las nubes nuevamente. Ayer anduve por el Valle de Lluta viendo como estaban los terrenos, entre 8 y 10 millones por hectárea la parcela. Estuve en la que creo que es el campo más bonito del valle donde hacen queso de cabra, tienen unas pocas avestruces y unas plantaciones junto con un restaurant rústico, todo muy lindo, está al llegar al pueblito de Poconchile y aquí pueden ver las fotos.

Si tuviera plata me compraría una parcela en Lluta, creo que es una muy buena inversión para unos 10 o 20 años más cuando se convierta en el segundo Valle de Azapa, como no tengo ni uno, ando viendo por cuenta de terceros, así es la life. Desde Poconchile hacia adentro el valle se pone muy bonito, como tantas otras cosas de Arica es un diamante en bruto: como Belén, Codpa, Putre, el camino al santuario de Las Peñas y tantas otras cosas que podrían ser fuente de riqueza turística para la ciudad.

Pero mientras las cosas estén como ahora, con los más incapaces en todos los puestos importantes, no hay que hacerse ilusiones. Algún día llegará un catalizador para que este diamante en bruto que es nuestro querido pueblucho se empiece a pulir, pero falta mucho todavía para eso. Por mientras seguimos viviendo en lazyland, donde todo se mueve a velocidades geológicas y el pecado mortal de la pereza está imbuído en cada uno de nuestros genes. Lo que me consuela es que si existe el infierno me voy a encontrar allá con todos los perezosos ariqueños, no va a faltar ni uno solo, porque ese es un pecado muy abundante en Arica.

Anoche estaba Lucho Véliz conversando con Marcelo para animar las noches de viernes y sábado en el Rapa Nui, esa va a estar buena, por lo menos me va a traer recuerdos de las noches del Africa 2000 cuando él junto con Johnny Rivas eran los platos fuertes del show, no me la pierdo. Que buenos años a principios de los 80s, cuando el Africa estába en su apogeo y yo en la mitad de mis estudios de la universidad, ya teníamos consolidado el grupo de amigos: Matute, el Pepe Drago, Rucha y tantos otros.

Uno de esos veranos yo estaba de cumpleaños, y en la tarde apareció el Matute muy desanimado, diciendo que habían preparado una fiesta sorpresa en el departamento pero había fallado la bailarina. Habían contratado a una desnudista del "Container" que al final se echó para atrás. Yo le dije "¡entonces busquemos otra!" y sabiendo la patudez del matute nos averiguamos la dirección de una bailarina del entonces famoso Africa 2000.

Y fuimos para allá, preguntamos por Claudia -preguntó el Matute en realidad, yo ni muerto me hubiese atrevido- y apareción un monumento de mujer, el Matute muy serio le dijo "señorita, queremos contratar sus servicios". La chica nos miró con cara de incrédula, apenas se podía aguantar la risa y cortesmente nos dijo que si estábamos locos y que nos fuéramos al diablo. Después de muchas peripecias y unas afortunadas coincidencias terminamos todo el grupo, más unas amigas, más la Claudia (su nombre de guerra era "Mónica del Fuego"), más un bongó en la Isla del Alacrán celebrando. Terminamos de amanecida, todos en el Africa con una ponchera invitada por la Soledad Ubilla.

Que tiempos, la foto es más o menos del 84, cuando el problema más serio que teníamos era adonde íbamos a salir a tomar esa noche. En la fila de atrás la Yoly, el Matute, yo, Pilar, delante el Pioxon, la Francis, Rossana y el Pato Bilingue. Más atrás mi fiel VW escarabajo. Tiempos felices que no volverán, más rato me voy a juntar con mi compañero Oscar que se vino a vivir a Arica, ya tengo con quien salir a tomar. Hasta mañana, asuntos muy importantes reclaman mi presencia.