21 de Mayo

Bajé de Cryptome unos interesantes documentos de la Corporación Rand y entremedio venía un reporte preparado por Nielsen y Facebook Inc. Nielsen es una de las principales compañías de investigación de mercado en el mundo y el estudio se trataba de la reputación pagada versus la reputación ganada y como esta última se hacía más fácil de conseguir con Internet.

En pocas palabras reputación pagada es lo que gasta una empresa en hacer publicidad, promoción de sus productos y en relaciones públicas. La reputación ganada es la difusión que recibe una empresa sin necesidad de pagar, por ejemplo cuando aparece en las noticias o cuando se hace popular en algún medio de Internet. El resto del estudio daba una serie de consejos acerca de como dirigir los contenidos para ganar reputación, ajustándolos a la audiencia y etc. etc.

Poco reviso las estadísticas de visitantes pero me fui a ver la distribución por países para saber que contenidos debería escribir para "ganar reputación". Y me encontré que solo un 34% de los que llegan a este Club de Ociosos son de Chile y apuesto que los de Arica no llegan ni a un 2%. Bah, que me importa, si empiezo a preocuparme de eso no escribiría nunca. Así es que para variar, conversemos de lo que está pasando en Chile.

El 21 de Mayo solía ser día de desfiles patrióticos, visitas a los buques y -según recuerdo cuando era niño- la tradicional parada de la Marina cerca de la Estación Mapocho en Santiago. Ya no más, ahora todo eso es secundario y el 21 de Mayo se caracteriza por ser el día del soporífero discurso presidencial y las correspondientes protestas donde el lumpen y los barra brava aprovechan de tomarse las calles.

Las dos cosas están relacionadas. El discurso presidencial, cuenta pública que el presidente dirige al país todos los años siempre es desagradable, lleno de autobombo, retórica falsa, frases hechas, listado interminable de "avances" que a nadie interesan. Habrán anuncios anodinos, que la prensa repetirá mañana y solo servirán para que los aburridos periodistas se den vuelta buscando la quinta pata al gato si son opositores o para llenarlos de comentarios floridos si son adictos.

El discurso del 21 de Mayo es una de las expresiones más perfectas de la hipocresía nacional, si yo fuera presidente lo primero que haría sería eliminar esa odiosa costumbre. Además que da la excusa perfecta para que el lumpen salga a la calle a tirar piedras y hacer destrozos. ¿Por que en Chile se considera un derecho salir a destrozar propiedades públicas y privadas como "protesta"?. Miren esta foto de los musulmanes en Londres protestando contra el asesinato de Osama Bin Laden:

¿Llegará el día en que podamos ver una protesta así en Chile? Sería perfectamente posible, los nenes que están marchando en Londres son mucho más violentistas que los idiotas que marchan acá ¿saben que se necesita para llegar a ese estado de civilización? Simplemente que los que no somos violentos apoyemos sin restricciones a que se reprima la violencia, incluso si hay muertos, el que a hierro mata, a hierro muere.

Pero no, los chilenos somos hipócritas y corazón de abuelita, pobres muchachos idealistas como no los contienen civilizadamente. Y ya saben cual es el efecto de eso: más muertos y más heridos que si se reprimieran con dureza. Cuando no hay costos de ser violento lo lógico es que la violencia escale hasta que aparezcan los muertos y heridos, es natural.

En Londres hasta el musulman más radical marcha ordenadito porque sabe que nadie lo va a defender de la cárcel y de la pateadura si tiene la mala idea de hacer un destrozo, la opinión pública no va a salir a defenderlo. Es solo causa y efecto, costo y beneficio. Si no hay represión o es débil la violencia escalará, garantizado.

Y a propósito de las protestas en España me volví a acordar dellibro de Ayn Rand: miles de jóvenes salen furiosos a la calle a protestar contra el gobierno porque no tienen empleo. Fíjense que cuando se quedan cesantes no se dedican a buscar como ganarse la vida sino a protestar contra el gobierno.

Es lógico, nacieron en una sociedad donde los políticos les vendieron el cuento: que ellos tenían derecho a un trabajo digno y que ese derecho se lo iba a garantizar el estado. Nadie les dijo que el estado no puede garantizarles nada porque son las empresas las que dan empleo, y cuando las empresas pierden plata lo primero que hacen es poner en la calle a los más inútiles y cuando quiebran se quedan todos cesantes sin que el gobierno tenga pito que tocar en eso.

Ayn Rand da muy buen ejemplo con el mendigo, cuando le damos limosna por primera vez se siente muy agradecido, pero a medida que se acostumbra a recibir limosna ya no lo agradece, simplemente considera que tiene derecho a recibirla por el solo hecho de tener necesidades. En un estado de bienestar la mayoría de los menos capaces, si no todos, se convierten en mendigos del estado de una u otra manera.

Y cuando el estado quiebra finalmente, que es lo que tiene que pasar en algún momento, se vuelven furiosos a protestar. Ya no sirve de nada muchachos, mejor aprendan a cultivar la tierra o encuentren alguna maldita manera de ganarse la vida, porque los años dorados cuando el estado los mantenía ya no existen más. Fue lindo mientras duró. Hasta mañana.

P.D. miren esta foto de cuando Barak Obama fue a felicitar al equipo de la CIA encargado del caso Bin Laden, me imagino la fiesta que se deben haber dado, buen trabajo en todo caso, nada que decir: