Golpe a golpe, verso a verso

Me llegó por mail el boletín Economía y Sociedad de José Piñera donde toca varios temas actuales, uno es la columna secreto bancario versus economía privada de Hernán Buchi quien escribe que "recaudar no puede ser a costa de la privacidad". A primera vista uno podría pensar que el que nada hace nada teme y que los movimientos de cuentas corrientes debería ser públicos y de libre acceso, sin embargo hay un aspecto bien torcido en ese argumento porque invierte el peso de la prueba poniendo a kas personas en la obligación de justificar ante el estado cada uno de sus ingreso y sus gastos.

De allí al estado policial que permite intervenir las cominucaciones personales hay solo un paso, y un pasito mucho más corto para el aprovechamiento y chantaje político con cámaras escondidas, falsas niñitas tentando a potenciales pedófilos, persecuciones selectivas por supuesta evasión tributaria, en fin, se deja la puerta abierta para que el estado use su aparato represivo de manera abusiva contra las personas comunes y corrientes.

El lavado de dinero o la evasión de impuestos son delitos que solo se pueden controlar con eficiencia en un estado policial, a costa de eliminar las libertades y garantías más básicas. Aún así sigue siendo incontrolable porque jamás ningún estado puede seguir la pista completa a la plata, solo descubren a los más tontos y estos aprenden rapidito. Cualquiera puede abrir algunas discretas empresas offshore en países más amigables con el capital, culquiera puede instalar una empresa que presente inesperadas ganancias, como muchos cultivos de tomate en los cerros de Arica o vendedores de ropa usada al por mayor, las posibilidades para lavar activos con eficacia son infinitas.

Es una cruzada liderada por el puritano gobierno de Estados Unidos, muy parecida a la guerra contra las drogas en lo costosa, inútil y peligrosa para las libertades civiles. Los chilenos copiones que están sobrerepresentados entre nuestros mediocres políticos están siempre dispuestos a aprobar esta clase de leyes, en fin, estamos fritos mientras sea una mayoría de tontos con derecho a voto nuestro país será como un camión manejado por niños. Democracy is ruling by the least common denominator.

Hay momentos en que la democracia formal se convierte en autocracia y esto no es raro, al contrario, es una tendencia bien normal y comprensible. Recuerdo que Fujimori antes de su auto golpe decía muy convencido que su gobierno lo estaba haciendo muy bien, entonces ¿por que no iba a tener un tercer período?. Menos mal que en Chile hemos mantenido al menos las formas, pero para allá vamos también, desde hace muchos años los políticos de la concertación se convencieron que lo estaban haciendo tan bien que eran la única alternativa viable, solo ellos daban gobernabilidad al país. No tiene nada de malo -en principio- pensar así, pero el siguiente paso era el peligroso: cuando empezaron a meter la mano a fondos públicos cada vez que había una elección.

Recuerdo bien cuando a mediados del año 2000 empecé a hacer proyectos de inversión pública, yo fuí uno de los primeros en Arica, tal vez el primero, en hacer esos proyectos como profesional independiente y gané mucha plata, pasado un par de años, la gente del gobierno regional empezó arquear las cejas cada vez que retiraba algún cheque por varios millones y, recuerdo clarito, como a partir de la elección de Ricardo Lagos todo cambió: los proyectos pasaron a ser botín de los operadores políticos y yo quedé solo como medio pollo, trabajando por una pequeña comisión hasta que finalmente bajaron tanto los estándares de los proyectos que me quedé cesante.

Existía en esos años una extraña moral, la recuerdo clarito, cuando a algún jefe de servicios le pillaban algún robo o coima se convertía en una especie de héroe, porque decían que había recaudado esa plata para financiar las elecciones. Según esa moral robar para financiar las elecciones no era robar, sino una causa noble y hablaban muy mal de cuando alguien en lugar de pasar buena parted e la plata al partido se la echaba al bolsillo, a ese le decían "ladrón".

Pero una cosa lleva a la otra y al poco tiempo ya nadie se escandalizaba si un operador se echaba la plata al bolsillo entre elecciones, siempre que fuera "buen pirata" y repartiera el botín entre todos, todavía quedaban ladrones, los que se dejaban toda la plata para ellos solos. Después ni eso, eran incluso tipos poderosos y admirados. Todavía lo son y aunque me encantaría decir nombres muchos son amigos míos o de mis amigos. Pero la verguenza de ser considerado ladrón ya no existe, pasó de moda. Si Carlos Cruz, ex ministro de Obras publicas se fué a la cárcel, si los decanos del la Universidad de Chile y de la Santiago fueron procesados por estafa ¿que queda para uno, que no es nada?. Llegamos a una situación donde el que pudiendo robar no roba, no es porque sea honrado, es por estúpido.

La concertación va a cumplir 20 años en el poder político y aunque no ha llegado a los extremos de corrupión del PRI en Mexico si ha tenido una descomposición creciente. La buena noticia es que mucha gente se siente mal con esto, a diferencia de los mexicanos en su tiempo, nosotros no lo aceptamos como una maldición divina y mucha gente de la propia concertación está empezando a salirse. La mala noticia es que la derecha se aggiornó al sistema y está igual de corrupta, es cosa de ver los municipios donde tiene alcaldes salvo honrosas excepciones que puedo contar con los dedos de mi mano derecha... y me sobran 3 dedos.

Volvendo al problema general del abuso de la democracia ¿debemos considerar sagrado a un presidente que sacó mayoría de votos y a su gobierno, aunque resulte corrupto y populista como Perón o salvaje como Hitler? ambos fueron elegidos en su momento con votación y fueron muy populares. ¿Debe ser siempre la voluntad del pueblo la voluntad de Dios?.

Pienso por ejemplo en Evo Morales en Bolivia, que con más del 50% de los votos se cree con mandato suficiente para refundar el país según sus ideas ¿que hacer con un tipo así, que le importa un pepino el otro 40% del país y se siente con autoridad para aplastarlos?, ¿que hacer con alguien como Chavez, que desde el poder ha tratado reformar la constitución una y otra vez para quedarse definitivamente en el poder?, o con la familia Castro que en Cuba ganan elecciones con el 90% de los votos ¿son demócratas y no pueden tocarse entonces?.

Todas estas son preguntas retóricas porque existe una solución práctica que siempre ha funcionado en estos casos, la rebelión popular o su equivalente más ordenado, el golpe militar de estado. Habían pasado 7 años sin un intento de golpe de estdo en América Latina y el Caribe, se había creado toda una institucionalidad internacional que prometía que nunca más iba a ser viable dar un golpe de estado. Pamplinas, esa es la salida natural cuando se produce un vacío de poder. El poder no está en los rituales ni en las elecciones, el verdadero poder está en el respeto mutuo, la admiración y finalmente en la fuerza bruta. Cuando los dos primeros fallan entra el tercero, así fue y así será por los siglos de los siglos.