El maldito rebaño

Creo que ya he escrito sobre este asunto, pero que diablos, parece que no hay nada que no haya escrito antes. Me fascina la gente con asperger o con su manifestación más extrema, el autismo, siempre he pensado que son personas extraordinariamente dotadas y que los idiotas son los que se burlan y no se dan cuenta de eso. Una vez conversando con Tom Wilke, que tiene su Ph.D. en psicología y trabajó varios años haciendo investigación en neurociencia le comenté eso y se sorprendió mucho -¿como te diste cuenta?- me dijo -a mi me llevó mucho tiempo investigando para llegar a la misma idea- A veces la intuición funciona, no siempre, claro.

Mi primer encuentro con un niño autista fue con el hijo de mi amigo Boris y quede fascinado con el poder de concentración y el interés con que miraba los movimientos de su mano, sin duda estaba viendo algo que yo era incapaz de notar con esa facilidad para olvidar y desconcentrarnos que nos permite interactuar socialmente, para mi fue todo lo contrario a la idea de alguien "tonto", al revés pensé que estaba frente a una mente extraordinaria a la que -desgraciadamente para mi- no podía tener acceso. El único problema real del autismo y asperger es la comunicación, si la gente tonta e ignorante se diera cuenta de eso habrían mucho menos problemas para esas personas.

El caso que más me enfureció es el de unos ex vecinos cuyo niño tenía autismo en grado leve, no le resultaba fácil comunicarse, era muy inquieto y hacía los gestos característicos. Resulta que desde el jardin infantil las "tías" (que apelativo más asqueroso) empezaron sutilmente a hostilizarlo porque era el niño problema, había que prestarle más atención, en suma las hacía trabajar más, así es que con su mejor risita hipócrita le sugirieron un "doctor" a la mamá para que tratara el problema. Resultado, lo tuvieron años medio dopado con cócteles de ritalin y otros psicoactivos, hace años que no lo veo pero de solo acordarme me da la rabia.

Todo esto a propósito de una amiga que me agregó en el facebook contándome que su hijo tiene asperger y no es nada fácil encajar en nuestra sociedad de brutos, donde cualquiera que se salga de la norma es inmediatamente hostigado por las malditas ovejas y corderos. A mi me simpatiza toda la gente que sea diferente, significa que son especiales y deberían ser mucho más valiosos que la más popular de las malditas ovejas clonadas, que se creen tan macanudos. La literalidad y el exceso de concentración no es un problema de los niños sino que un problema de los que nos creemos "normales", más que una enfermedad mental creo que es una enfermedad social, en el sentido que la sociedad está enferma.

Es increíble la estupidez de la gente, mi compañero Oscar me escribe que los iquiqueños habían creado dos grupos en Facebook, uno se llamaba "No Quiero mas Colombianos Delincuentes y Colombianas Prostitutas en Iquique", se habían agregado 4000 personas y estaban esperando juntar 5000 para hacer una marcha de protesta. ¿Se imaginan esos tarados viviendo en un país extranjero donde 5000 energúmenos pasan frente a su casa diciendo que todas las chilenas son prostitutas y todos los chilenos son narcos? me gustaría -francamente- verlos en esa situación así pensarían un poco antes de armar grupos de odio y xenofobia. La cosa es que al parecer ambos estúpidos grupos fueron eliminados, porque "alguien" los denunció por su contenido de odio y xenofobia. Esas cosas hay que cortarlas de raíz.

Noticias cortas y raras, leo en el Mercurio que subastaron un mondadientes que perteneció a Charles Dickens, tenía sus iniciales y estaba fabricado de marfil y oro, el precio final fueron 9000 dólares. Yo demás lo hubiera subastado de haber podido, claro que habría pagado hasta unos 9000 slim-chilean-pesos (US$ 18). Me encantaría escarbar mis dientes con el mismo aparato que usó el gran Charles Dickens, mismo de los Pickwick Papers. A propósito de libros y escarbadientes en una excelente novela de espías de Graham Greene llamada El Factor Humano, aparece una parte donde un médico del MI5 usaba un mondadientes de oro que era de su abuelo ¡conmovedor!, cuando leí lo del mondadientes de Dickens me acordé enseguida del otro, del doctor Percival no se cuanto.

¿Se fijaron en el éxito de la película La Nana? es increible, un realizador muy joven hace su segunda película, lleva recaudado casi medio millón de verdes, ganó el Sundance y está nominada para el Globo de Oro. La película Isla 10 Dawson en cambio, del prehistórico Miguel Littin fue presentada para el Oscar y se pasea dando tumbos sin pena ni gloria. Creo que es un signo de los tiempos, no he visto ninguna de las dos películas pero estoy seguro que esto habría sido imposible hace unos años atrás, cuando todo lo que se relacionara con Chile para tener impacto internacional debía hablar de la dictadura, el heroísmo y el puño en alto.

Eso ya pasó de moda y me alegro que así sea, no es por irrespeto a las víctimas sino que todo lo contrario, creo que se han estado aprovechando durante muchas décadas de ventilar a los pobres muertos, ya es tiempo que descansen con alguna dignidad. Creo que es un aviso potente para los artistas comprometidos, que siguen repitiendo el mismo tema millones de veces igual que las pinturas de Carmen Aldunate. Eso no se hace.