Mucho trabajo

Ah por fin, terminé de escribir el esqueleto del proyecto de acreditación de postgrado que empecé unos días atrás. El baby tiene 78 páginas hasta el momento y creo que puede llegar a unas 150 con todo el yaba-daba de basura que se le agrega en anexos, lo importante es que el esqueleto ya está listo, lo que queda es mucho copy-paste.

Esto significa que están desarrollados todos los puntos que la pauta dice que hay que presentar, es lo más complicado en un proyecto porque hay que redactarlo, menos mal que ya estoy acostumbrado y redacto a la misma velocidad con la que hablo así es que no me demoré nada. Ahora me estoy arrepintiendo de haberlo mandado tan luego, tenía casi 2 meses de plazo y capaz que digan ¡bah! ¿y para eso le pagamos? A veces conviene hacer un poco de teatro.

En fin, trabajé demasiado porque empecé el jueves pasado y me encerré sin contestar el teléfono, ducharme ni hablar con nadie hasta hace un rato, cinco días de ermitaño -interrumpidos por la comida del sábado donde Viera- o sea cuatro días netos de trabajo. Creo que ahora tengo que ducharme porque el hedor me llega a molestar a mi mismo, y eso que yo no soy muy fino para esas cosas.

Como no he hecho nada aparte de escribir el estúpido proyecto, no tengo mucho que contar pero bueno, para relajarme nada mejor que ponerme a escribir en el blog: un clavo saca a otro clavo según dicen,

Que les puedo contar en la noche de un día agitado, aunque hace días que no me muevo de la cama del Tomás Jr. donde instalé mi cuartel general para trabajar. A ver, primero que nada el hecho de dejar el escritorio y trabajar acostado consiguió el milagro de hacer desaparecer el dolor de espalda. Es temprano para cantar victoria pero hoy no me ha dolido absolutamente nada y en los días pasados el dolor maldito que no me dejaba dormir se fue convirtiendo en una molestia sorda hasta desaparecer completamente hoy en la mañana. Que se vaya y que no vuelva nunca más, como dice la canción.

Parece que mi barsa-diagnostico era exacto: una combinación de nervios, mucho tiempo sentado en el escritorio y demasiado uso del computador eran la explicación, haciendo memoria cuando me pasó antes, en el año 2007 recién había quedado cesante, tuve el viaje a la Amazonia donde pasé mucho susto y para remate estuve trabajando en Tacna, no me explico como no estiré la pata.

El barsa-remedio también fue sencillo: olvidarme de los frescos que me quedaron debiendo plata, dejar el escritorio y pasar un par de semanas echado en cama, todo el día sin hacer nada, el efecto fue maravilloso porque ahora me siento como un baby, nada me preocupa y nada me puede dañar, todos los problemas se arreglaran solos o no tendrán arreglo, da lo mismo.

Lo único malo, diablos, siempre tiene que haber algo malo, es que justo hoy se terminó el verano. Fue el día de corte, amaneció nublado y el sol salió apenas a eso de las 11 AM, todavía hace calor pero desde ahora el clima solo puede empeorar, empezaran las mañanas nubladas y tardes con viento frío que me ponen con el humor más negro. No todo puede ser bueno.

¿Y que pasó con Wikileaks? tengo el bookmark a cablesearch beta y desde hace tiempo que veo los mismos 6746 cables, parece que los gobiernos movieron sus palillos para controlar el daño y ya nadie se acuerda del payaso Assenge, menos mal. Además los cables aunque tenían clasificación de secreto o confidencial no eran nada muy sensible, apenas comunicaciones muy empaquetadas para la burocracia del Departamento de Estado, seguramente los Beagle Boys tienen su propio canal y eso ni lo tocaron.

En fin, me alegro que se haya terminado todo ese estúpido chismorreo y la falsa indignación porque decían que Cristina Kirchner es una loca y un montón de otras cosas que hasta un niño las sabe: nada nuevo bajo el sol, menos mal.

Ah, estaba leyendo en el Atlantic Monthly un artículo divertido, se llama El Mito de de los MBA, donde dice que después de haber fundado una empresa consultora que llegó a tener 600 empleados, el, que había estudiado filosofía, se puso a leer libros de negocios para ver que se había perdido ¡dice que al final no se perdió nada!

Y yo que estaba todo orgulloso de mis notas en el famoso curso, bueno, siempre que no contemos el 4,8 de Dirección Estratégica 1 y el 4,6 de Finanzas. En fin, ahora si que me cansé, hasta mañana.