Historias triviales del power point

La historia es conocida y hay varias versiones, yo la leí hace varios años en una columna de opinión del Spectrum. Esta versión contaba de un experimento de psicologos conductistas en una universidad norteamericana, que colocaron monos en una jaula con una abertura en la parte de arriba, por donde podían salir.

Pero había una trampita, muy típica de esos sádicos, porque a la abertura le conectaron electricidad, y cada vez que un monito intentaba salir recibía una fuerte descarga. Al principio todos trataron de salir y quedaron bien chamuscados, hasta que dejaron de intentarlo y se acostumbraron a vivir con la puerta abierta pero sin usarla. Pasado el tiempo desconectaron la electricidad, y como ningún mono lo supo, siguieron viviendo con la puerta abierta sin que se atrevieran a pasarla, como es natural nadie se quería electrocutar de nuevo. Cuando iban trayendo monos nuevos y estos trataban de salir, los antiguos les pegaban -por su bien- antes que les diera la corriente, querían evitar que se equivocaran, y así la jaula siguió con la puerta abierta, sin electricidad y sin que a ninguno de los monos, ni siquiera a los nuevos, se le ocurriera salir: el conocimiento se había traspasado pero esta vez para mal.

Los elefantes están entre los animales más peligrosos que existen, porque a veces les vienen ataques imparables de pánico y arrasan con lo que ven por delante, incluso los pacíficos elefantes de circo tienen su día de furia y a veces dejan la matanza. Pero solo hacen esto cuando no están amarrados de una pata, lo curioso es que basta cualquier amarra -incluso una muy fragil que podría facilmente romper de un tirón- para que el elefante se porte como corderito ¿como se explica esto? Es también por la experiencia, porque lo amarraron de una pata desde chiquito y cuando trataba de zafarse no podía, con los años bastaba cualquier amarra, el animal ya estaba atado por su mente.

Bueno, estas historias son tan conocidas que hasta salen en las cadenas de mail, lo entretenido es que igual nos pasa a nosotros, lo mismito. La mayoría de la gente piensa que hay una forma correcta y otra incorrecta de hacer las cosas, nadie duda que la hormiga laboriosa del cuento pasará feliz el invierno mientras la cigarra despreocupada se morirá de frio. Todos admiran a los que hicieron un gran negocio y ganaron millones, atribuyendolo a su genialidad y visión de futuro, sin embargo desprecian a los que antes habían hecho lo mismo y perdido toda su plata, esos son los locos, imprevisores.

Todos vivimos así, como los monos del experimento, en jaulas que tienen puertas abiertas, lo más probable es que nos achicharremos si tratamos de salir, es lo que nos dice el sentido común y la experiencia, pero también puede que no tengan nada y solo sea cuestión de atreverse. Por eso el valor relativo de la educación, que en gran parte consiste en enseñarnos que no hay que pasar la puerta porque la experiencia dice que está electrificada. Para ser creativos no necesitamos escuelas, que solo sirven para ser precavidos y tratar de asegurarnos aprendiendo de la experiencia.

Hoy aparecen muchos teorizadores de la educación, tontitos, que dicen que hay que enseñar a ser creativos y emprendedores. Aplican ingeniería reversa tratando de enseñar la receta de los que se arriesgaron y les fue bien, lo que no se dan cuenta es que no existe tal receta, que el factor cueva existe, es potente, tiene fracasos sobre el 90% y no se puede enseñar ni aprender, eso lo sabe cualquier empresario y es lo que ignoran los emprendedores, es la diferencia fundamental entre unos y otros, "enseñando a emprender" ja-ja-ja.

Otro tema un poco relacionado con monos y educación es que hoy se aprobó por más de 90 votos el proyecto para la nueva ley de educación, que es más o menos la misma que la antigua pero la corrige un poco agregando más controles para evitar abusos y la irresponsabilidad en cuanto a los resultados. Por supuesto que los del colegio de profesores estaban indignados y aullaban como macacos desde las tribunas de la cámara de diputados. Que verguenza más grande que estos tipos sean los que le hacen clases a los niños pobres: su mediocridad y sinverguenzura es la explicación de gran parte de la desigualdades y malos resultados. Con monos como esos no tiene nada de raro que los niños aprendan cada día menos cosas de alguna utilidad, normalmente es mucho mejor no aprender nada que aprender cosas malas.

Ya lo ven, si no se me ocurre nada que escribir hasta las historias del power point sirven. ¡Rayos y centellas! mañana me tengo que levantar temprano, mejor me voy a dormir enseguida, hasta mañana mis amigos.

Post Data: antes de meterme al sobre fuí a revisar la columna de Jerry Pournelle, como lo hago siempre y encontré este bocadillo: "One of my cocktail party theories -- that is, a theory I will vigorously defend in a cocktail party but have not tried to write up for a serious journal...", que buen concepto, muchas cosas que yo escribo en este Templo del Ocio son de esas teorías de cóctel, que seguramente no se puedan defender en serio pero representan lo más intuitivo, sincero y profundo de mis locas ideas.