Cosas de la frontera

Finalmente me pagaron lo del mes pasado. Luego de un montón de trámites burrocráticos, con harta ayuda de mis amigos, conseguí a último minuto el cheque del Banco de La Nación del Perú que me permitirá devolver todo lo que he pedido prestado y tomarme un par de cervezas. La vida simple es de lo mejor, en la foto cuando nos fuimos a celebrar, un gran plato con chicharrón de pollo, ensalada de cebolla morada, papa dorada y maíz cancha, epectacular a 9 soles (unos US$ 3) bien regados con cerveza Cuzqueña, nótese mi cara de sueño.

La parte buena es que ya se acerca el fin del próximo mes con la Gran-Fiesta-Gran, el día de Tacna, donde se celebra la reincorporación de Tacna al Perú después de muchos años de ocupación chilena y los peruanos tiran la casa por la ventana celebrando, igual que nuestro 7 de Junio. Yo me anoté para desfilar y me esperan más fiestas, que diablos, si para sufrir nacimos.

Como el viernes era feriado religioso en Chile, la cantidad de pasajeros en la frontera fue enorme, entre siete y nueve mil personas pasaron solo el viernes y los autos se hicieron pocos, siendo tomados por asalto en el terminal. Tuvimos que esperar que abrieran la frontera en el sector de Río Seco en una larga fila de vehículos. En el diarió apareció que la pasada fue sin problemas y es cierto, el paso hacia Perú es siempre rápido pero la vuelta este domingo será infernal, porque el problema es en el ingreso a Chile, no en la salida.

¿Que pasa? que al ingresar al país hay cuatro organismos que pueden revisar los vehículos: Aduana, SAG, Investigaciones y OS-7 de Carabineros. Como mínimo las dos primeras revisiones son obligatorias ¿por que se revisa dos veces exactamente lo mismo? burrocracia y celo funcionario, nada más. Al final los únicos eficientes y rápidos son los perros, a esos no se les pasa ni una. Luego en Migraciones el policía a cargo se pone a discutir con los peruanos que le parecen "sospechosos", inexplicablemente estos polícías tienen poder discrecional e inapelable de negar -o limitar- el ingreso a cualquier extranjero sin ninguna explicación, imagínense el peligro de tener este poder y las largas negociaciones que se establecen cuando a alguien le niegan la entrada.

Finalmente el pésimo software verificador que tienen en Migraciones, no entiendo como diablos lo siguen usando, eso si que se llama contumacia -persistencia en el error- mientras nosotros, los pacientes usuarios que les pagamos el sueldo a todos esos, tenemos que sufrir toda clase de demoras e inconvenientes. El trámite de ingreso al Perú en cambio, dura unos pocos segundos, jamás he visto una demora en la frontera peruana. Claro que por el asunto de la droga y sanidad vegetal es necesario revisar bien ¿pero por qué dos veces? es absurdo, debe ser solo una revisión.

Otras cosas obvias se podrían implementar: como permitir el envío de la relación de pasajeros por Internet, no hay una sola razón para llenar a mano ¡o con máquina de escribir! ese arcaico documento por sextuplicado, es absurdo y costoso, debería ir siempre por medio digital. Eliminar o simplificar al máximo las absurdas declaraciones juradas que pide el SAG, si lo único que se necesita es una firma al lado de la relación de pasajeros, o en la tarjeta de ingreso con una nota al reverso que le dé validez de declaración jurada, tal como se hace en la mayoría de las fronteras. Finalmente hay que implementar un sistema formal con reglas claras para permitir o negar el ingreso de extranjeros, de manera que no existan las actuales negociaciones de ventanilla, que se prestan para toda clase de coimas y traban todo el proceso.

El fondo del problema es que tenemos autoridades tontas y paranoicas, que creen que duplicando o triplicando las revisiones van a tener mayor seguridad, nada de eso, solo multiplican los inconvenientes por tres. Reingeniería se necesita, no colocar más ventanillas ni llenar de inspectores, menos revisiones y chequeos pero más efectivos, eliminación de trámites innecesarios y de los malos funcionarios, porque la frontera es el paraíso para los funcionarios con complejo del pene pequeño.