Por mientras la primavera, que es la temporada de suicidios. Una noche de primavera, hace años, estábamos con la Pilar en la Isla tomando unas cervezas, cuando vimos las luces de un auto que se tiraba por el borde del Morro para abajo, haciendo un espectacular Dukes de Hazard:130 metros de caída libre. Yo hice muchas bromas esa vez, pensar que estuve a punto de que me pasara lo mismo en la camioneta. Después de eso tirarse para abajo en auto se convirtió en una especie de moda, se tiraron dos o tres más y una pareja se cayó al vacío por accidente de noche. En todo caso hace tiempo que nadie trata de suicidarse, parece que cuando la situación se pone difícil la gente se preocupa más de buscar plata para comer que de sus problemas, se suicidan menos.
Es curioso el tabú que tenemos contra el suicidio, anoche Thomas me conversaba de la filosofía china, que todo era ilusorio, el ser uno solo y la meditación, bueno, a mi se me ocurrió que una vía express para la perfección, en lugar de esforzarse meditando era suicidarse ¿por que no? así dejamos atrás todas las ilusiones de este perro mundo, pero mi tocayo, a pesar que es muy abierto de mente para la mayoría de las cosas me decía que no, que nada que ver. En fin, cro que tengo un buen punto en eso: mejor que meditar suicidarse, mucho mas directo.
Lo que es yo ni muerto me suicidaría (valga la redundancia) soy muy gallina para eso, le tengo terror incluso a las inyecciones. Pero si tuviese una enfermedad dolorosa me encantaría hacer acopio de toda clase de drogas: marihuana, LSD, crack, morfina y me daría el atracón del siglo hasta reventar, que mejor manera de abandonar este mundo cruel que bien borracho y bien drogado. Bueno, algunos la hacen sin necesidad de estar enfermos, que brutos, no se dan cuenta que demasiado placer embota los sentidos, con una única y notable excepción, que no nombraré para mantener en alto los estándares éticos y morales de este Templo del Ocio.
Conversaba ayer con mi amigo ariqueño neto Mauricio Néspolo, que también es profesor de la universidad, sobre el asunto del agua que me ha tenido ocupado, bueno, hablando de una y otra cosa llegamos al problema fundamental de Arica que lo podríamos formular de la siguiente manera:
Cuando la suerte de Arica cambia para peor -cosa que ha pasado varias veces- toda la gente reclama exigiendo que se vuelva al antiguo estado de cosas, como eso es imposible, las fuerzas vivas se reunen y se sientan en un curioso ritual que ya es parte del folklore de la ciudad: las Mesas de Trabajo. Resulta chistoso que se llamen así en una ciudad donde todos somos muy flojos, pero que diablos.
Entonces, en la Mesa de Trabajo cada sector se arroga ser El Pilar de la Economía Regional: los pesqueros dicen que es la pesca, los agricultores la agricultura, los casi inexistentes mineros hablan de la minería, los vendedores de yoguis, los dueños del único cine de la ciudad, los ingenieros de ejecución electrónicos, los sastres, los zapateros, en fin, todos dicen ser El Futuro de Arica y exigen una Política de Estado, que en pocas palabras significa que el estado les pase plata, subsidios, excepciones o regalías para que puedan tener una ventaja monopólica que los demás no tienen. Y así de la Mesa de Trabajo, sale un Pliego de Peticiones con unas 40 exigencias por parte baja, cual de todas más descabellada, inútil o impracticable.
Pero antes de presentar el pliego, los que tienen pituto en el gobierno, se van a Santiago a tratar de conseguir una ventaja antes para su propio sector, incluso a sabiendas que el gobierno no les va a hacer caso, eso los fortalece como dirigentes gremiales y así engañan al rebaño de sus asociados y se enquistan en su cargo.
Y al final -en vista de esto- todos los gobiernos llegan a la conclusión que los ariqueños somos una tracalada de llorones o estamos todos locos, lo que no deja de tener alguna razón, pero ni tanto, porque algunos de esos llorones locos consiguen que les permitan pescar jureles bajo talla, que el gobierno gaste zillones para instalar una desaladora mientras riegan los narco tomates con agua potable, o que subsidien durante 40 años a la General Motors. Como ven, la culpa no es del chancho, sino del que le da afrecho. Hasta mañana.
El Morro de Arica, La Torre Eiffel, el Golden Gate, son una tentación para el suicida espectacular. Habitante de una chata llanura poblada con simples casas de planta, en cambio, yo no he visto esas epidemias de autoeliminación teatral. Quizás eso salvó la vida de algún que otro depresivo por aquí. Las mujeres, ya se sabe, cuidan el aspecto hasta la última consecuencia e ingieren brebajes que les proporcionan muertes dolorosísimas con tal de no aparecer con golpes y moretones en su propio velorio. Algunos hombres - esta sí es un región dada a la caza - se vuelan la tapa de los sesos con la escopeta familiar. Por una breve estadística que tengo in mente, creo que los hombres con hijos o hermanos pequeños en la familia hacen eso más que otros y supongo que es para dejar abierta la explicación (mentira) de que se les escapó un tiro mientras limpiaban el arma. No estoy seguro, no puedo preguntarles porque están todos muertos. Pero lo favorito es la soga, aprovechando la presencia de árboles grandes con buenas ramas o "taperas" - casa de campo ya abandonadas - se cuelgan por allí. Así se los encuentra, a veces días luego, la lengua torcida y el cuello excesivamente alargado por las vértebras rotas. Yo tampoco me suicidaría, ni muerto.
ResponderBorrarjaja "valga la redundncia"
ResponderBorrarMatarse de un escopetazo es muy noble y debe ser la forma más indolora de todas ¡pum!, además así es como se suicidó HEmnigway así es que podría dar cierto cachet literario, otrosí, no cualquier familia tiene escopeta así es que "se mató con la escopeta de la familia" también sería un plus para un suicida medio snob.
Los suicidios espectaculares tienen su atractivo, cierto. Una amiga mía se suicidó ahorcándose, que horrible, tengo que reconocer que me impactó un poco. Varios otros amigos se suicidaron como Juan Charrasqueado, con alcohol y otras cositas que mejor ni nombro, dos de cirrosis, uno de diabetes avanzada, otro de sobredosis ¡no hay salud!
Hay casos peores. Durante la ultima crisis economica grave grave aquí (de las otras hay todo el tiempo), la del 2001, salian en el diario casos de gente que liquidaba a toda la familia y despues se amasijaban ellos. Una forma de resolverle el problema económico a todos. Después están los que se suicidan por amor, que a vece liquidan primero al objeto de su cariño y finalmente -pero esto es muy norteamericano, entre nosotros no hay casos prácticamente - el joven antisocial que se compra dos escopetas-ametralladoras-bazookas (desventajas del libre comercio!) y asesina a la mitad de su compañeros de clase y a la profesora de geografía antes de dirigir la artillería a sí mismo.
ResponderBorrarEn fin, creo que este tema es un poco macabro y sólo conversamos nosotros dos. Yo tengo pensado suicidarme con el sistema argentino de jubilaciones, cuyas pensiones de hambre conducen millares de ancianos a la tumba con una sonrisa de alivio cada año.
Claro!, es un tema macabro y por lo mismo super entretenido, acá en Arica todavía se matan de amor, debe ser una de las causas más comunes por estos lados porque acá estamos acostumbrados a sobrevivir con muy poca plata, pocos parecen tener problemas económicos como para suicidarse.
ResponderBorrarEl asesinato-suicidio por otra parte lo encuentro de pésimo gusto, a esos no hay como castigarlos eso es lo que da más rabia!!!
buena idea esa de suicidarse de a poquito, con la jubilación jaja, yo tendré que buscarme otra forma porque nunca he tenido previsión, tal vez sea otra forma más expedita de suicidio...